La evaluación de políticas sociales: Concepto, fases, tipología, actores y técnicas. Los indicadores
| Autor | Eva Sotomayor - Marta García-Domingo - Tomás Alberich |
| Páginas | 243-274 |
CAPÍTULO 11
LA EVALUACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES:
CONCEPTO, FASES, TIPOLOGÍA, ACTORES Y
TÉCNICAS. LOS INDICADORES
LA EVALUACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES: CONCEPTO, FASES, TIPOLOGÍA, ACTORES...
11.1. Introducción
11.2. Reflexiones previas en torno a la evaluación de programas
11.3. Enfoques y modelos de evaluación
11.3.1. La evaluación como parte de la Planificación de Ezequiel Ander-Egg
11.3.2. De lo general a lo concreto de Benali
11.3.3. La evaluación por objetivos. Desarrollado por Ralph Tyler en el
campo de la educación.
11.3.4. El modelo de efectividad de Schuman
11.3.5. Modelo CIPP de Stufflebeam
11.3.6. La evaluación respondiente de Stake
11.3.7. El modelo de evaluación de necesidades de Scriven
11.4. Tipos de evaluación y diseño de evaluación de programas sociales
11.5. Reflexión sobre la práctica de evaluación aplicada a asociaciones.
11.6. Evaluación de indicadores en los programas de acción social ¿Quién y cómo
se evalúa?
11.7. Casos prácticos
Bibliografía
He aquí un buen criterio para medir al genio: observad si progresa o sólo
da vueltas sobre sí mismo.
11.1. INTRODUCCIÓN
En los últimos años, desde la caída de la situación de creciente prosperidad
social de la mayoría de los países industrializados, han surgido numerosos debates
que sitúan en entredicho la efectividad de la acción social y la conveniencia de
EVA SOTOMAYOR, MARTA GARCÍA-DOMINGO Y TOMÁS ALBERICH
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las políticas sociales, que podrían haber respondido en mayor medida a intereses
partidistas o particulares cortoplacistas, más que a una estrategia de intervención
sostenible.
Ello tiene como consecuencia, entre otras, la necesidad creciente de evaluar
las políticas sociales desde un enfoque científico y objetivo, que dé respuesta a
la demanda de eficacia y operatividad del gasto público y la racionalización del
mismo, debido a la crisis presupuestaria de los últimos años en relación con la
creciente demanda social.
En definitiva la pobreza es cada vez mayor en España y los problemas sociales
se intensifican y se diversifican.1
Por tanto, para saber cómo evoluciona una sociedad o para establecer un
diagnóstico social es necesario realizar un análisis de la realidad y, a partir de esa
necesidad de conocer, de investigar, nace la necesidad de evaluar.
11.2. REFLEXIONES PREVIAS EN TORNO A LA EVALUACIÓN DE
PROGRAMAS
A la hora de abordar un tema de tal importancia como es la evaluación de pro-
gramas sociales, hemos de tener en cuenta que este ámbito de conocimiento y de
trabajo está imbuido de bastantes imprecisiones y planteamientos confusos, lo que
hace necesario plantear un debate previo en el cual se expongan estas debilidades
o incongruencias.
Todos evaluamos nuestros actos y los de los demás, de una manera u otra, y se
tanto los aspectos más globales (nivel socioeconómico, político, evolución de la
cotidiana: cómo ha salido determinada actividad (que es lo que consideramos que
actuación o determinadas actividades programadas. Como dijimos en el primer
capítulo de esta obra, la sociedad planifica desde siempre y en la medida en que
se planifica se evalúan las experiencias para poder planificar mejor.
cabe destacar que existen diferencias sustanciales entre ambas. A nivel macro, ya
sea estatal o internacional, existe la tendencia a emplear solo indicadores cuanti-
1 Para conocer más ampliamente la situación de la pobreza en España en la actualidad, al objeto
de conocer con mayor profundidad como se producen los problemas sociales y, por tanto, se hace
lecturas:
- Tezanos, José Félix, et al. 2013. En los bordes de la pobreza. Familias vulnerables en tiempos
de Crisis. Biblioteca Nueva. Madrid
- Fundación FOESSA. Desigualdad y Derechos Sociales. Cáritas 2013.
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tativos de evaluación, establecidos de manera sistemática (Ej.: datos del Producto
-
nalmente al servicio del poder, que es quien se reserva el azar y atribuye la norma
En el segundo caso, a nivel micro o particular (por ejemplo en la evaluación
subjetiva, por el número de asistentes a la actividad o, simplemente, por el sabor
de boca que nos ha dejado el acto realizado y el comentario que hacemos nada
más terminar la actividad.
En este sentido, pese a la indiscutible variedad de procedimientos desde los
que puede ser abordada la evaluación de Programas y de políticas públicas, el
rigor metodológico a aplicar en la actividad evaluadora no puede verse afectado.
En primer lugar existe un diferencia entre los términos “evaluación de progra-
program evaluationevaluation research
define la evaluación de programas como
conjunto de principios, estrategias y procesos que fundamentan la eva-
luación de toda acción o conjunto de acciones desarrolladas de forma
pertinentes que contribuyan a mejorar las estrategias de intervención
social. Si el objetivo de un programa es mejorar las condiciones sociales,
el propósito de la evaluación es mejorar los propios programas. (Rossi,
Resulta particularmente interesante la reflexión realizada por De Miguel en
torno a esta disciplina, a la cual haremos referencia en las próximas líneas. Se
define la investigación evaluativa como “la aplicación de los principios y proce-
dimientos de la investigación social para comprobar sistemáticamente la eficacia
De estas definiciones se deduce que la evaluación de programas implica una
toma de decisiones posterior para cambiar las condiciones de dicho programa y
establecer las mejoras oportunas. Sin esa fase de corrección o acción posterior,
evaluar el impacto o la calidad de un programa carece de sentido. Por tanto con-
lleva que no sólo es necesario aplicar una adecuada metodología científica sino la
incorporación de una fase aplicada de intervención.
En la evaluación de políticas sociales se distinguen dos aspectos fundamen-
tales. Por un lado, la aplicación científica de un método adecuado para evaluar y
por el otro, la utilización que se va a hacer de los resultados de dicha evaluación.
A menudo, el/la investigador/a aborda la evaluación de Programas como la
propia investigación social. Estableciendo unos objetivos, una metodología, una
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