La simulación y el role-playing como herramientas para el aprendizaje activo del derecho internacional público
Autor | Ignacio Álvarez Arcá |
Cargo del Autor | Universidad de Málaga |
Páginas | 185-194 |
— 185—
CAPÍTULO
LA SIMULACIÓN Y EL ROLE-PLAYING COMO HERRAMIENTAS PARA EL
APRENDIZAJE ACTIVO DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
IGNACIO ÁLVAREZ ARCÁ
Universidad de Málaga
INTRODUCCIÓN
En el estudio del Derecho internacional público confluyen diversas dificultades
para un alumnado que, habitualmente, no cuenta con las herramientas necesarias
para afrontar por sí mismo la compleja tarea de comprender, en todas sus
dimensiones, las particularidades de esta rama del Derecho. A este hecho hemos de
sumar que el estudio de la disciplina, al menos en la Universidad de Málaga, tiene lugar
en el comienzo de la andadura universitaria. Esto dificulta aún más la ruptura de los
marcos conceptuales con los que el estudiantado acostumbra a desenvolverse, pues
en la mayoría de las ocasiones los fundamentos generales de la disciplina jurídica no
están lo suficientemente asentados como para inducir a una reflexión fructífera.
Esta situación deriva en dos cuestiones: la primera de ellas es la dificultad para
comprender el funcionamiento de las relaciones que tienen lugar en el seno de la
sociedad internacional y, con ello, de un marco normativo sustentado, en esencia,
sobre el consentimiento, es decir, sobre la transacción y la autonomía de la voluntad;
la segunda es la búsqueda de soluciones simples a situaciones complejas, fruto sin
duda de la mencionada falta de comprensión. La superación de estos obstáculos
constituye un reto para el docente que, habituado al estudio de la disciplina, no sólo
ha de transmitir los fundamentos de la disciplina, sino que debe alcanzar el nivel de
detalle suficiente para que el alumnado comprenda en todas sus dimensiones el
Derecho internacional público.
Sin duda alguna, las explicaciones teóricas son esenciales para alcanzar el
objetivo principal: transmitir las nociones básicas de la asignatura y que éstas
reviertan en una mejora de la comprensión de la materia. No obstante, ni esto sucede
en todas las ocasiones, ni tampoco debería ser el objetivo principal de la enseñanza
universitaria, al menos tal y como la concebimos. El fin último de la universidad es
formar a individuos críticos, capaces de comprender la complejidad de las relaciones
que acontecen en la sociedad internacional para que puedan contribuir, de una forma
u otra, en la mejora del ordenamiento jurídico internacional.
De esta manera, las metodologías de aprendizaje activo se presentan como una
herramienta interesante desde el punto de vista intelectual y efectivas desde el
teleológico para alcanzar los objetivos que acabamos de enumerar. En la experiencia
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