Tras la segunda guerra mundial

AutorAlfredo Liñán Lafuente
Páginas43-98

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Francia, Gran Bretaña y Rusia, en su declaración de 28 de mayo de 191596en la que se señalaba al Estado turco como responsable de hechos atroces, se encontraron con un crimen que hasta la fecha no había sido denunciado. ¿Cómo calificar los crímenes que un Estado cometía contra sus propios nacionales? ¿Cómo castigar dichos crímenes si podrían derivarse de los actos de la soberanía estatal?

Unánime fue la opinión, entre los firmantes de la declaración, de que dichos actos escapaban del espectro del crimen de guerra97, ya reconocido y aceptado por la mayoría de los Estados98. Nacionales contra nacionales sin estar inmersos en una guerra civil99. Ambos con una misma nacionalidad, pero con distinta ascendencia, razón y fin de su persecución y exterminio. En este contexto aparece, por primera vez en la historia del Derecho penal internacional el término crimes against humanity.

Similar situación se encontraron los Estados vencedores de la Segunda Guerra mundial al intentar calificar las persecuciones que llevó a cabo el régimen Nazi contra sus propios nacionales por motivos políticos, raciales o religiosos100. Cuando los representantes de las cuatro potencias vencedoras de la Segunda Guerra mundial se reunieron para encuadrar estas conductas en un tipo penal les pudo venir a la memo-ria el concepto utilizado en 1915: crímenes contra la humanidad. El caso era similar, el propio Estado exterminaba a sus propios súbditos, la calificación también debería serlo101.

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Pero durante este proceso de discusión y estudio de los hechos que se estaban llevando a cabo se fueron produciendo una serie de declaraciones internacionales e informes oficiosos que, poco a poco, fueron delimitando los extremos que contendría la nueva figura criminal. En este contexto se creó, por parte de los Estados aliados, la United Nations War Crimes Commision (UNWCC), encargada de recoger pruebas e identificar a los responsables de los crímenes102.

4. 1 La doctrina naciente

Antes de que terminara la guerra, los Estados contrarios al Eje comenzaron a advertir que los crímenes que se habían cometido, y los que se estaban cometiendo, no deberían quedar sin castigo. A través de las declaraciones institucionales, conferencias, advertencias de los ministros y presidentes de los Estados aliados, así como por los informes realizados tendentes a calificar los crímenes cometidos, podremos ir deshilvanando el proceso de creación doctrinal del crimen contra la humanidad en su primera etapa. El resultado de estas declaraciones, reuniones y debates se puede encontrar en la redacción final del artículo 6 c de Estatuto de Londres de 8 de agosto de 1945103. A continuación se analizará cómo fue creándose la doctrina de la que nació el crimen contra la humanidad, así como su carácter internacional.

Para al analizar estas declaraciones se debería tener en cuenta que fueron realizadas en tiempos de guerra y contra una Alemania que estaba ocupando más de la mitad de Europa. En estos primeros momentos existe una confusión entre los crímenes de guerra, las leyes de humanidad y la aplicación de los convenios internacionales. Prueba de ello es la primera acusación de carácter internacional que se lanza contra Alemania el 17 de abril de 1940 por tres gobiernos: el inglés, el francés y el polaco, en favor de Polonia y apelando “a la conciencia mundial”. Esta declaración denuncia que Alemania venía cometiendo, desde los tiempos de paz, brutales ataque contra la población civil, la destrucción de vidas y bienes, de la existencia cultural y religiosa de la población, ejecuciones masivas, deportaciones de la población en circunstancias atroces, tratamientos crueles infligidos a miembros de la comunidad judía... Asimismo se advertía que la actitud de las fuerzas de ocupación alemanas constituían una violación

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flagrante de las leyes de la guerra y en particular de la Convención de la Haya sobre las leyes y las costumbres de la guerra terrestre104.

