Los sujetos activos y las víctimas de la trata

AutorCésar Herrero Herrero
Cargo del AutorDoctor en Derecho, Graduado Superior en Criminología, Licenciado en Ciencias Policiales y de Seguridad. Facultativo Jurista del M. D. I. (Jubilado) Profesor de Derecho Penal y de Criminología
Páginas369-391
CAPÍTULO VEINTIDÓS
LOS SUJETOS ACTIVOS
Y LAS VÍCTIMAS DE LA TRATA
A. INTRODUCCIÓN
Venimos viendo, a través de los Capítulos anteriores, próxi-
mos al actual, qué hemos de entender por Trata de seres huma-
nos, tanto desde el punto de vista jurídico como criminológico.
Hemos descrito, asimismo, su fenomenología, o formas de apa-
recer de este extenso fenómeno delincuencial. La pregunta que,
a continuación, se presenta como lógica, por su concatenación
con las precedentes, es la de quiénes llevan a cabo tales com-
portamientos, considerados como gravísimamente dañosos
para el ser humano. Por tanto, quiénes son y cómo son sus
sujetos activos.
Y, por supuesto, como antítesis correlacional, hemos de
abordar el problema de sus víctimas, de las víctimas. Sobre
todo, de las víctimas inmediatas, directas. Ambos, autores y
víctimas, aunque en planos antagónicos, que no inconexos, son
los protagonistas de la tragedia. Unos, creándola o ejecutándo-
la. Las otras, sufriéndola en carnes propias o vicarias. Porque,
además, no puede pasarse por alto que la Trata de seres huma-
nos viene, casi siempre, acompañada de una compleja y plural
victimización.
«La trata de esclavos en la era actual —comenta uno de los
«Informes», ya citados, de la Secretaría de Estado de Estados
Unidos de América— representa una amenaza multifacética
para todos los países. Además de la miseria personal que causa
este abuso de los derechos humanos, es cada vez más clara su
conexión con el crimen organizado y con las graves amenazas
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a la seguridad que representan el tráfico de drogas y de armas.
También lo es la conexión que existe con graves preocupacio-
nes de salud pública, dado que las víctimas contraen enferme-
dades, ya sea debido a malas condiciones de vida o por las rela-
ciones sexuales forzadas, que a su vez son introducidas en
nuevas comunidades. Un país que opta por restar importancia
al problema de la trata de personas a favor de otros problemas
apremiantes, lo hace por su propia cuenta y riesgo. Es desespe-
radamente necesario que se actúe de inmediato.» 1
Lo que acaba de afirmarse no es una sorpresa porque, como
ya hemos asegurado, la Trata de personas es una de las áreas
más relevantes de la Delincuencia organizada. Tanto, de la
interna 2 como de la transnacional 3 .
Teniendo, pues, en cuenta las precedentes reflexiones, abor-
damos, a continuación, ambas precitadas cuestiones.
B. LOS SUJETOS ACTIVOS DE LA TRATA
DE PERSONAS. SU PERFIL SOCIOGRÁFICO
Y ORGÁNICO
En un reciente estudio, patrocinado por Caritas Española,
partiendo de tres fuentes fundamentales desde un plano inter-
nacional (UNODC, OIT Y el Departamento de Estado de
Estados Unidos), manifiesta que la información disponible
revela que la gran mayoría de estos delincuentes, de entre los
arrestados en una gran cantidad de países, son nacionales del
1 «Informe Anual sobre la Trata de personas 2004», ya citado, p. 2. En el
mismo sentido, un «Informe» elaborado por la Gendarmería Real de Canadá,
advierte que : «Numerosas personas sospechosas de trata de personas son aso-
ciadas a otras actividades del crimen organizado, como complots de muerte,
fraudes en relación con tarjetas de crédito, fraude hipotecario, fraude en materia
de inmigración, y el proxenetismo organizado.» («La traite de personnes au cana-
da: Évaluation de la menace», Rapport de la Gendarmerie Royale du Canada,
septembre, 2010, p.1 del estudio. Texto, en www.grc-rcmp. gc.ca).
2 La trata intranacional ha de ser considerada como fenómeno a «gran
escala». Asi lo ponen de manifiesto Informes oficiales y extraoficiales.
3 No puede olvidarse que el «Protocolo de Trata de Personas», de Naciones
Unidas, está inserto, precisamente, dentro de la «Convención de Naciones Uni-
das contra la Delincuencia Organizada Trasnacional».

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