Varia

AutorLa Redacción
Páginas52-64

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WILHELM SAUER: Juristische Methodenlehre,-Ferdinand Enke Verlag, 1940.-624 páginas.

La Metodología jurídica que tenemos a la vista es, sin duda alguna, una de las publicaciones más importantes en la esfera de la "Filosofía del Derecho" de nuestros días. El autor, conocido tanto como penalista y procesalista como sociólogo, filósofo e internacionalista, reúne en esta obra cumbre las ricas enseñanzas de una vida laboriosa y abundante en conocimientos científicos.

El estudio saueriano consta de tres partes: los fundamentos del método; la aplicación del método, y los resultados del método. La primera parte abarca tres secciones, el pensamiento jurídico; los métodos de las ciencias espirituales, y el juicio en los métodos de las ciencias del espíritu. La segunda parte reúne el siguiente tríptico: la comprobación de los hechos; la valoración jurídica en genera.l, y los impedimentos y los medios auxiliares de la valoración jurídica. La tercera parte nos habla de las combinaciones de juicios; de los conceptos fundamentales e instituciones jurídicas, y de Jos efectos y defectos del juicio.

I -Los fundamentos de la metodología saueriana

Desde que Descartes publicó en 1637, en Leyden, su Discurso sobre el método, el problema metodológico no ha sido acallado hasta nuestros días. Descartes, en el subtítulo de su obra, nos da a entender lo que él entiende por "método" : lo que conduce bien la razón y busca la verdad en las ciencias. El resultado de las investigaciones cartesianas es, en lo esencial, el que sigue. En la segunda parte (ed. Flamma-Page 53rion, París, págs: 13 y 14) Descartes nos aconseja no aceptar jamás ninguna cosa por verdadera que no conociéramos evidentemente como tal, es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no recoger en mis juicios sino lo que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu que yo no tuviera ninguna ocasión de ponerlo en duda En segundo lugar, nos manda Descartes dividir cada una de las dificultades que yo examino en tantas parcelas que puedo y que serán necesarias para resolverlas. En tercer lugar, debemos comenzar con las cosas sencillas y continuar con las compuestas, suponiendo un orden hasta entre aquellas que no lo tienen en la naturaleza. Finalmente, habremos de tener cuidado en nuestras enumeraciones y revistas para no olvidar nada. En la tercera parte (1. c, págs. 16 a 19) Descartes da consejos morales que no nos interesan en este lugar. En la cuarta parte (1. c, págs. 22 a 27), finalmente, expone la célebre duda metódica, el criterio de la claridad y distinción y las pruebas de la existencia de Dios y del alma.

Es curioso recordar los rasgos esenciales de la primera metodología antes de examinar los de la más reciente. Sauer distingue los objetos y los procedimientos. En cada esfera hay que distinguir, a su vez, entre parejas de conceptos opuestos y conceptos de equilibrio o de compromiso. Las parejas de conceptos opuestos en la órbita de los objetos son: individual y general; concreto y abstracto; hecho y norma. Lo individual y lo general se equilibran en la acción del tipo; lo concreto y lo abstracto, en la del ordenamiento, y el hecho y la norma, en la noción del sistema de valores. Los procedimientos se trifurcan en parejas de métodos opuestos en sentido paralelo a los objetos. Los métodos inductivos y deductivos corresponden a lo individual y lo general; los analíticos y sintéticos, a lo concreto y lo abstracto, y los logocríticos y éticocríticos, al hecho y a la norma. Los conceptos de compromiso en esta esfera de los métodos son la socialización, la subsunción y la aumentación de valor: la valorización. Después de estos conceptos básicos de cada metodología, nos expone su concepción tridimensional del derecho: hecho, forma y valor. Todas las ciencias del espíritu deben inspirarse en este pensamiento tridimensional. El juicio es, en primer lugar, una función vital del espíritu, lo que nos conduce a toda clase de fenomenología, sobre todo a la sociología, encaminada hacia la verdad. El juicio es, en segundo lugar, una forma, lo que nos lleva al problema groseológico y a la lógica, inclusive la dogmática jurídica, inspiran-Page 54dose ambas en la vigencia. El juicio es, en tercer lugar, una medida; y he aquí el problema deontológico, .la filosofía social y cultural, sobre todo la ética, y, como idea regulativa, el valor absoluto. "La separación rigurosa de los tres terrenos, con sus tendencias, nos asegura, además, contra peligros y callejones sin salida; así, por ejemplo, contra la confusión poco agradable de medios y fines . A las confusiones más peligrosas pertenecen, entre otras, las siguientes: a) La filosofía pura de la vida (Nietzsche) tiende hacia la eliminación o posposición, ora de la lógica, ora hasta de la etica (el criminal como ideal, "la bestia rubia") ; tiende no sólo a una sana complementacíón y fundamentación con hechos, sino a una sustitución y justificación de derecho y moral por características biológicas (cuerpo, raza) ; tiende al fenómeno histórico poco deseable de identificar poder y moral; al pragmatismo puro, no sólo en la vida económica, sino también en la moral y el conocimiento (verdad igual a utilidad; moral y derecho igual a utilidad), b) Mas precisamente .en virtud de la filosofía existencial pura (Bergson) los hechos de la vida no son cognoscibles, y por ello rigen, al contrario, sólo las formas y las categorías (en contra de la intención, en sí saludable, de los filósofos existenciales y de los pragmatistas). De este círculo sólo la teoría tridimensional puede salvarnos: el verdadero conocimiento consiste en la unión de los tres aspectos, c) Por otro lado, una teoría pura y exagerada de formas está en peligro de petrificar y de ir a la zaga de la vida mudadiza y de los valores vitales cambiantes (conforme se puede observar en cada legislación estatal que excede lo normal) e) Quien sólo conoce los imperios de las normas y de los valores fuerza la realidad vital. Según una ley de la conservación, toda regla general tiende a no seguir o a ir a la zaga de las necesidades de la vida, compareciendo autónomamente como medida. Un código detallado del Estado y una jurisprudencia del Tribunal Supremo basada en la seguridad jurídica llevan consigo el peligro del formalismo y de la ideología, en detrimento de las necesidades vitales. Y el aislamiento en el dominio de los valores eternos lleva consigo fácilmente una vida de ermitaño, a espaldas de la realidad, desconocimiento de los hombres y falta de comprensión " (1. c, págs. 42 a 44).

La concepción tridimensional de Saucr tiene las innegables ventajas de evitar toda clase de unilateralidad y de unir todos los pensamientos fértiles y contemporáneos. El derecho no se confunde ni con la sociología, ni con el normativismo, ni con un...

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