El subsidio agrario por desempleo a través de sus cifras en Andalucía (1984-2000)

AutorJosé Manuel Cansino Muñoz-Repiso
CargoDepartamento de Teoría Económica y Teoría política, Universidad de Sevilla.
Páginas71-89

El subsidio agrario por desempleo a través de sus cifras en Andalucía (1984-2000) JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO * 1. NOTA INTRODUCTORIA: OBJETIVOS Y FUENTES ESTADÍSTICAS E n términos reales, el desequilibrio regional existente en España tiene una de sus más claras manifestacio- nes en los diferenciales en tasas de desem- pleo entre regiones. Para el caso de Andalucía la tasa de desempleo estimada a partir de la EPA para 1999 mantiene una di- ferencia de más de diez puntos con respecto a la media nacional 1 . Lo elevado de esa distancia y su carácter de persistente ha motivado a distintos auto- res a indagar sobre los factores determinan- tes de este comportamiento divergente 2 . Desde esta perspectiva Castillo, Duce y Jimeno (1994) han señalado, como uno de los factores explicativos de este diferencial, la existencia de un subsidio especial para determinados trabajadores agrarios, así como las ayudas públicas articuladas por el antiguo Plan de Empleo Rural actualmente denominado Pro- grama para el Fomento del Empleo Agrario. El hecho de que este subsidio sólo pueda ser percibido por los trabajadores eventuales agrarios desempleados cuya residencia radi- que en algún municipio de las regiones extre- meña y andaluza 3 , vincula indudablemente la prestación pública al territorio, afectando con ello a la movilidad geográfica de la mano de obra. Desde el punto de vista de los flujos migratorios, Andalucía debería ser una re- gión exportadora de mano de obra debido a su diferencial de paro, sin embargo no ocurre así según el estudio de Castillo, Duce y Jimeno (1994) 4 . 71 * Departamento de Teoría Económica y Teoría polí- tica, Universidad de Sevilla. 1 La tasa de desempleo andaluza se situó en el 26,8% frente al 15,9 % registrado como media nacional. 2 Véase recientemente GÓMEZ, F. (1999). La Economía Política de la relación inflación-desempleo. Tesis doctoral. 3 La legislación establece que el subsidio agrario se aplicará en aquellas regiones donde el paro estacional de los trabajadores agrarios eventuales sea superior a la media nacional y donde el número de estos sea proporcional- mente superior al de otras zonas agrarias. La especificación de las regiones de Andalucía y Extremadura como recepto- ras del subsidio se realiza actualmente en la Disposición adicional primera RD 5/1997 de 10 de enero por el que se regula el subsidio por desempleo a favor de los traba- jadores eventuales del REASS. La no inclusión de otras regiones españolas como beneficiarias de este tipo de subsidios planteó una cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional desestimada por Senten- cia del citado Tribunal de 11 de mayo de 1989. 4 Como es sabido, sobre la movilidad geográfica de la mano de obra influyen otros factores como la accesibi- lidad a la vivienda. Las conclusiones del trabajo citado podrían verse matizadas como consecuencia de la mejo- ra en la accesibilidad a la vivienda asociada a las reduc- ciones en los tipos de interés hipotecarios cuyo mínimo se alcanzó en 1999. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 Conscientes de que el subsidio agrario por desempleo puede explicar sólo una parte del diferencial de paro existente entre Andalucía y la media española, también creemos que su importancia justifica el esfuerzo de cuantifi- car de manera precisa las cifras de las varia- bles más relevantes asociadas tanto a este tipo de prestación como, en menor medida, al Plan de Empleo Rural 5 . Este artículo tiene como objetivos determi- nar la evolución del número de beneficiarios del subsidio agrario por desempleo en Anda- lucía así como de la cuantía que dicho gasto supone para la Administración Pública tanto en términos de pesetas corrientes como en pesetas constantes. En aquellas magnitudes donde las varia- bles sexo y edad sean significativas, se han tenido en cuenta. El artículo también analiza la accesibili- dad al subsidio agrario por parte de los traba- jadores eventuales desempleados. La citada accesibilidad se analiza desde el requisito del número mínimo de jornadas que el trabaja- dor debe acreditar ante la Administración para devengar el derecho al cobro del subsidio. Igualmente se ha considerado la evolución del empleo absorbido por el sector agrario. Otros aspectos como las prácticas fraudu- lentas que pueden estar relacionadas con este tipo de prestación asistencial de la Segu- ridad Social también son tenidos en cuenta. Los datos analizados han sido elaborados y suministrados para esta investigación por el Insituto Nacional de Empleo (INEM), orga- nismo responsable de la gestión de las funcio- nes y servicios derivados del subsidio agrario. La actualización de esa información ha teni- do como fuente el Boletín de Estadísticas La- borales del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Los datos del Instituto de Estadísti- ca de Andalucía han servido para completar algunos aspectos de la investigación. Las cifras corresponden esencialmente al periodo 1984-1999, coincidiendo el inicio de la serie con la entrada en vigor del Subsidio de Desempleo de Trabajadores Eventuales Agrarios (SDTEA), si bien en otros casos se ha considerado un periodo temporal más li- mitado: 1990-2000. 2. EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO AGRARIO POR DESEMPLEO El subsidio agrario por desempleo, al que pueden tener acceso los trabajadores agrarios eventuales andaluces y extremeños, tiene el carácter de prestación asistencial y su regu- lación específica la realiza el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS). Este subsidio fue creado por el RD 323/1983 de 28 de Diciembre 6 , entrando en vigor el 1 de enero de 1984 y regulando, entre otros aspectos, el subsi- dio agrario que sustituyó al sistema de empleo comunitario vigente desde 1971. En la modalidad general 7 del subsidio agrario, para alcanzar la condición de benefi- ciario del mismo, la normativa vigente esta- blece esencialmente los siguientes requisitos: --- Estar desempleado. --- Ser trabajador por cuenta ajena, even- tual y estar inscrito en el Censo del RE- ASS y en situación de alta o asimilada al alta. 72 5 Seguimos manteniendo esta denominación dada su mayor divulgación a pesar de que, como se ha seña- lado, actualmente se denomina Programa de Fomento de Empleo Agrario. INFORMES Y ESTUDIOS 6 Este Real Decreto fue posteriormente modificado por el RD 2298/1984 de 26 de diciembre para adaptar algunos de sus artículos a la Ley 31/1984 de Protección por Desempleo. 7 Existe en este mismo ámbito una modalidad espe- cial del subsidio para trabajadores eventuales agrarios mayores de 52 años cuya diferencia fundamental con el caso general está en la mayor duración temporal del de- recho al cobro del subsidio. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 --- Tener domicilio en alguna localidad de Andalucía o Extremadura. --- Tener 16 o más años de edad y no haber cumplido la edad mínima que permita obtener una pensión de jubilación. --- Tener cubierto en el REASS un mínimo de jornadas cotizadas. --- Carecer en el momento de la solicitud y durante la percepción del subsidio, de rentas de cualquier naturaleza, indivi- duales o familiares según el caso 8 , que en cómputo anual superen los máximos legalmente establecidos. La Tabla 1 y el Gráfico 1 muestran, para el peridodo 1984-00, que el aumento en el nú- mero de beneficiarios del subsidio agrario en la región de Andalucía ha sido del 29'4 % 9 . No obstante, esta cifra oculta comporta- mientos absolutamente divergentes en la evolución del número de beneficiarios si dife- renciamos según sexos. De esta forma, mientras que la cifra de va- rones beneficiarios del subsidio agrario en Andalucía descendió en un 36'9 % en el perio- do 1984-00, el número de mujeres beneficia- rias se multiplicó prácticamente por seis (un crecimiento del 585'7 %). El aumento en el número de beneficiarios del subsidio agrario está explicado exclusiva- 73 JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO 8 En el caso de las rentas individuales éstas no de- ben superar la cuantía del Salario Mínimo Interprofesio- nal vigente excluidas las pagas extraordinarias. En el caso de que el solicitante del subsidio conviva en una unidad familiar con personas mayores de 16 años, el requisito de carencia de renta sólo se entiende cumplido cuando, además de no poseer rentas propias, la suma de las rentas de todos los integrantes de la uni- dad familiar sea inferior, en cómputo anual, a los si- guientes límites de rentas acumuladas. Número de miembros de la familia mayores de 16 años Límite de rentas 9 Este primer resultado debe ser, no obstante, mati- zado. Los datos elaborados por la Dirección Provincial del INEM de Sevilla para este trabajo, son los correspon- dientes al periodo 1984-98; sus cifras son sensiblemente inferiores a las extraidas del Boletín de Estadísticas Labo- rales del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y que han sido las consideradas para los años 1999 y 2000. Si se considera únicamente el periodo 1984-98, el incre- mento en el número de beneficiarios del subsidio agra- rio es del 13,6 %. TABLA 1. EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO AGRARIO POR SEXO EN ANDALUCÍA Años Andalucía Hombres Mujeres Total 1 (1) Media anual extraida del Boletín de Estadísticas Labo- rales. Marzo, 2000. (2) Datos referidos al mes de enero. Boletín de Estadísti- cas Laborales. Marzo, 2000. Fuente: INEM. