Valores Sociales de la Cultura Económica Capitalista
| Autor | Javier Divar |
| Cargo del Autor | Doctor en Derecho. Profesor de Derecho Mercantil de la Universidad de Deusto. Director del Departamento de Derecho de la Empresa. |
| Páginas | 35-43 |
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El sistema de producción capitalista ha tenido como consecuencia sociológica evidente, la transmisión de sus valores económicos a la sociedad en general, con lo que esos valores se han convertido en valores sociales.
Esa impregnación de las sociedades avanzadas con los valores económicos capitalistas supone su gran triunfo cultural, que de manera inadvertida y sutil ha conseguido que el pomposamente llamado "mundo libre" (o mundo en el que el sistema capitalista impera) se defienda sobre los principios de su sistema. Así, la "defensa de la libertad" supone en última consecuencia la defensa de los valores del capitalismo avanzado.
De una manera sibilina termina imponiéndose la idea de que toda crítica al sistema es una afrenta a la libertad. Y llegados al extremo (y muchos políticos conservadores son suficientemente atrevidos) se trata de ataques contra "la civilización". Así que el disentimiento en nuestras sociedades no puede exceder de melifluas correcciones de lo "económicamente correcto", pues fuera de ello se cae en lo antisocial.
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Incluso las críticas morales se han ido reduciendo en nuestros ámbitos a meras doctrinillas pedagógicas de bienintencionados, que son como cosquillas para la paquidérmica coraza del sistema. La propia Doctrina Social de la Iglesia, otrora influyente, parece música de viento rebajada con mil sordinas, ante la influencia todopoderosa de organizaciones bien relacionadas con los intereses económicos.
La sociedad en general, aprisionada en la telaraña de un "síndrome de Estocolmo" consumerista, goza compulsivamente de la adquisición de los últimos cachivaches tecnológicos, del automóvil más epatante y de la esquizofrenia del mercado hipotecario.
Con estos mimbres hablar de valores en las sociedades avanzadas, con referencia a la solidaridad y la cooperación (mencionar la justicia social es ya opositar al psiquiátrico), es un eufemismo académico. Sencillamente son palabras vacías, desprovistas de contenido significante. Lugares comunes y entendidos socialmente. Como dicen los italianos, "chiaccherio" (palabrería).
Incluso los dirigentes de las grandes cooperativas en las sociedades avanzadas, impregnados de la atmósfera social, actúan en muchos casos como los "tiburones" de las grandes sociedades capitalistas, obviando principios y valores. Un dirigente de una importante cooperativa me decía a este respecto, entristecido y avergonzado, que con ocasión de unas negociaciones empresariales con un grupo económico de la Europa del Este le habían comentado con asombro, que entre los ejecutivos de su cooperativa y los inversores capitalistas más
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feroces no habían encontrado mayor diferencia. Cómo suele decirse, ¡apaga y vámonos!.
Y es que en nuestras sociedades la cultura dominante (como pensamiento único) considera la rentabilidad y el valor económico como referente de todo, trasvasados los valores del sistema económico a la sociedad en general. Así pues, nada es bueno si no es rentable. Con lo que la acción social, educativa y...
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