Seguridad y misiones de paz del ejército del aire: pasado, presente y futuro

AutorFernando Suárez Bilbao
Cargo del AutorUniversidad Rey Juan Carlos
Páginas57-84
57
CAPÍTULO CUARTO.
SEGURIDAD Y MISIONES DE PAZ DEL EJÉRCITO
DEL AIRE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Fernando Suárez Bilbao
Universidad Rey Juan Carlos
ESPAÑA Y LA SEGURIDAD INTERNACIONAL
El papel del Ejército en el siglo XXI ha cambiado radicalmente no sólo desde
el punto de vista tecnológico y de organización de sus unidades sino también en
cuanto a sus objetivos y nes; y si algún Arma ha sido especialmente activa en estos
cambios esa ha sido Aviación.
Esta evolución ha sido fruto de un proceso que comenzó al término de la Segunda
Guerra Mundial como consecuencia de la creación de la ONU para resolver los con-
ictos por vía pacíca. Creada por la Carta de San Francisco de 26 de junio de 1945
en su artículo 1 establece sus nes: “Mantener la paz y la seguridad internacionales,
y con tal n: tomar medidas colectivas ecaces para prevenir y eliminar amenazas
a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y
lograr por medios pacícos, y de conformidad con los principios de la justicia y del
derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacio-
nales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz.”
Durante la denominada Guerra Fría el equilibro entre los bloques por un lado
limitaba la actuación de Naciones Unidas, sometida siempre al bloqueo por parte de
uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad –EEUU o URSS-, pero
al mismo tiempo se mantuvo siempre un control interno de las amenazas dentro
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de cada bloque generando un modelo propio de seguridad. Tras el n de la Guerra
Fría, el modelo de defensa cambio y también los peligros a los que se enfrentaba la
Comunidad Internacional. El nuevo equilibrio internacional ha multiplicado los
riesgos a la seguridad: el terrorismo internacional, lo estados fallidos y las tensiones
regionales heredadas, sugieren un panorama que ha propiciado la intervención más
activa de ONU desde entonces, bajo Misiones de Paz que no solo eran acciones
humanitarias sino también armadas1.
España es miembro de pleno derecho de la ONU desde 1955, y en 1976 se adhirió
a la Declaración de Derechos Humanos. Desde ese momento España reconoció al
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el papel de guardián de la paz y segu-
ridad internacional, y así se recoge en la Ley Orgánica de la Defensa 5/2005 de 17
de noviembre; España como país miembro se compromete a “unir nuestras fuerzas
para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, a asegurar, median-
te la aceptación de principios y la adopción de métodos, que no se usará la fuerza
armada sino en servicio del interés común...”.
Pero la actuación de España no es aislada ni unilateral, sino que surge al amparo
de su implicación en los organismos internacionales de Defensa. Ya el artículo 39 de
la Carta de Naciones Unidas establece que “El Consejo de Seguridad determinará la
existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresión
y hará recomendaciones o decidirá qué medidas serán tomadas de conformidad
con los artículos 41 y 42 para mantener o restablecer la paz y la seguridad inter-
nacionales”, se reere el art. 41 al uso de medidas pacícas y el 42 el uso “fuerzas
aéreas, navales o terrestres” para restablecer la paz y seguridad. Al hilo de las actua-
ciones del Consejo de Seguridad y en el cumplimiento de sus obligaciones interna-
cionales es como España se incorporó a una estrecha colaboración en la seguridad
internacional.
La decisión de una intervención por Naciones Unidas es un proceso complejo,
que se inicia con un acuerdo de la Asamblea General o más frecuentemente del
Consejo de Seguridad que debe contar con una mayoría de 9 miembros sobre 15 y,
por supuesto, sin el veto de ninguno de los cinco permanentes, a instancias de cual-
quier país miembro (art. 11 de la Carta de ONU). Adoptado el acuerdo se designa
un Comandante de Operación (COPER) y un Comandante de la Fuerza de inter-
vención (COMANFOR), es a partir de ahí cuando se establece la Conferencia de
Generación de Fuerzas, donde los países voluntariamente aportan contingentes y se
constituye el contingente de “Cascos Azules”. Lo más complejo en la coordinación
en el mando que exige la trasferencia del “control operativo” de los mandos nacio-
nales a los establecidos desde COMANFOR.
1 FELIU ORTEGA, L., Las misiones de las Fuerzas Armadas Españolas en el exterior, Foro de la
Sociedad Civil, Madrid, 2010, p. 22.

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