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 mente por el aumento del número de mujeres que han devengado el derecho a recibir el subsidio agrario. Como se observa claramente en el Gráfico 1, desde 1991 el número de mujeres percep- toras del subsidio agrario es superior al de varores. Este aumento ha compensado sobra- damente el descenso en el número de hom- bres subsidiados, descenso que ha sido especialmente intenso en años de expansión económica 10 . Adicionalmente debe subrayarse que des- de la entrada en vigor del subsidio agrario en 1984, la tendencia observada en el número de beneficiarios del mismo ha sido ascendente hasta 1990, siendo particularmente intenso el aumento en el número de mujeres benefi- ciarias de la prestación. Desde ese año se in- vierte la tendencia 11 sin que la cifra final se haya situado aún por debajo del nivel de 1984. La Tabla 2 y el Gráfico 2 presentan, desa- gregados por provincias, la evolución del nú- mero de beneficiarios del subsidio en el periodo 1990-2000. Por provincias, Sevilla y Córdoba absorben el mayor número de bene- ficiarios del subsidio frente a Almería que es la que registra el menor número de subsidia- dos. Con datos conjuntos para las regiones de Extremadura y Andalucía, la Tabla 3 y el Gráfico 3 muestran la evolución del número de beneficiarios del subsidio agrario clasifica- dos según sexo y edad. 74 Número de beneficiarios INFORMES Y ESTUDIOS 10 En un marco definido por un sector agrario pro- gresivamente excedentario en mano de obra los flujos de trabajadores se han dirigido fundamentalmente a los sectores de la construcción y de la hostelería. GRÁFICO 1. EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO AGRARIO POR SEXO EN ANDALUCÍA 0 50000 100000 150000 200000 250000 300000 1234567891011121314151617 Años HOMBRES MUJERES TOTAL 11 En el caso de los beneficiarios varones, el descen- so se aprecia desde 1989. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 75 Córdoba Granada Málaga Cádiz Huelva Almería Jaén JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO GRÁFICO 2 0 10000 20000 30000 40000 50000 60000 70000 80000 90000 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000(*) Años Sevilla Beneficiarios del subsidio agrario REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 76 INFORMES Y ESTUDIOS TABLA 3. BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO AGRARIO SEGÚN SEXO Y EDAD AÑOS TOTAL VARONES MUJERES Total 16-19 20-24 25-54 55 y + Total 16-19 20-24 25-54 55 y + Total 16-19 20-24 25-54 55 y + 1990 294,7 17,7 50,7 187,4 39,0 160,8 8,7 27,5 100,1 24,5 133,9 8,9 23,2 87,3 14,5 1991 236,3 15,6 47,1 147,2 26,4 115,9 7,9 25,0 68,2 14,8 120,4 7,7 22,1 79,0 11,6 1992 201,4 7,5 28,2 133,6 338 98,5 3,6 17,3 62,7 18,5 102,9 3,8 14,6 70,1 14,5 1993 223,9 6,9 30,5 149,1 37,4 109,1 3,7 15,6 69,7 20,1 114,8 3,2 14,9 79,4 17,3 1994 227,2 6,3 30,2 153,9 36,8 109,2 3,4 15,9 71,0 18,8 118,1 2,9 14,3 82,9 17,9 1995 216,1 4,6 26,2 147,5 37,9 10,42 2,5 14,0 68,8 18,8 111,9 2,1 12,1 78,7 19,1 1996 192,3 2,7 18,8 128,3 42,2 93,5 1,5 10,4 61,6 19,9 98,8 1,2 8,3 66,7 22,5 1997 192,7 2,5 17,5 130,9 41,9 91,9 1,3 9,8 62,0 18,8 100,8 1,1 7,7 68,8 23,1 1998 201,6 2,9 17,2 135,9 45,5 93,2 1,5 9,3 62,5 19,8 108,4 1,4 7,9 73,4 25,7 1999 210,7 3,7 16,9 140,4 50,1 94,0 1,7 8,6 62,3 21,4 116,6 1,6 8,2 78,1 28,7 Fuente: INEM. TABLA 2. BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO AGRARIO POR PROVINCIAS AÑOS TOTAL Almería Cádiz Córboda Granada Huelva Jaén Málaga Sevilla 1990 257.600 10.500 24.400 40.600 34.100 25.500 21.800 21.500 79.200 1991 206.200 8.300 16.600 33.700 28.100 18.600 24.400 20.300 56.100 1992 173.900 7.400 14.600 31.100 23.700 13.100 23.100 18.200 42.800 1993 196.300 8.400 17.900 34.300 25.800 15.400 24.500 19.400 50.700 1994 198.900 7.900 18.700 35.000 25.500 16.500 24.000 18.800 52.500 1995 188.200 7.400 18.200 33.000 24.700 16.100 22.700 17.800 48.400 1996 167.400 6.800 16.700 29.800 23.700 13.400 19.900 16.900 40.200 1997 168.600 7.000 16.500 29.700 23.200 14.100 20.400 18.100 39.700 1998 177.400 7.700 16.200 31.600 23.000 14.100 22.000 19.000 43.700 1999 184040 8.020 16.180 32.820 24.845 14.750 22.050 19.900 45.400 2000 (*) 176.500 7.600 16.200 29.800 23.700 16.600 21.600 18.400 42.600 (*) Dato recogido por el Boletín de Estadísticas Laborales (marzo, 2000) correspondiente al mes de enero de 2000. Fuente: Boletín de Estadísticas laborales. Marzo, 2000. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 77 JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO 0 20 40 60 80 100 120 V 16-19 V 20-24 V 25-54 V 55 y más M16-19 M20-24 M25-54 M55 y más 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Número de beneficiarios GRÁFICO 3. BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO AGRARIO SEGÚN SEXO Y EDAD REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 Si clasificamos a los beneficiarios del sub- sidio agrario según su edad, observamos que para ambos sexos el intervalo de edad en el que se sitúa el mayor número de beneficiarios es el de 25 a 54 años; siendo el número de mu- jeres beneficiarias superior al de varones en diez mil personas como media del periodo 1990-99. 3. EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE JORNADAS TRABAJADAS Como se ha señalado en el apartado 2, uno de los requisitos para acceder al cobro del subsidio agrario es el de tener cubierto en el REASS un número mínimo de jornadas coti- zadas; con carácter general el RD 273/1995 de 24 de febrero exigía un total de 40 jorna- das. Tras la firma en noviembre de 1996 del Acuerdo para el Empleo y la Protección So- cial Agraria, el número de jornadas exigidas es de 35 en los 12 meses anteriores a la situa- ción de desempleo 12 y 13 . Estar empleado un número mínimo de jor- nadas es, de esta manera, un requisito esen- cial para devengar el derecho al cobro del subsidio; sin embargo, el sector agrario es un sector excedentario en mano de obra debido a la creciente mecanización de tareas tradicio- nales de cultivo y recolección y a la desinver- sión en cultivos intensivos en mano de obra, consecuencia de la aplicación de la política agrícola de la Unión Europea. Esta situación, común en toda la UE, se tradujo para 1999 en un descenso medio del 3 % de la mano de obra empleada en el campo. La Tabla 4 y el Gráfico 4 muestran la evolución del empleo y desempleo agrario español en el periodo 1990-2000. Particular- mente ilustrativa es la evolución del empleo absorbido por este sector que, para el perio- do considerado, ha sufrido un descenso del 31'1 %. El descenso en el empleo agrario tiene también su expresión en la disminución del número de jornadas trabajadas. La Tabla 5 y el Gráfico 5 muestran la evolución del nú- mero global de jornadas trabajadas en An- dalucía y Extremadura para el periodo 1984-98. Globalmente el número de jorna- das trabajadas ha descendido en un 8'3 %, descenso que ha sido particularmente in- tenso en Extremadura ---34 %--- mientras que en Andalucía, el número de jornadas tra- bajadas en 1998 eran un 2'36 % menos que las trabajadas en 1984. Con un creciente número de beneficia- rios del subsidio, según se ha mostrado en las Tablas 1, 2 y 3, un número de jornadas 78 INFORMES Y ESTUDIOS TABLA 4. EMPLEADOS Y DESEMPLEADOS EN EL SECTOR AGRARIO Años Empleados en agricultura, ganadería, caza y silvicultura (*) Desempleados en el sector agrario. (*) 1990 1.391.100 200.500 1991 1.251.700 196.200 1992 1.167.000 193.100 1993 1.707.800 212.500 1994 1.072.200 224.500 1995 1.040.000 244.500 1996 1.015.000 234.200 1997 1.011.000 249.200 1998 1.005.000 225.300 1999 958.400 207.600 (*) La definición del sector es diferente en la fuente utiliza- da según se refiera a la mano de obra empleada o al núme- ro de desempleados. Fuente: Boletín de Estadísiticas Laborales. Marzo, 2000. 12 El requisito del periodo mínimo de cotización se flexibiliza para los trabajadores que, teniendo menos de 35 jornadas reales cotizadas, tengan cargas familiares. 13 En el cómputo de jornadas cotizadas se pueden contabilizar las trabajadas en faenas agrícolas temporales en el extranjero, siempre que el Órgano competente del Ministerio de Trabajo haya visado el contrato de trabajo y certifique las jornadas realizadas. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 trabajadas que desciende anualmente según muestra la tabla 5, el requisito de un número mínimo de jornadas reales trabajadas para poder acceder a la percepción del subsidio es una barrera de acceso al sistema de protec- ción cada vez más difícil de sortear.. Para contribuir a paliar esta situación el INEM destina créditos con cargo a sus presu- puestos anuales para fomentar empleo a tra- vés de la ejecución de programas dirigidos a trabajadores eventuales desempleados 14 ; es- tas dotaciones constituyen el Plan de Empleo Rural o Programa para el Fomento del Em- pleo Agrario. El Plan de Empleo Rural (PER) se articula esencialmente con base en acuer- dos entre el INEM y los ayuntamientos de es- 79 JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO 0 200000 400000 600000 800000 1000000 1200000 1400000 12345678910 Años Empleados Desempleados GRÁFICO 4. EMPLEADOS Y DESEMPLEADOS EN EL SECTOR AGRARIO TABLA 5. NÚMERO DE JORNADAS TRABAJADAS AÑO Andalucía Extremadura Total 1984 8.139.445 1.873.114 10.012.559 1985 9.746.235 1.744.210 11.490.445 1986 12.012.772 1.999.848 14.012.620 1987 13.344.692 2.259.007 15.603.699 1988 16.347.097 2.631.672 18.978.769 1989 17.594.442 2.766.778 20.361.220 1990 19.029.995 2.784.848 21.814.843 1991 13.311.245 1.941.299 15.252.544 1992 11.530.077 1.880.688 13.410.765 1993 11.405.646 1.804.530 13.210.176 1994 11.105.244 1.982.339 13.087.583 1995 8.723.249 1.533.489 10.256.738 1996 6.630.444 1.324.214 7.954.658 1997 7.485.104 1.226.661 8.711.765 1998 7.946.919 1.234.850 9.181.769 Fuente: INEM. 14 Los trabajadores cuya contratación se pretende fomentar son trabajadores eventuales agrarios, si bien no con carácter exclusivo. De manera especial los trabaja- dores más beneficiados son los de menor cualificación los cuales han de representar con carácter general el 80 % del total de trabajadores contratados. