Taller de trabajo sobre las Cuestiones Institucionales y Metodológicas de la Gestión a Largo Plazo de los Recursos...

AutorAngela Liberatore
CargoComisión Europea, DGXII/D-5

La Dirección General de la Investigación (DG XII) y la Unidad de Estudios Prospectivos de la Comisión organizó un taller de trabajo en Bruselas el 13 de mayo de 1996 cuyo objetivo era propiciar un intercambio de información sobre la investigación, en curso o terminada recientemente, de los aspectos institucionales, socioeconómicos y metodológicos de la gestión sostenible a largo plazo del agua.

Se examinaron en la reunión los factores determinantes de las tendencias de la oferta y la demanda del agua, y las probables implicaciones de estas tendencias. Los expertos notaron que variaciones entre los Estados Miembros en las metodologías empleadas para la recogida y comunicación de datos dificulta la comparación e integración de los mismos. Además, el sistema de oferta y demanda es, en realidad, un sistema "complejo", y los modelos de simulación deberían incluir variables de ajuste tales como el impacto de un nivel superior de suministro sobre demanda, y los factores socioeconómicos.

No obstante, es evidente que en muchas partes de Europa la demanda del agua está en alza, debido en buena medida a factores socioeconómicos y demográficos. La reforma agraria en algunos países de la Europa Central y Oriental ha reducido por el momento la demanda agrícola, pero es probable que se verá invertida esta tendencia a medida que se resuelven las cuestiones de la titularidad de la tierra. Una de las posibles consecuencias de una mayor demanda del agua puede ser el planteamiento de cuestiones relacionadas con la gestión de los recursos hidráulicos que son patrimonio de más de un país, imposibles de resolver dentro de los marcos nacionales de planificación.

Los expertos subrayaron que la planificación de la gestión del agua no puede basarse en promedios que ocultan diferencias regionales e interregionales. Muchos países pueden padecer graves problemas regionales con el agua aun cuando parezcan satisfactorios los promedios nacionales de cantidad y calidad. De la misma manera son los años atípicos los que se caracterizan por las sequías e inundaciones.

Se notó que si bien las alzas de precio pueden tener alguna incidencia en los niveles de la demanda urbana, es la percepción pública de la severidad de la escasez del agua la que puede influir más en el consumo doméstico del agua.

Teniendo en cuenta tanto los probables cambios en la demanda del agua, como el posible impacto del cambio climático sobre el régimen hidrológico, es importante asegurar que uno de los criterios de diseño de los sistemas de abastecimiento de agua sea la "robustez ante un futuro incierto".

Los países de Europa operan una amplia variedad de sistemas de gestión del agua, entre los que se encuentran diferentes proporciones de responsabilidad gestora privada y pública, diferentes niveles de control centralizado y diversas filosofías sobre el papel relativo de los instrumentos tecnológicos, económicos, políticos y sociales para equilibrar la oferta y la demanda. El sistema de cada país refleja en buena medida su contexto histórico y cultural, más bien que la topografía o el clima.

Se notó la necesidad de evaluar el sistema nacional de innovación y comprender las alternativas técnicas que se eligen dentro de cada país. No obstante, en la actualidad la mayoría de los problemas tocantes al recurso hidráulico existen no por falta de soluciones tecnológicas apropiadas sino por problemas sociales e institucionales que obstaculizan el proceso decisorio. Ejemplos de tales problemas son: la fragmentación de la toma de decisiones para la gestión del agua (tanto por sectores como a nivel geográfico), y la incompatibilidad de la estructura de los organismos existentes y los nuevos objetivos de la gestión del agua (incluidas las directivas de la UE).

La ingeniería y la economía son los instrumentos clásicos para equilibrar la oferta y la demanda del agua. No obstante, para promover el desarrollo sostenible, es preciso incluir también en el proceso de planificación las metas socioeconómicas y medioambientales, así como la consideración del clima cultural y político. Resulta que lo que puede parecer la "mejor" solución técnica no sea la óptima solución para la sociedad en conjunto. Los expertos concluyeron que el contexto cambiante hace difícil continuar utilizando la 'vieja' lógica de la gestión de la infraestructura (aumentando continuamente el suministro para satisfacer la demanda) y que hay que destacar la gestión de la demanda en el futuro. Además, los subsidios "ocultos" a los usuarios del agua deberían incorporarse al proceso decisorio como una variable concreta.

En general se consideró que las directivas del agua de la UE han desempeñado un papel importante al inculcar una mayor sensibilización sobre el tema y mejorar la calidad de las aguas superficiales europeas. No obstante hubo alguna inquietud de que en ciertas situaciones las directivas pudiesen animar a los planificadores nacionales a pensar que el objetivo era el cumplimiento a rajatabla de los preceptos más bien que la optimización de la gestión del agua. Se notó que las directivas se han implantado de muy distintas formas entre los países. La decisión sobre cómo implantarlas a menudo es influida por lo que sea factible social y políticamente en cada situación nacional. En todo caso, tanto los legisladores como los participantes menores (los usuarios) deberían jugar un papel más activo en el desarrollo de las políticas.

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