El rumor como base de la noticia en los medios digitales

AutorUfarte Ruiz, María José
Páginas105-117

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Introducción

A pesar de tratarse de un acontecimiento legendario, masivo y peculiar, el rumor es un fenómeno poco explorado. Los principales aportes teóricos se produjeron al promediar la Segunda Guerra Mundial, no registrándose luego grandes avances en su estudio. Al realizar una búsqueda bibliográfica, aparecen en primer plano los aportes realizados desde la psicología social. Muy atrás se encuentran algunas investigaciones provenientes de las teorías de la organización y de las ciencias de la información.

No obstante, y a pesar de las pocas huellas existentes, varios académicos de mediados del siglo XX lograron abordar con éxito este fenómeno tan huidizo. El aporte más importante fue el de George Allport y Leo Postman, de la Universidad de Harvard, que en 1947 publicaron The Psychology of Rumor, título que al castellano llegaría un par de años después como Psicología del Rumor. En esa obra los investigadores aportaron una definición que aún tiene vigencia: "Un rumor (...) es una proposición específica para creer, que se pasa de persona a persona, por lo general oralmente, sin medios probatorios seguros para demostrarla" (1967:11).

En el ámbito de la comunicación, el rumor, desgraciadamente, no es un fenómeno nuevo, pues existe mucho antes que el periodismo y que los medios de comunicación. La periodista y profesora de la Facultad de Comunicación de Sevilla Mª Ángeles Fernández Barrero (2014:20) explica: "En las gacetas del siglo XVIII los bulos y libelos eran una herramienta de poder bien conocida por reyes y validos y en el siglo

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XX los totalitarismo se sirvieron de falsedades como herramienta de desinformación propagandística".

En la actualidad, una regla elemental del periodismo serio es que el rumor no es noticia. La noticia se comprueba a través, como mínimo, de dos fuentes distintas, a poder ser contrapuestas y habitualmente bien informadas. Esta regla, sin embargo, está en fase de progresiva destrucción, tanto en la prensa española como extranjera. Se dan como noticias simples conjeturas. En este sentido, destaca Solozábal Echavarría (1988:58), que considera que "la exigencia de veracidad en la información no puede actuar como límite de la misma, pues la imposición de la contrastación suficiente de las noticias supondría unas restricciones sobre el ejercicio profesional del periodismo intolerables, descontando que la 'verdad', entendida como adecuación de la información a la realidad, sea gnoseológicamente posible". En el entorno digital la situación se agrava, ya que el rumor es altamente peligroso por la velocidad, la amplitud y la universalidad que adquiere su difusión y la dificultad para borrar su rastro. En definitiva, en los medios digitales el rumor es, sin duda, una moneda corriente entre las miles de informaciones que se cruzan cada día a través de correos electrónicos y páginas webs.

1. - Hipótesis iniciales

El portal Libertad Digital publicó el 2 de junio de 2008 {Libertad Digital, 2008): "España es el primer país del mundo en producir rumores a través de la red", aludiendo a un estudio del Observatorio de Internet, que señalaba que del centenar de rumores analizados, más del 70%, tienen su origen en este país y que el mecanismo de propagación más utilizado es el correo electrónico. El estudio, coordinado por el director del Observatorio, Francisco Canais, aseguraba: "La creación de rumores en el ciberespacio español se debe a que hay una gran estructura de bitácoras y foros pertenecientes al sector crítico de internet, con un gran poder de opinión, que actúan como un primer bastión en los que a diario se cuecen todo tipo de informaciones no confirmadas sobre algún hecho". Y añadía: "El rumor puede tener muchos formatos, desde textos muy básicos o mal redactados, hasta auténticos informes médicos o científicos que se descargan en sitios de Internet y que circulan alertando sobre las consecuencias de determinados productos, alimentos, etcétera".

Lo cierto es que el rumor en los medios digitales funciona como un agente infeccioso que se multiplica de forma exponencial e incontrolable, siendo la herramienta de manipulación perfecta. Los rumores corren y ganan peso, color, textura y riqueza de detalles, revelando no sólo la potencialidad creativa del grupo que lo disemina, sino también los elementos activos del imaginario colectivo de ese mismo grupo. Con la cultura del espectáculo, y en plena crisis de legitimidad de las fuentes, el rumor ha encontrado en el entorno digital un terreno abonado. Se han multiplicado los fines y las causas que lo motivan, pero también se han diversificado los cauces para su difusión en plena sociedad de la información, como precisa José Vidal-Beneyto (2006).

En este sentido, existen varias causas por las que un rumor irrumpe y reemplaza a la noticia. Entre éstas, la falta de temas o hechos noticiosos que tengan importancia e interés para el público, la negligencia al recolectar información y luego publicar datos erróneos o escasos, la ambigüedad en la información de una noticia, la inmediatez y la

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necesidad de primicias para poder competir, la no confirmación de los datos, la falta de fidelidad en la relación con las fuentes, la intencionalidad al ocultar información que no se quiere dar a conocer, el deseo de transmitir y dar a conocer una idea propia del comunicador disfrazada de creencia popular, y el desconocimiento de la causa o hecho sucedido.

Además, estos factores se agudizan en determinados géneros y formatos que conservan la informalidad de la conversación, como las tertulias, que permiten a los invitados exponer y debatir puntos de vista sobre asuntos de actualidad y verter opiniones que inevitablemente se mezclan con informaciones. La fugacidad del mensaje en estos medios y la espectacularidad que añade la televisión favorecen la difusión de mensajes sin fuente reconocible o identificable.

1. 1- Metodología y justificación

Para verificar estas hipótesis de partida, optamos por un método multidisciplinar que combina técnicas de investigación cualitativas y cuantitativas. En primer lugar, recurrimos a una imprescindible revisión bibliográfica relativa al rumor con el objetivo de establecer un marco teórico de referencia. Para ello, acudimos a estudios académicos que han analizado la cuestión desde distintas perspectivas, como el de Ángel Benito, Diccionario de Periodismo, los textos periodísticos de Luis Escobar de la Serna, Información veraz y diligencia del periodista y de Fernando González Urbaneja, La credibilidad de los medios. La revisión bibliográfica se completará con un análisis de las reflexiones más destacadas encontradas en la Red, tanto en las ediciones webs de los medios de comunicación, como en blogs y redes sociales, de manera que podamos construir un corpus teórico referido al rumor en el ámbito del periodismo digital.

Completamos la revisión bibliográfica con otra técnica propia de la investigación cualitativa: un análisis de diferentes casos en los que el rumor ha sido la base de la noticia periodística, técnica en la que los aspectos cualitativos se completan con un análisis cuantitativo. Este aspecto está destinado a esclarece algunos ítems relacionados con la ética y la libertad de expresión. Se trata, desde luego, de un tema muy poco investigado. De ahí, la oportunidad del presente trabajo, que aunará los resultados de diferentes investigaciones experimentales, indagará más en la materia y reunirá toda la información pertinente vinculada a este importante fenómeno social.

2. - Resultados
2.1. - Aproximación al objeto de estudio

Antes de comenzar a exponer los resultados de nuestra investigación, creemos conveniente explicar qué entendemos porrumor. Petersony Gist (1951:159) sostienen que el rumor "es una explicación que no ha sido verificada, que circula de boca en boca y que se refiere a un objeto, un acontecimiento o un asunto de interés público. La RAE, por su parte, lo define como la "voz que corre entre el público", un "ruido confuso de voces" y "ruido vago, sordo y continuado", en términos muy generales. Y Ángel Benito (2001:131), en su...

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