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 tas dos regiones, con la intención de que los trabajadores eventuales agrarios inscritos en el REASS participen, a través del correspon- diente contrato de trabajo, generalmente, en la ejecución de obras de infraestructuras res- ponsabilidad de los municipios. La normativa establece que se considera como situación de alta en el REASS y, por tanto, computable en la determinación del periodo de cotización el tiempo que el trabaja- dor haya estado cotizando al REASS con oca- sión del trabajo realizado en obras afectadas al Acuerdo para el Empleo y Protección So- cial Agrarios, u otras asimiladas. Los créditos que el INEM habilita para financiar estas obras cubren los costes sala- riales y de cotización al REASS de los traba- jadores eventuales agrarios contratados para la ejecución de proyectos que cumplan dos requisitos 15 : a) que estén relacionados con el desarro- llo del medio rural, con la conservación y de- sarrollo del patrimonio forestal y el medio ambiente y con la creación y mejora de infraes- tructuras y b) que su ejecución no coincida temporalmente con las campañas agrícolas de la zona. De esta forma este tipo de actuaciones per- siguen dos objetivos, por una parte sirven como complemento de renta para trabajado- res eventuales en épocas de escasa actividad agrícola y por otra parte suponen la posibili- dad para el trabajador de justificar un núme- ro adicional de jornadas trabajadas que le permitan acceder al cobro del subsidio agra- rio. Para el caso de Andalucía, los créditos ha- bilitados para los planes de empleo rural se recogen en la Tabla 6. 80 INFORMES Y ESTUDIOS 0 5000000 10000000 15000000 20000000 25000000 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 ANDALUCIA EXTREMADURA TOTAL GRÁFICO 5. NÚMERO DE JORNADAS TRABAJADAS 15 Los créditos también subvencionan otras medi- das relacionadas con la formación profesional ocupa- cional y con la puesta en funcionamiento de casas de ofi- cio. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 4. EVOLUCIÓN DEL GASTO POR SUBSIDIO AGRARIO La cuantía del subsidio por desempleo es del 75 % del salario mínimo interprofesio- nal vigente en cada momento para los tra- bajadores no eventuales, excluida la parte proporcional de dos pagas extraor- dinarias, y comprenderá, además, la apor- tación del trabajador al REASS durante el periodo de percepción del subsidio. Para 1999 y trabajadores mayores de dieciocho años, el salario mínimo interprofesional diario fue de 2.309 ptas. Actualmente y con carácter general 16 , la duración del subsidio es de 180 días reparti- dos a lo largo de los doce meses del año de la siguiente forma: el número máximo de días de percepción del subsidio es igual a la dife- rencia entre treinta y el número de días que el beneficiario declara como trabajadas. Este mecanismo de cómputo es, a nuestro juicio, el origen de un potencial comportamiento frau- dulento en la percepción del subsidio agrario. La cifras más significativas relacionadas con la evolución del gasto por subsidio agra- rio se muestran en las Tablas 7 y 8 así como en los gráficos 6 y 7. La Tabla 7 muestra que para el periodo considerado, el gasto total que el subsidio agrario supone para el INEM se ha multipli- cado por más de 2'5. Según se desprende de la Tabla 8 medido en pesetas constantes de 1984 el gasto que el subsidio agrario en Andalucía representa para la Administración Pública aumentó en el periodo 1984-98 en un 76'3 %. 5. LA PROTECCIÓN A LOS TRABAJADORES EVENTUALES AGRARIOS Y EL FRAUDE Existe una triple perspectiva desde la que la opinión pública puede percibir comporta- mientos fraudulentos anidados en el sistema integrado de protección de los trabajadores eventuales agrarios. En primer lugar se cuestiona la eficiencia con la que se gestionan los fondos que el INEM desti- na a la financiación de obras de infraestructura, para cuya ejecución se contrata prioritariamente a trabajadores eventuales agrarios en situación 81 JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO TABLA 6. CRÉDITO TOTAL ASIGNADO POR EL INEM A LOS PLANES DE EMPLEO RURAL EN ANDALUCÍA (*). Millones de pesetas corrientes 1984 4.417,68 1985 8.709,77 1986 9.876,2 1987 11.045,7 1988 11.379,25 1989 12.430,01 1990 12.097,34 1991 12.401,2 1992 11.286,9 1993 14.704,28 1994 11.748,37 1995 16.942,4 1996 15.540,57 1997 19.024,5 1998 24.832,84 1999 22.157,51 2000 19.075,93 (**) (*) Incluye: Presupuesto ordinario, Fondo Social Europeo, y créditos extraordinarios por inclemencias climatológicas. (**) A esta cantidad hay que añadir 790 millones estable- cidos en el Convenio INEM-Junta de Andalucía acogidos a la Orden Ministerial de 19/12/97. Fuente: INEM. 16 Para trabajadores mayores de 52 años que se be- nefician del subsidio especial, la duración anual del sub- sidio es de 360 días. