El significado de la adolescencia para la criminología

AutorChristopher H. Birkbeck
Cargo del AutorProfesor de Sociología y Criminología Universidad de Salford
Páginas157-169

Page 157

La actividad de ciertos jóvenes frente a los adultos ha sido siempre motivo de preocupación, sólo que hoy, en una época de cambio y quizás a causa de la desproporcionada cantidad de menores de 18 años que hay en la población mundial, parece más notoria

,

Rosa del Olmo, 1979: 14.

Indudablemente, la criminología tiene aportes que hacer a la reflexión sobre el tema de la adolescencia. Sin embargo, el enfoque que he elegido para organizar este breve ensayo invierte el orden de los conceptos y pregunta por el significado de la adolescencia para la criminología. Ello obedece a mi percepción que la criminología no tiene un planteamiento acabado sobre la adolescencia, situación esta que no es, para nada, problemática. Como veremos, la adolescencia suscita preguntas e inquietudes que conducen al corazón del quehacer criminológico, y allí nos encontramos con los aciertos, incertidumbres, avances y estancamientos que caracterizan cualquier disciplina científica. En todo caso, la recensión de ese cúmulo de reflexiones y análisis, por más provisionales que sean, nos revela dimensiones interesantes de la adolescencia -dimensiones que deben ser incorporadas a los planteamientos que resultan de los otros enfoques disciplinarios sobre el tema.

Dado lo anteriormente expuesto, no trataré como problemático el concepto de la adolescencia, sino que la entenderé -al igual que la define la ley venezolana- como el período de vida que se inicia a los doce años de edad, y termina con el cumplimiento de la edad de mayoría (Venezuela, 1998). Esa etapa vital encierra el inicio, en la mayoría de los casos, de la actividad delictiva y por ende llama obligatoriamente la atención de aquellos que buscan explicaciones para la delincuencia. En las breves consideraciones que siguen, reseñaré, en primer lugar, la investigación y planteamientos que han surgido en la criminología en torno a la relación empírica entre la edad y el comportamiento delictivo. Y en segundo lugar, me ocuparé del significado teórico que tiene la edad para las explicaciones de la delincuencia. Page 158

1. La edad: ¿una constante en la investigación criminológica?

Cuando los criminólogos examinan las variables asociadas con la conducta delictiva, encuentran dos que se destacan con gran frecuencia. La primera de ellas, que no será objeto de estudio en este ensayo, es el sexo de la persona (los hombres predominan -a razón de ocho o nueve hombres por cada mujer- en la actividad delictiva). La segunda de ellas, y la que nos ocupa aquí, es la edad. Si observamos el comportamiento delictivo de los diferentes grupos etarios, encontramos que la tasa varía considerablemente. El Gráfico No. 1 ilustra la forma típica de esa variación: antes de los diez años, la actividad delictiva es prácticamente nula; de diez a doce años de edad, la proporción de individuos que cometen delitos aumenta con una rapidez notable, alcanzando su tasa máxima a finales de la adolescencia o principios de la adultez joven. A partir de allí, hay una disminución paulatina de la tasa delictiva, llegando casi a cero a partir de los 60 o 65 años de edad.

Es menester recordar que la proporción de personas, en cualquier grupo etario, con participación en el delito (o por lo menos el delito de cierta gravedad), es baja, lo cual no es otra cosa que el reflejo de la delincuencia como una actividad de minoría. Sin embargo, el Gráfico No. 1 indica que hay una asociación entre edad y comportamiento delictivo. Ella no es directa (a mayor edad, mayor conducta delictiva) ni inversa (a mayor edad, menor conducta delictiva), sino curvilinea: en la medida en que ascienda la edad, primero aumenta la conducta delictiva y después la misma disminuye. Y de allí el posible significado de la edad para la explicación del comportamiento delictivo. Si el pico de la curva edaddelincuencia es muy pronunciado, ello denota una tendencia particularmente fuerte hacia la comisión de delitos en ciertos grupos etarios (como, por ejemplo, entre los adolescentes en el Gráfico No. 1). Entonces, cabe aplicar la estrategia típica de la criminología que estudia la etiología de la conducta delictiva, esta es, la comparación de grupos con altos y bajos niveles de comportamiento delictivo para ver en qué se diferencian (aparte de sus tasas delictivas). En este caso particular la pregunta es ¿Qué es lo que caracteriza al grupo etario con la máxima tasa delictiva, lo cual podría explicar su actividad delictiva?

