El servicio universal telefónico y el déficit de acceso en entornos liberalizados

AutorJ. Revuelta del Peral -Vicepresidente Telefónica

Fuente: REDETI Revista del Derecho de las Telecomunicaciones e Infraestructuras en Red

ORIGEN DE LOS CONCEPTOS DE SERVICIO UNIVERSAL

Y DÉFICIT DE ACCESO

La universalización del servicio telefónico y el déficit de acceso al mismo son conceptos asociados al objetivo histórico de desarrollo y expansión del servicio telefónico y su puesta a disposición de toda la sociedad a un precio asequible. No obstante, ambos conceptos atienden a principios distintos, ya que mientras la universalización del servicio telefónico se aplica con un criterio de marginalidad, para alcanzar determinados colectivos y zonas geográficas, el déficit del acceso tiene su origen en la existencia de estructuras de precios en los operadores tradicionales desequilibradas entre las tarifas fijas por disponibilidad del servicio telefónico y las variables en función del uso de la red, subvencionando estas últimas a las primeras para facilitar los objetivos históricos de extensión del servicio a precios asequibles.

El Servicio Universal consiste en la provisión de servicios de telecomunicaciones accesibles a todos los usuarios a un precio asequible, con una calidad determinada e independientemente de la ubicación geográfica, mientras que el déficit de acceso se corresponde con el desequilibrio entre el coste de poner a disposición del cliente la línea telefónica y los ingresos generados por el alquiler de la misma.

Con objeto de delimitar el alcance de estos términos y al margen de precisiones posteriores, se puede decir que existe déficit de acceso al servicio telefónico cuando los ingresos generados por el servicio de disponibilidad de línea de todos los clientes -cuota de conexión y cuota de abono mensual- no son suficientes para cubrir los costes totales correspondientes.

Por otra parte, existe coste neto de universalización del servicio cuando el coste de prestar el servicio telefónico a determinados colectivos de clientes y zonas geográficas del país, es superior a los ingresos generados por los mismos.

El déficit de acceso se produce básicamente por la evolución desigual de los costes en las distintas partes de la red, que no ha sido seguida por la evolución de los precios correspondientes. Es bien conocida la significativa reducción de costes producida en la red de larga distancia con la introducción de medios de transporte de capacidades varias veces superior a los utilizados anteriormente, lo que ha rebajado enormemente los costes unitarios. Sin embargo, en la red de acceso donde cada cliente tiene generalmente dedicados medios específicos, el coste repercutido de la mano de obra y de la infraestructura civil es muy significativo y sus costes se han visto reducidos sólo ligeramente y en algunos casos han aumentado.

Una vez establecida la diferencia entre los conceptos anteriores, conviene significar que ambos conceptos no son nuevos, sino que se han ido consolidando en paralelo con el desarrollo del sector, teniendo un tratamiento diferente en entornos monopólicos y en competencia.

En el período anterior a la liberalización plena del mercado de las telecomunicaciones, generalmente los servicios eran prestados en régimen de monopolio por operadores públicos cuya política de inversión y las tarifas venían condicionadas en gran parte por decisiones políticas, por lo que las eventuales pérdidas que pudieran suponer las obligaciones de Servicio Universal eran compensadas con decisiones de política tarifaria y con subsidios cruzados entre servicios. Las Autoridades Regulatorias y los Operadores de Telecomunicación han ido conciliando unas políticas inversoras expansivas con unas políticas tarifarias guiadas por un objetivo global como era el de generar los ingresos suficientes como para mantener el desarrollo del sector. En esta etapa primaba la extensión del servicio telefónico sobre otros aspectos tales como la rentabilización independiente de cada servicio más propios de períodos en competencia.

PROBLEMÁTICA DEL SERVICIO UNIVERSAL Y DÉFICIT

DE ACCESO EN MERCADOS EN COMPETENCIA

En la actualidad, a pesar de haberse alcanzado en Europa un elevado nivel de desarrollo del servicio telefónico y, tras la apertura de los mercados a la competencia, la obligación del Servicio Universal debe coexistir con la aplicación de criterios de rentabilidad servicio a servicio, lo que implica que los Organismos Reguladores deberán generar las condiciones necesarias para que pueda prestarse el Servicio Universal sin que se produzcan cargas excesivas y desequilibradas que desvirtúen el desarrollo de la competencia efectiva y eliminar lo más rápidamente posible problemas como el del déficit de acceso, cuya supervivencia acentúa los desequilibrios en la prestación del Servicio Universal y es uno de los principales indicadores de un nivel insuficiente de reequilibrio tarifario.

En ambientes liberalizados, el mantenimiento del desequilibrio tarifario del operador establecido podría llevar al mercado a situaciones de ineficiencia al facilitar la entrada en el mismo de operadores que, aprovechándose del diferencial de precios existente en estos servicios, tienen un amplio margen para operar con precios más bajos que el operador tradicional, sin buscar la eficiencia de sus operaciones, quedando además para este operador las obligaciones de Servicio Universal.

Parece lógico concluir de todo lo anterior que uno de los procesos clave que se debería haber producido en cada uno de los países, de manera previa a la liberalización del mercado, sería el del reequilibrio de los precios de referencia del mercado, que son los del operador establecido, para eliminar los subsidios cruzados entre servicios, alineando las tarifas a sus costes y, en concreto, ajustando al alza las tarifas de la cuota de abono y del servicio metropolitano y a la baja, las tarifas de los servicios de larga distancia.

De hecho, este es el proceso que se ha producido en la mayoría de los países y cuya necesidad en España, fue una de las razones argumentadas para solicitar un período transitorio que retrasara la puesta en marcha de la liberalización total y que permitiera llevar a cabo el reequilibrio.

En el cuadro 1 se hace una comparación de la evolución de las estructuras tarifarias de las llamadas de los principales operadores europeos desde 1980. Para llevar a cabo la comparación se ha expresado cada una de las estructuras tarifarias en términos del precio de una llamada urbana de tres minutos, indicativo del número de llamadas urbanas contenidas en una llamada de tres minutos de cada uno del resto de servicios. La amplitud de la horquilla y la evolución de ésta va a ser precisamente un buen reflejo del nivel de desequilibrio mantenido o del nivel de reequilibrio alcanzado. Como ejemplo en 1980, una llamada a Japón equivalía a 580 llamadas urbanas, en tanto que en Italia y Reino Unido se precisaban 70 y 75 respectivamente, y no porque la llamada a Japón desde España fuera más cara, todo lo contrario, la tarifa inglesa era superior a la española, sino porque la llamada urbana española era unas 10...

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