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 82 INFORMES Y ESTUDIOS TABLA 7. GASTO EN CONCEPTO DE SUBSIDIO AGRARIO POR PROVINCIAS (Millones de pesetas corrientes) Años ANDALUCÍA Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga Sevilla Total 1984 1.064 4.580 5.103 4.111 1.840 4.352 3.655 9.383 34.088 1985 1.102 4.005 5.289 4.342 2.383 4.746 3.384 10.091 35.342 1986 1.870 5.073 7.263 6.654 3.608 6.273 4.630 13.375 48.746 1987 2.128 5.718 8.500 7.999 5.120 6.818 5.102 16.563 57.948 1988 2.558 6.060 10.296 9.414 6.592 7.225 5.750 18.707 66.602 1989 3.188 7.069 12.001 10.580 7.672 7.269 6.562 21.208 75.549 1990 3.584 7.257 13.188 11.699 8.754 7.789 7.409 23.108 82.788 1991 3.711 6.620 13.766 11.929 7.673 9.133 7.891 21.193 81.916 1992 3.442 6.570 14.269 11.874 6.541 9.617 8.206 20.137 80.656 1993 3.768 7.371 15.617 12.417 7.657 10.694 9.091 21.323 87.938 1994 3.826 7.891 16.165 12.962 7.947 10.937 9.545 22.454 91.727 1995 4.322 9.391 18.315 14.925 9.269 12.655 10.866 26.564 106.307 1996 4.432 9.620 18.785 15.925 9.607 12.822 11.544 27.392 110.127 1997 4.583 9.885 19.252 16.268 9.594 13.747 11.969 27.551 112.849 1998 4.991 10.470 20.566 17.402 9.973 14.973 12.892 29.757 121.024 Fuente: INEM. TABLA 8. GASTO EN CONCEPTO DE SUBSIDIO AGRARIO POR PROVINCIAS (Millones de pesetas constantes) Años ANDALUCÍA Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga Sevilla Total 1984 1.064 4.580 5.103 4.111 1.840 4.352 3.655 9.383 34.088 1985 1.123 3.719 4.911 4.032 2.213 4.407 3.142 9.370 32.817 1986 1.563 4.241 6.072 5.563 3.016 5.244 3.871 11.182 40.754 1987 1.681 4.516 6.714 6.318 4.044 5.385 4.030 13.082 45.771 1988 1.912 4.530 7.697 7.038 4.928 5.401 4.299 13.985 49.791 1989 2.225 4.935 8.378 7.386 5.356 5.074 4.581 14.805 52.740 1990 2.329 4.715 8.569 7.602 5.688 5.061 4.814 15.015 53.794 1991 2.250 4.014 8.348 7.234 4.653 5.538 4.785 12.851 49.673 1992 1.956 3.734 8.109 6.748 3.737 5.465 4.664 11.444 45.838 1993 2.052 4.015 8.506 6.763 4.170 5.824 4.951 11.813 47.895 1994 2.004 4.134 8.468 6.790 4.163 5.729 5.000 11.762 48.049 1995 2.157 4.688 9.143 7.450 4.627 6.317 5.424 13.260 53.067 1996 2.141 4.648 9.076 7.694 4.642 6.195 5.577 13.234 53.208 1997 2.326 5.017 9.772 8.257 4.870 6.977 6.075 13.984 57.278 1998 2.479 5.200 10.214 8.643 4.953 7.436 6.403 14.779 60.106 Fuente: INEM. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 83 TOTAL CÓRDOBA SEVILLA ALMERÍA CÁDIZ GRANADA JAÉN MÁLAGA JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO 0 20000 40000 60000 80000 100000 120000 140000 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 Años Gasto en pesetas corrientes GRÁFICO 6. GASTO EN CONCEPTO DE SUBSIDIO AGRARIO POR PROVINCIAS (Millones de pesetas corrientes) REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 84 Gasto en pesetas constantes SEVILLA CÓRDOBA GRANADA ALMERÍA HUELVA CÁDIZ JAÉN MÁLAGA INFORMES Y ESTUDIOS 0 2.000 4.000 6.000 8.000 10.000 12.000 14.000 16.000 123456789101112131415 Años ALMERIA CADIZ CORDOBA GRANADA HUELVA JAEN MALAGA SEVILLA GRÁFICO 7. GASTO EN CONCEPTO DE SUBSIDIO AGRARIO POR PROVINCIAS (Millones de pesetas constantes) REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 de desempleo. En no pocos ayuntamientos los fondos del Plan de Empleo Rural se utilizan por ejemplo para el montaje de la caseta de feria 17 . La ejecución de las obras se dilata frecuente- mente en el tiempo con la única intención de au- mentar el número de jornadas trabajadas y con ello facilitar el acceso de los trabajadores even- tuales contratados al subsidio agrario. En segundo lugar, la potestad de la autori- dad municipal en la decisión de contratación de trabajadores eventuales para la ejecución de obras de infraestructura puede devenir en prácticas de clientelismo político. La identifica- ción de la autoridad municipal como empleador y catalizador del acceso al subsidio a un tiempo puede influir sobre el comportamiento electoral de los beneficiarios. Junto a este fenómeno, la concesión de jornadas falsas por parte de alcal- des con el fin de facilitar el acceso de algunos vecinos al cobro del subsidio, ha derivado en conocidos procesos judiciales. Finalmente pero no por ello menos impor- tante, el comportamiento fraudulento puede estar en el sistema de acceso al cobro del sub- sidio agrario 18 . Las causas de este comporta- miento fueron objeto de estudio en Cansino (1996). Los datos que a continuación se ofre- cen pueden ilustrar esta afirmación. La Tabla 9 y el Gráfico 8 muestran la evo- lución de los beneficiarios del subsidio agra- rio clasificados según su sexo y el número de jornadas reales que declaran trabajar en cada mes. La mayor parte de las mujeres beneficia- rias declaran haber trabajado al mes entre 0 y 7 jornadas 19 en definitiva, las necesarias para que en cómputo anual alcancen el mínimo de 35 jornadas establecidas legalmente. 