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Sexo, vampirismo y miedo

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Vincent
Páginas82-85

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El sexo y el MIEDO están íntimamente relacionados en la conducta humana, entendiéndose que la sexualidad no tiene sino una función espontánea, la cual es importante hasta el extremo que el hijo es la semisuma de los caracteres de los padres, de tal forma que pueden darse varios miles de posibilidades, lo que nos habla de la originalidad de la individualidad, así unos minutos antes o después del coito de mis padres la fórmula genética de mi propia personalidad ya no sería la misma así junto a la función reproductora hay que añadir la función de la comunicación general la que, si se altera, se distorsiona da lugar a la perversión, y es perverso todo aquello que no cumple con su función, la comunicación en la sexualidad debe ser global y consentida sea como, consentida en la intimidad funciones que al alterarse surge

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el MIEDO, el MIEDO de las perversiones entendiéndose un concepto amplio de la comunicación y la importancia de la caricia como forma de comunicación, que incluso puede extenderse a la caricia visual del desnudo de la pareja y esto en la intimidad, es decir en la soledad de las parejas, circunstancia contraria a la publicidad del que debe ser global es decir que abarque incluso a la característica de la sexualidad favoreciendo la estructuración del esquema corporal, conocimiento individual del propio cuerpo, así el conocimiento del pene se cumple en la vagina de la pareja, hecho que no se da en la homosexualidad, en la que se sufre una limitación existencial en que el MIEDO tiene una clara repercusión emocional y por tanto en los afectos que fácilmente se cargan de violencia, frustración causas del MIEDO en ocasiones en forma de pánico y ansiedad. El estudio de los cuadros neuróticos por la elaboración defectuosa de los vínculos infantiles surge el MIEDO en el que ocasionalmente, es este el que da lugar a la clínica psicopatológica.

Vampirismo

El vampirismo es un cuadro de perversión sexual, afortunadamente poco frecuente. La perversión es todo aquello que no cumple con su función, si bien debemos entender que la función sexual no es exclusivamente reproducción, sino que además incluye la comunicación entre la pareja la que debe ser libre, pero libre ante sí misma para poder decir «no», íntimo y total es decir que abarque a la personalidad por entero, incluidas las capa somática que es estimulada por factores instintivos emocionales y el ágape como donación en lenguaje de López Ibor que presta al amor...

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