Gráfico n.º 1: Una distribución típica de tasas delictivas según la edad

(Gráfico en Documento Pdf) Page 159

Sin embargo, antes de intentar la formulación de una respuesta a esta pregunta, es necesario recordar que la misma sólo tendrá valor si se cumplen dos requisitos:

  1. que el pico de la curva edad-delincuencia sea muy pronunciado, indicando una tendencia considerablemente mayor hacia la comisión de delitos por parte de un grupo etario en particular. De lo contrario, no habría una asociación marcada entre comportamiento delictivo y edad, y por ende ningún interés teórico en la edad como variable explicativa de la delincuencia.

  2. Que el pico de la curva edad-delincuencia se registre siempre en el mismo grupo etario, indicando una tendencia universal hacia la mayor comisión de delitos por parte de ese grupo. De lo contrario, estaríamos frente a una relación entre edad y comportamiento delictivo que varía según el período histórico y el lugar, restando significado teórico a un grupo etario (sea los adolescentes, sea los jóvenes adultos) en particular.

La relevancia de estos requisitos no es poca, dado que los criminólogos no han llegado a un acuerdo sobre si se cumplen o no. De allí que se ha presenciado un vivo debate en años recientes en la criminología norteamericana sobre la forma y significado de la curva edad-delincuencia. Para ilustrar ese debate, reseñaré los planteamientos de Gottfredson y Hirschi (Hirschi y Gottfredson, 1983; Gottfredson y Hirschi, 1990) y de Steffensmeier y Allan (1991), quienes han prestado particular atención al asunto.

El argumento de Gottfredson e Hirschi es bastante sencillo: existe una asociación entre la edad y el comportamiento delictivo que muestra la misma forma en cualquier lugar y cualquier período histórico. Esa asociación se observa en una curva edad-delincuencia como la que construimos, hipotéticamente, en el Gráfico No. 1, y por consiguiente incluye un pico muy pronunciado de altas tasas delictivas entre los adolescentes y/o jóvenes adultos. La postulación de esta asociación universal se basa en la presentación, por parte de estos autores, de ocho conjuntos de datos provenientes de tres países: Inglaterra (arrestos o condenas 1842-44; 1908; 1965), Estados Unidos (arrestos, 1977; delincuencia, 1945; infracciones cometidas en cárceles, 1975; accidentes de tránsito, 1977) y Argentina (delincuencia juvenil, 1965). Como podemos ver, los autores no solamente remiten a datos sobre la delincuencia, sino que incluyen datos sobre otros fenómenos (accidentes de tránsito, infracciones cometidas en la cárcel) que supuestamente indicarían la amplia influencia del efecto de la edad sobre el comportamiento del ser humano.

La afirmación, por parte de Gottfredson y Hirschi, de una asociación constante entre la edad y el comportamiento delictivo luce atractiva porque representaría uno de los pocos datos «firmes» de la criminología, el cual adquiriría gran importancia teórica. Sin embargo, su planteamiento se considera polémico, ya que Page 160

Gráfico n.º 2: La curva edad-delincuencia para tres delitos

(Gráfico en Documento Pdf)

Otros autores han aducido variaciones culturales e históricas en la curva edaddelincuencia. Por ejemplo, Rosa del Olmo observó:

...en el mundo occidental contemporáneo tendemos a esperar que la adolescencia sea una etapa de conducta perturbada, pero los antropólogos han señalado que en otras sociedades -como por ejemplo en Samoa- ésta no es una edad de ansiedad y conflicto, sino un período de transición tranquila de la niñez a la edad adulta. Esa tendencia del adolescente a diferenciarse Page 161 del adulto podría ser más bien producto de la cultura occidental a lo largo de la historia. (Del Olmo, 1979:14)

De modo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR