La selección del árbitro
| Autor | Carlos Alberto Matheus López |
| Cargo | Universidad del País Vasco |
| Páginas | 181-223 |
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Universidad del País Vasco
“Sacrifica tu ego, nada más»
Abu Sa’id, Poemas
umArio: 1. Introducción. — 2. Factores objetivos de selección. A. Número de árbitros. B. Calificación profesional. C. Nacionalidad. D. Idioma. E. Disponibilidad. F. Impacto en la selección del presidente. G. Probable posición respecto a la controversia. H. Independencia e imparcialidad. I. Prestigio e influencia. — 3. Factores subjetivos de selección. — 4. Procedimiento práctico — 5. Entrevista de los candidatos. — 6. Modalidades de selección.
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IntroduCCIón
Debemos recordar que la selección del árbitro es un elemento axial para el correcto desarrollo del arbitraje91, pues como reza un viejo adagio de origen francófono “tant vaut l’arbitre, tant vaut l’arbitrage”92. Por tal razón, resulta de fundamental importancia que las partes sepan elegir a sus árbitros, puesto que de la calidad de estos últimos dependerá aquella del proceso arbitral93. Resultando evidente que esta máxima es pasible de ser extendida, mutatis mutandis, a los abogados y/o consejeros de las partes94
La selección de los árbitros es la parte más importante del arbitraje, la cual si es llevada a cabo correctamente, permitirá que el resto del proceso arbitral continué de forma previsible y finalmente se rinda un fallo en justicia95. Sin
embargo, dicha selección, a menudo, se realiza con prisa y sin meditar algunos factores, puesto que la mayoría de convenios arbitrales y reglas institucionales establecen límites temporales muy cortos para este importante proceso96
Por todo ello, estableceremos a continuación los diversos factores a analizarse y el procedimiento a seguir para una adecuada selección de los árbitros.
Con igual parecer Carbonneau, Thomas E. “The Exercise of Contract Freedom in the Making of Arbitration Agreements” en Vanderbilt Journal of Transnational Law, Volumen 36, Tennessee, 2003, pág. 1209, nos señala que “La selección de los árbitros es quizá el aspecto más crítico de cualquier arbitraje. Elegir a los árbitros correctos es instrumental a la eficiencia y eficacia del arbitraje”.
Es decir “tanto vale el árbitro, tanto vale el arbitraje” o, lo que es lo mismo, “el arbitraje vale lo que vale el árbitro”.
Lo cual converge con el hecho que “El árbitro vive y sobrevive de su reputación y es tal la razón por la cual se encuentra atento a toda crítica” (Lazareff, Serge “L’arbitre estil un Juge?” en Liber Amicorum Claude Reymond, Autour de l’arbitrage, Litec, Paris, 2004, pág. 177).
Con similar parecer Lalive, Pierre “Le Choix de L´arbitre” en Melanges Jacques Robert, Montchrestien, Paris, 1998, pág. 354.
Por el contrario “La selección descuidada puede llevar, en el mejor de los casos, a gastar más tiempo y dinero para conseguir el resultado favorable que habría sido necesario y, en el peor, a comprometer las perspectivas de éxito” (Morton, Peter “Selection and Appointment of PartyNominated Arbitrators”, K & LNG International Arbitration Symposium, [March 23], Londres, 2006, pág. 1).
Con similar parecer Carter, James H. “The Selection of Arbitrators” en The American Review of International Arbitration, Volumen 5, New York, 1994, pág. 84.
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faCtores objetIvos de seleCCIón
Los siguientes elementos importan la lista de factores de carácter objetivo que deben ser tomados en cuenta –desde la perspectiva de las partes– para efectos de decidir a quien designar como árbitro97
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número de árbitros
Un primer tema a determinar es el número de árbitros que -siempre en imparidad- deben ser elegidos98. Normalmente, ello vendrá establecido expresamente en el convenio arbitral, el cual específica si serán uno o tres árbitros.
Conviene observar a continuación las ventajas y desventajas que presenta la opción bien por uno o por tres árbitros.
Entre las ventajas que se predican respecto a la selección de un solo árbitro, se encuentra la velocidad de los procedimientos (empezando con la selección misma de éste la cual puede ser realizada de forma más rápida que la de tres árbitros99, y continuando con el desarrollo del proceso arbitral pues al árbitro único le será más fácil coordinar su disponibilidad con aquella de las partes y sus abogados100) y el menor gasto en
Para una mejor comprensión del tema ver Matheus López, Carlos Alberto “La Independencia e Imparcialidad del Árbitro”, Instituto Vasco de Derecho Procesal, San Sebastián, 2009, págs. 150-160.
Ver Matheus López, Carlos Alberto “Comparative Analysis Between the Peruvian Arbitration Law and the Arbitration Law of the Dubai International Financial Centre” en Journal of Arab Arbitration, Nº 4, Líbano, 2009, pág. 121; de forma similar Matheus López, Carlos Alberto “Notes on the New Legislative Decree that Norm the Arbitration in Peru” en Revista Română de Arbitraj, Nº 3, Bucarest, 2010, págs. 70-71.
