Parte general.La simulación relativa: Concepto y supuestos.
Autor | Maria Isabel de la Iglesia Monje |
Cargo | Profesora contratada doctora |
Páginas | 1627-1628 |
Page 1627
Simular un negocio equivale a fingir o a aparentar una declaración de voluntad o la celebración de un acuerdo de voluntades que en realidad no son los queridos por las partes. De forma que se produce una discrepancia entre la voluntad negocial de las partes con la declaración de las mismas 1.
Uno de los ejemplos más característicos de la simulación consiste en celebrar un negocio distinto al aparentemente celebrado. La doctrina ha calificado estos supuestos como de simulación relativa, pues la ficción negocial encubre un negocio verdaderamente celebrado que en realidad se mantiene oculto.
De esta forma podemos desentrañar la existencia de:
- el negocio aparente o ficticio -también llamado negocio simulado-, - y, el negocio jurídico verdaderamente celebrado, llamado negocio disimulado u oculto.
La finalidad perseguida por las partes al celebrar este tipo de negocios puede obedecer a diferentes causas (realizar un negocio prohibido a través de otro formalmente permitido, ofrecer una garantía complementaria a nuestro acreedor...).
Fines que, según puede observarse, pueden ser lícitos o ilícitos por ir en contra del ordenamiento jurídico en su conjunto. En ambos supuestos la simulación conlleva el engaño de los terceros, de personas extrañas al negocio jurídico aparentado o simulado.
De todos es sabido que el artículo 1.255 del Código Civil posibilita la autonomía de la voluntad de las partes, pero limitado a no ser contrarios a las leyes, a la moral, ni al orden público; principio que traza una línea divisoria entre lo permitido a las partes y lo a ella vedado.
Si ponemos en conexión este principio con la simulación descubrimos que generalmente los supuestos reales de simulación no suelen tener su causa en fines lícitos sino que por el contrario, es un mecanismo utilizado para conculcar reglas de carácter imperativo. El problema se centra en probar tal conculcación.
La simulación se configura doctrinalmente como un vicio de la causa o como una anomalía de la voluntad.
El nudo del problema reside en determinar la sanción de los negocios simulados y la eficacia del...
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