85 JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO TABLA 9. BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO AGRARIO SEGÚN SEXO Y NÚMERO DE JORNADAS MENSUALES TRABAJADAS. Años TOTAL VARONES MUJERES Total De 0 a 7 jornadas trabajadas en el mes Más de 7 jornadas trabajadas en el mes Total De 0 a 7 jornadas trabajadas en el mes Más de 7 jornadas trabajadas en el mes Total De 0 a 7 jornadas trabajadas en el mes Más de 7 jornadas trabajadas en el mes 1990 294,7 185,2 109,4 160,8 91,7 69,1 133,9 93,5 40,0 1991 236,6 145,2 91,1 115,9 63,3 52,4 120,4 81,7 38,7 1992 201,4 133,4 68,0 98,5 62,1 36,3 102,9 71,3 31,6 1993 223,9 156,7 76,2 109,1 72,4 36,7 114,8 84,3 30,5 1994 227,2 161,7 65,4 109,2 72,4 36,8 118,1 89,3 28,8 1995 216,1 165,2 50,9 104,2 75,1 29,1 111,9 90,1 21,8 1996 192,3 152,5 39,8 93,5 69,3 24,2 98,8 83,2 15,6 1997 192,7 151,0 41,7 91,1 68,1 23,8 100,8 82,9 17,9 1998 201,6 156,6 45,0 93,2 68,4 28,4 108,4 88,2 20,1 1999 210,7 167,9 42,8 94,0 71,3 22,7 116,6 96,5 20,1 Fuente: INEM. 17 Este comportamiento es particularmente relevan- te por los efectos «crowding in» asociados a la inversión en capital público básico que dejan de producirse como consecuencia de la ineficiente gestión pública, fenóme- no que no es característico de ningún sector económico sino de la gestión pública realizada en cada caso. Vid. ASCHAUER (1989 a y 1989b) y CARAMÉS y LAGO (199). 18 Para un tratamiento de esta cuestión desde la perspectiva de la Teoría de la Evasión Fiscal véanse CAN- SINO (1996) y CANSINO y GÓMEZ (1997). 19 En el caso de los varones el porcentaje de benefi- ciarios que declaran trabajar entre 0 y 7 jornadas es no- tablemente inferior al de las mujeres. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 En Cansino y Román (1998) explicamos que este comportamiento diferencial entre varones y mujeres, con respecto al número de jornadas que se declaran trabajar al mes, está relacionado con la entrada de la segunda renta al mercado de trabajo con la única finali- dad de acceder a la percepción del subsidio agrario. Para ello, dentro de un modelo de ofer- ta de trabajo en la que la unidad de decisión es la familia 20 , suele haber un trasvase de jorna- das entre la primera y la segunda renta me- diando la colaboración del empleador 21 . El resultado final es que el INEM recibe men- sualmente la comunicación del número de jornadas trabajadas una vez que la primera y la segunda renta se han garantizado el acceso al subsidio. Como ha indicado Talego (1995), los gru- pos domésticos jornaleros no sólo aparecen como unidades de consumo sino también, como una unidad indispensable en la búsque- da de recursos económicos al diseñar una es- trategia conjunta en función de la cantidad total de trabajo disponible. En parte dicha es- trategia consiste en aumentar, en la medida de lo posible, el número de individuos de la unidad familiar que tiene derecho a la per- cepción del subsidio agrario. Véase en este sentido también Cansino y Gómez (1997). 6. CONCLUSIONES Como conclusiones podemos establecer lo siguiente: 86 Gasto en pesetas constantes INFORMES Y ESTUDIOS 0 20 40 60 80 100 12345678910 D e 0 a 7 jornadas trabajadas en e mes.Varones Más de 7 ornadas trabajadas en e mes.Varones De 0 a 7 jornadas trabajadas en e mes. Muje re s Más de 7 jornadas trabajadas en e mes.Muje re s . GRÁFICO 8. BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO AGRARIO SEGÚN SEXO Y NÚMERO DE JORNADAS TRABAJADAS 20 Este es el modelo desarrollado en CANSINO (1996) y CANSINO y GÓMEZ (1996). Véase también en este senti- do TALEGO (1995). 21 El empleador debe comunicar al INEM el núme- ro de jornadas trabajadas al mes, pudiéndose llegar a acuerdos económicos con los beneficiarios que incurren en fraude perticipando de una parte del volumen total de ingresos recibidos en concepto de subsidio agrario. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 1. Para el periodo 1984-2000, el aumento del número de beneficiarios del subsidio agrario en Andalucía, ha sido del 29,4 %. 2. Si incorporamos la variable sexo en el análisis de la evolución del número de benefi- ciarios del subsidio, puede concluirse que el aumento en la cifra global de beneficiarios del subsidio se ha debido exclusivamente al aumento del número de mujeres beneficia- rias, aumento que ha compensado sobrada- mente el descenso en el número de varones beneficiarios. 3. Si consideramos la edad de los benefi- ciarios los resultados determinan que el in- tervalo de edad en el que se sitúa el mayor número de beneficiarios es el comprendido entre los 25 y los 54 años, siendo el número de mujeres superior al de varones en unas diez mil personas. 