Pues “la designación de tres árbitros puede tomar tiempo, especialmente cuando existe un desacuerdo sobre la designación del árbitro presidente” (Peter, wolfgang “Lawyers vs. Nonlawyers and One vs. Three Arbitrators” en The Arbitration Process, Kluwer Law International, La Haya, 2002, págs. 116).
Puesto que “puede resultar difícil reconciliar las agendas de los tres ocupados árbitros internacionales con aquellas de las partes y de sus consejeros. Uno debe admitir que ello puede retrasar el proceso. No obstante, la velocidad normalmente no debe tener prioridad sobre la calidad, y ésta hablaría aún en favor de tres árbitros” (Peter, “Lawyers vs…”, ob. cit., págs. 116).
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honorarios, pues sólo le costará a las partes cerca de un tercio de lo que un tribunal con tres miembros101
Sin embargo, en la práctica internacional existe comúnmente una aversión a lo desconocido y, en consecuencia, una tendencia de las partes a buscar la mayor previsibilidad en la constitución del órgano arbitral, optando así por la elección de un tribunal de tres miembros102. Por ello, si cada parte tiene el derecho de seleccionar a uno de los tres árbitros, y algún rol en la selección del tercero, ello respalda la confianza de éstas en la integridad del proceso103. Asimismo, un tribunal de tres miembros trae normalmente consigo un rico entrenamiento legal y otras experiencias, que permiten un mayor rigor tanto en el desarrollo del proceso como
Si bien la mayoría de autores señalan que el costo de un solo árbitro será menor –siendo este un atractivo argumento sobre todo en arbitrajes pequeños– y sostienen muchos que un proceso arbitral con un monto pequeño en disputa debe ser encargado a un árbitro joven –lo que implica suponer que éste acepte una remuneración baja–. Sin embargo, el error en tal razonamiento radica en el hecho que al comenzar el arbitraje, comúnmente, no es posible anticipar si éste arribará a complejos temas procesales y sustantivos, los cuales pueden resultar una muy dura prueba para un joven e inexperimentado árbitro, precisamente porque no tiene coárbitros con quienes discutir los temas (Peter, “Lawyers vs…”, ob. cit., págs. 114-115).
Pues, como antes vimos, “un árbitro único puede ser abrumado por la complejidad del arbitraje, el cual no está necesariamente en correlación con el monto en disputa. Sin embargo, [teniendo un tribunal] hay también un aspecto de comodidad y de sensación de que cada parte específica está representada en el panel” (Peter, “Lawyers vs…”, ob. cit., pág. 115).
Asimismo, si bien “Un árbitro único en un litigio pequeño permite ahorrar gastos y honorarios. En cambio, en los arbitrajes que ponen en juego intereses importantes o que plantean cuestiones complejas y delicadas, las partes desean que tres árbitros sean designados. La colegialidad, por el debate contradictorio de personalidades diversas que ésta implica, particularmente al momento de la deliberación, constituye una garantía de seguridad de una decisión superior al soliloquio del árbitro único, incluso si ésta no constituye siempre –basta con observar las anulaciones de laudos– la panacea universal. La constitución del tribunal arbitral será por otra parte a menudo más rápida ya que la experiencia pone de manifiesto que en los asuntos importantes, complejos o delicados, muchos árbitros únicos sondeados declinan la oferta que se les hace ya que odian llevar solos el peso de la deliberación” (Robine, Eric “Les Arbitres -Le Choix des Arbitres” en Revue de L´arbitrage, Número 2, Paris, 1990, pág. 327); en tal forma “no sólo existen razones legales si no también razones de salud psicológica en apoyo de un panel de tres árbitros” (Peter, “Lawyers vs…”, ob. cit., pág. 116).
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en la elaboración del laudo arbitral104. Ahora, si bien esta opción plural resulta mejor que aquella del árbitro singular, sin embargo, no se encuentra exenta de toda desventaja105
Por otro lado, para aquellos casos en los cuales las partes no han establecido el número de árbitros en el convenio arbitral, las reglas del arbitraje –sean convencionales106107 o institucionales– proporcionan normalmente un mecanismo que por defecto favorece automáticamente a uno o tres árbitros y, en el caso del arbitraje institucional, otorga a la institución administradora un cierto grado de discreción en la elaboración de tal decisión numérica108
Por ejemplo, el artículo 5.4 del Reglamento de Arbitraje de la LCIA, nos señala que “Salvo acuerdo por escrito de las partes en contrario o salvo que la Corte de la LCIA –atendiendo a las circunstancias del caso– estime apropiado un tribunal de tres árbitros, se nombrará un sólo árbitro”. Similarmente, el artículo 8 numeral 2 del Reglamento de Arbitraje de la CCI, nos señala que “Cuando las partes no se hayan puesto de acuerdo sobre el número de árbitros, la Corte nombrará un árbitro único, a menos que ésta considere que la...
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