El sector agrario y la apuesta por el empleo verde
| Autor | Henar Álvarez Cuesta |
| Páginas | 65-68 |
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Dentro de los sectores de actividad más afectados por el cambio climático y más necesitados de ayuda a la hora de elaborar un plan de desarrollo sostenible frente al mismo, destaca, cuantitativa y cualitativamente, el sector agropecuario (el sector de la agricultura es el principal empleador a nivel mundial, con más de 1.000 millones de trabajadores; incluyendo un gran número de trabajadores pobres rurales y agricultores de subsistencia, sobre todo mujeres163).
No cabe duda que este sector supone un motor de crecimiento para numerosos países, sobre todo en vías de desarrollo, sin embargo, resulta ser, a la par, uno de los que más déficits de derechos laborales presentan ("los trabajadores agrícolas suelen enfrentar déficits de trabajo decente, trabajar por un salario y unos ingresos escasos en condiciones a veces peligrosas, y carecer de medios para abordar su situación de forma eficaz. Lograr el trabajo decente y mejorar la productividad en la agricultura son dos requisitos fundamentales para reducir la pobreza y estimular el crecimiento económico en las zonas rurales"164).
Los grupos más vulnerables en la agricultura son las mujeres y los niños. Las primeras, porque, pese a desempeñar un papel crucial en la actividad, en su mayor parte tienen trabajos atípicos u ocasionales; los segundos, porque más de la mitad de los niños trabajadores están empleados en la agricultura165. A la afirmación anterior se une la circunstancia concurrente (para ambos colectivos en muchas ocasiones) de los migrantes: en muchos países constituyen una parte creciente de la fuerza de trabajo agrícola, suelen ser víctimas de discriminación
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y hacen frente a grandes desventajas. De hecho, los trabajadores migrantes ocupados en la agricultura son particularmente vulnerables al trabajo forzoso166.
La respuesta, poliédrica, en este ámbito particular, no es otra que apostar por la agricultura sostenible, que prevé la integración de la salud medioambiental, la viabilidad económica y la equidad social, incluida la gestión de los recursos naturales; también promueve la reducción de la utilización, la sustitución o la eliminación de productos agroquímicos, como los pesticidas, los fertilizantes y otros agentes, "así como la utilización de medidas de protección del suelo tales como la labranza cero, el enriquecimiento con materia orgánica y métodos de irrigación para ahorrar agua"167.
Para afrontar los retos expuestos (desarrollo sostenible y trabajo decente, esto es, desarrollo rural sostenible) es preciso tener en cuenta, a nivel mundial, la necesidad de seguir estrategias distintas, de un lado, al resto de sectores productivos, y de otro, adaptadas a las características propias de cada "mundo rural". En este último sentido, la OCDE distingue cinco mundos rurales que requieren diferentes respuestas políticas: el de las empresas y los hogares que se dedican a la agricultura comercial a gran escala; el de las empresas y los propietarios de tierras tradicionales que no son internacionalmente competitivos; el de los hogares y las microempresas que se dedican a la agricultura de subsistencia; el de los hogares y las...
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