4. El número de jornadas trabajadas en el sector agrícola ha descendido en un 8,3 % durante el periodo considerado y en las regio- nes beneficiarias del subsidio; este descenso ha sido especialmente intenso en Andalucía donde el número total de jornadas trabajadas descendió en un 34 %. 5. El descenso en el número de jornadas trabajadas dificulta el acceso de los trabaja- dores eventuales al cobro del subsidio agrario debido a la obligación de justificar un número mínimo de jornadas anuales. La Administra- ción ha intentado mitigar esta situación con la financiación de planes de ocupación rela- cionados con la inversión pública en infraes- tructura. 6. El gasto por subsidio agrario medido en pesetas constantes experimentó un au- mento del 62,7 % en el periodo 1984-98; la mayor parte de ese crecimiento ---el 76,3 %--- fue debido al aumento del gasto en Andalu- cía. 7. Finalmente, los posibles comportamien- tos irregulares anidados en el SDTEA están re- lacionados con la eficiencia en la gestión de los fondos destinados a infraestructuras, con comportamientos de fidelización del electora- do y con el propio sistema de acceso al cobro del subsidio. BIBLIOGRAFÍA. ALLINGHAM, M.G. y A. SANDMO (1972): «Income Tax Evasion: A Theoretical Analysis». Journal of Public Economics nº 1. CANSINO, J. M. (1996). «Incentivos y posibilidades de fraude al sistema de subsidio por desempleo del REASS». Investigación Agraria. Sección Economía. Vol. 11 (3). Ministerio de Agricultu- ra, Pesca y Alimentación. CANSINO, J. M. (1997). «Magnitud y efectos de la brecha fiscal en el mercado de trabajo agrario. El caso de la provincia de Sevilla». Revista Es- pañola de Economía Agraria, nº 180 (2). Minis- terio de Agricultura, Pesca y Alimentación. CANSINO, J. M. y GÓMEZ, F. (1997). «Subsidio agra- rio y cotización de trabajadores eventuales: efec- tos sobre el mercado de trabajo agrario andaluz». Cuadernos de Estudios Empresaria- les, nº 7. Universidad Complutense de Madrid. CANSINO, J. M. y ROMÁN, R. (1998). «Incidencia del subsidio agrario en el déficit financiero del ré- gimen Espacial Agrario de la Seguridad So- cial». Anales de Estudios Empresariales. Universidad de Valladolid. CANSINO, J. M., GÓMEZ, F. y ROMÁN, R (2000). «Some effects of sector public's intervetion in the rural's labour market: The case of Andalu- sian and Extremadura regions». 56 Congress of the International Institute of Public Finan- ce. Seville, August 28-31th. 2.000. CASTILLO, S. y JIMENO, J. F. (1996): «¿Tiene el paro un componente demográfico?». Papeles de Eco- nomía Española, nº 67. CASTILLO, S.; DUCE, R. M. y JIMENO, J. F. (1994): «El mercado de trabajo en Andalucía: factores de- terminantes del paro masivo y persistente». Boletín Estadístico de Andalucía nº 18. FERNÁDEZ CAVADA, J.L. (1994): «La población activa agraria y la participación de inmigrantes en el mercado de trabajo agrario». Papeles de Econo- mía Española, nº 60/61. 87 JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 GÓMEZ, F. (1999). La Economía Política de la relación inflación-desempleo. Tesis docto- ral. Universidad de Sevilla. Mimeo. LARRAIN, C. y VELASQUEZ, P. (1994): «Seguro de de- sempleo: enfoques teóricos y evidencia empíri- ca». Revista Internacional de Seguridad Social, vol. 47. TALEGO, (1995): «Los grupos domésticos jornaleros: producción de hijos y preparación de la fuerza de trabajo. El caso de Lebrija». Revista de Estu- dios Regionales, nº 41. 88 INFORMES Y ESTUDIOS REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOSSOCIALES 31 RESUMEN: El subsidio agrario regulado por el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social desde 1984, es una de las tres actuaciones específicas que el sector público mantiene para el co- lectivo de trabajadores eventuales agrarios en las regiones de Andalucía y Extremadura. Este artículo tiene como objetivos determinar la evolución del número de beneficiarios del subsidio agrario así como de la cuantía que dicho gasto supone para la Administración Pú- blica. En aquellas magnitudes donde las variables sexo y edad sean significativas, se han tenido en cuenta. El artículo también analiza la accesibilidad al subsidio agrario por parte de los trabajadores eventuales desempleados, teniendo en cuenta el requisito del número mínimo de jornadas que el trabajador debe acreditar ante la Administración para devengar el derecho al cobro del subsidio. Otros aspectos, como las prácticas fraudulentas que pue- den estar relacionadas con este tipo de prestación asistencial de la Seguridad Social, tam- bién son tenidos en cuenta. Las cifras corresponden al periodo 1984-1999, coincidiendo el inicio de la serie con la entrada en vigor del SATEA. 89 JOSÉ MANUEL CANSINO MUÑOZ-REPISO REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31

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