La traslación del conocimiento biotecnológico a los países pobres y la emergencia de la nueva ética de la alimentación
| Autor | José María Rodríguez Merino |
| Páginas | 129-142 |
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Es claro que la peor enfermedad de los habitantes de la tierra es el hambre. A día de hoy las estadísticas son contundentes. Según los informes de los últimos años de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) el número de personas hambrientas y/o desnutridas se cifra entre 900 y 1000 millones, y el número de pobres, esto es, sin educación, sanidad, vivienda, trabajo, agua potable, etc., ascendió a 1400 millones. Estas son siempre cifras aproximadas y oscilantes. Es más, la comunidad internacional ha programado, desde el uno de enero de 2016, una nueva agenda para el desarrollo impulsada por la Organización de Naciones Unidas, que estará vigente hasta el año 2030. Busca unificar un nuevo “contrato social” entre países ricos y pobres.
Se trata de diecisiete metas generales con una agenda actualizada que reemplaza a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, impulsados por Naciones Unidas desde el año 2000 y que expiraron en 2015, con un cumplimiento desigual.
La nueva agenda fue aprobada por los 193 países miembros de la ONU en la cumbre que se realizó en Nueva York a fines de septiembre pasado, la cita internacional que mayor número de líderes ha reunido, según los registros de la organización.
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“Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son nuestra visión compartida de la humanidad y un contrato social entre los líderes del mundo y las personas”, afirmó el secretario general de al ONU, Ban Ki-moon.
Las causas que provocan el hambre son múltiples. Entre otras: el subdesarrollo técnico y cultural; el aumento de precio de los alimentos básicos, debido a la fuerte especulación sobre las materias primas; el cambio climático que, con sus ciclos de sequía, provoca hambrunas o que, con su ciclo de lluvias torrenciales, conlleva graves inundaciones, con la consiguiente contaminación del agua y de la tierra; la producción de energía a partir de cereales y de otras plantas que debieran destinarse para alimentos básicos, etc. En el plano ético, la causa más grave está en la codicia y en el proceder injusto, tanto de las multinacionales como de la corrupción de los gobernantes y en la mala gestión de los propios recursos por parte de los gobiernos locales; además del incumplimiento de los compromisos de ayuda de los líderes internacionales, junto con la disociación entre biotecnología y sociedad.
La geografía del hambre, aunque cada vez está más globalizada, se circunscribe principalmente al continente africano, al sudeste asiático, a ciertos países de América Latina y a los grandes cinturones de pobreza y de miseria que rodean las grandes ciudades del planeta. Por tanto, la brecha abierta entre el Norte y el Sur, entre ricos y pobres, se agranda cada día más.
La hipótesis de este trabajo se centra en saber si las biotecnologías y los organismos genéticamente modificados (OGM), que emergieron años atrás con el propósito de erradicar el hambre en el mundo y de sacar de la pobreza a millones de desheredados, están cumpliendo sus expectativas o sólo ha sido una pura promesa con pocos visos de progresar y de hacerse realidad, al menos en el tercer mundo.
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Entre otros están:
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Saber en qué estado está la erradicación del hambre en el mundo por medio de la aplicación de las biotecnologías.
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Deliberar sobre los riesgos y los beneficios que conllevan los alimentos transgénicos.
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Conocer en qué estado está la transferencia de la tecnología a los países en desarrollo.
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Saber qué significa la nueva ética de la alimentación.
5. Dilucidar hasta qué punto el tercer mundo está capacitado para exigir a las multinacionales el etiquetado en los envases de los organismos genéticamente modificados. -
Intentar esclarecer en qué grado está la depredación de los secretos de numerosos pueblos indígenas que, en muchos casos, están ya patentizados por las multinacionales.
Son muchos y muy variados los materiales que inundan la literatura sobre la biotecnología, los transgénicos, la nueva ética del comer, etc., que están enfocados a remediar el hambre en el mundo y a sacar de la pobreza a millones de desheredados.
Sin embargo, sin ser exhaustivos, se han escogido, entre otros trabajos:
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En cuanto a los problemas y la geografía del hambre son de destacar: el informe de B. de Burgos1con motivo del
50 Aniversario de Manos Unidas: “Combatir el hambre Proyecto de todos”. También se ha incluido a los nuevos derechos en la era biotecnológica de JM Rodríguez Merino2y a la red solidaria de científicos –Norte-Sur– organizada en “Ciencia por un Mundo mejor, relatado por J.Page 132
Yané, sin olvidar invertir el plato, esto es, producir más cereales para alimentarse y comer menos carne de J. Rifkin3.
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Respecto a la lucha contra el hambre y la pobreza a través de la biotecnología, se ha recurrido a los trabajos de G. Meyer4 sobre la biotecnología y el tercer mundo y al estudio de C. Alonso Bedate5o las informaciones de ciertas Asociaciones de que la biotecnología ayuda a proveer de una mayor cantidad y mejor calidad de alimentos, junto con el proyecto ideado por el BCPC: Biotech 20206.
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Para solucionar el hambre en el mundo se destacan: los estudios del PG Economics Limited7, que apuntan a una mayor producción de alimentos con vistas a duplicarse para abastecer a una población de nueve mil millones en 20508o también a la contención demográfica. Además, se incluye el interesante artículo de I. Delgado sobre el distinto uso que se hace de las biotecnologías en el Norte y en el Sur9, o el editorial de A. Krattiger sobre si la alimentación obtenida por medio de la biotecnología ha sido y es motivo de esperanza o de desesperación para los pobres10
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Sobre los riesgos y/o beneficios en el uso de transgénicos para erradicar el hambre en el mundo se utiliza un estudio que fue llevado a cabo por el Fondo Ontario de Investigación para los Desafíos al Desarrollo11del modelo de la biotecnología para el desarrollo de los pueblos de M. Bhardwaj12
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Se han incluido, como especialmente importantes, los trabajos que consideran la salvaguarda cultural y ética en los transgénicos de P. B. Thompson y A.J. London y
J. Kimmelman13o el debate entre la Comisión Presidencial Europea y las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) sobre la aplicación de las biotecnologías a la agricultura14, sin olvidar la postura de varias confesiones cristianas sobre los alimentos genéticamente modifica-Page 133
dos, incluido el Centro de Teología de Woodstock de los jesuitas en Washington sobre la nueva ética del comer15.
Por este método se ponderan los pros y los contras que conlleva la moderna alimentación y medicación obtenida por modificación genética de los organismos.
La biotecnología aporta benef...
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