El 25 de octubre de 1941, el presidente de los Estados Unidos Roosvelt y el primer ministro inglés Churchill, hicieron una declaración en la que aseguraban que los responsables de las ejecuciones de rehenes durante la guerra serían juzgados y condenados105. Pocos días más tarde, el 7 de noviembre de 1941, Molotov representante de la U.R.S.S como Comisario del Pueblo de Asuntos Exteriores, realizó una declaración diplomática en la que aseguraba que los alemanes estaban cometiendo barbaridades contra los prisioneros del ejército rojo que lesionaban los más elementales principios del Derecho internacional106. Pero fue el 13 de enero de 1942 cuando todos los representantes de los países ocupados por los alemanes107acusaron, en la declaración de St. James108a los alemanes de la comisión de crímenes de guerra109. En esta declaración, que algunos autores han interpretado como el nacimiento de la idea de persecución penal internacional por la comisión de actos inhumanos110, se desprendía la intención de juzgar los actos criminales cometidos, tanto en tiempos de guerra como de paz, bajo el Derecho interno de cada Estado111.

Analizando esta declaración se podrían identificar unas líneas generales que nos ayuden a delimitar por dónde discurrían las intenciones de los países firmantes. La primera sería la separación de la guerra, como crimen autónomo, de los otras dos tipos de ofensas cometidas como actos de guerra. La segunda sería la apelación a la solidaridad internacional para poder llevar cabo una represión efectiva. Y la tercera sería la constatación de la intención de castigar los actos atroces cometidos contra la población civil bajo las propias jurisdicciones nacionales como delitos de derecho común112. Esta declaración revela la evolución que se estaba produciendo, en la que, poco a poco, el crimen contra la humanidad iba ganando importancia.

A finales de 1942 hubo otra declaración firmada por 12 países113en la que se advirtió que los responsables de las barbaries realizadas por el nacional socialismo en

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Alemania114serían juzgados de acuerdo a la responsabilidad derivada de sus actos115. En todas estas declaraciones se observaba la intención de perseguir y punir a los responsables de los crímenes, aunque aún no se había delimitado de una forma clara bajo qué jurisdicción. Asimismo, la única categoría criminal que aparecía era el crimen de guerra, aunque se adivinara la intención de punir también los hechos atroces que escapaban de la calificación jurídica de este crimen.

La Declaración de Moscú, realizada el 1 de noviembre de 1943 por Churchill, Stalin y Rooosvelt116, vino a resolver algunas dudas sobre la jurisdicción. En ella se advertía que a los crímenes de guerra que fueran cometidos en los países ocupados por los Nazis se aplicaría el principio de territorialidad y de personalidad pasiva. Ello significaba que los hechos serían juzgados bajos las distintas jurisdicciones nacionales en función de la competencia derivada de dichos principios117. Pero en esta declaración, en sus párrafos finales, se apuntaba la posibilidad de crear un tribunal penal internacional bajo el auspicio de las naciones civilizadas cuando las ofensas llevadas a cabo por los autores de los crímenes no tuvieran una localización concreta en un territorio. Se indicaba como precedente el Derecho de los Estados beligerantes a castigar a quien cometiera crímenes de guerra, ya que estos violaban las leyes y la costumbre de la guerra, así como los principios reconocidos por la ley internacional. Asimismo, se apelaba a la necesidad de la solidaridad internacional y la aplicación del Derecho común –de una ley en tiempos de paz– para la represión de los actos que constituyeran crímenes contra la humanidad. Esta declaración sentó las bases del posterior procedimiento y significó el primer paso para la adopción de los acuerdos de Londres y del Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Núremberg118(en adelante TMI).

Paralelamente a esta declaración, se creó una comisión para recoger pruebas e identificar a los perpetradores de los crímenes que ya se tenía conocimiento. Así el 20 de octubre de 1943 se creó la United Nations War Crimes Commision119. Su misión no se debía limitar a la investigación de los crímenes de guerra, también deberían investigar los actos cometidos en violación de las distintas legislaciones nacionales contra la población civil120y no sólo las agresiones cometidas contra los nacionales de los

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Estados aliados, sino cualquier tipo de población civil, incluidos los nacionales de los Estados perpetradores de dichos crímenes121.

Junto con las declaraciones institucionales, la London International Assembly122 (LIA) comenzó trabajar en el mismo...

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