El rol de las actitudes hacia la autoridad en la socialización legal. Evidencias teóricas en la adolescencia

AutorOlalla Baz Cores
CargoInvestigadora contratada en el Centro de Investigación en Criminología de la Universidad de Castilla-La Mancha
Páginas177-202

Page 178

I Introducción

A pesar de los conocidos avances científicos sobre los distintos factores de riesgo y protección para la delincuencia, aún son numerosos los interrogantes que tiene que responder la investigación criminológica sobre esta cuestión. Concretamente, por qué unas personas cometen delitos y otras no lo hacen continúa siendo una pregunta clave que es necesario abordar desde diversos enfoques para obtener una visión global sobre el fenómeno de la criminalidad.

Un interesante planteamiento que ha emergido en las últimas décadas es aquel que explica cómo los individuos se van vinculando a las normas y a las autoridades del sistema legal vigente. Este proceso se denomina socialización legal e implica la adquisición de creencias, actitudes y valores hacia la ley y las instituciones formales de control social encargadas de garantizarla como la policía o los tribunales, entre otras1.

Page 179

Una parte importante de este proceso procede de las propias experiencias directas y vicarias con las autoridades. Así, por ejemplo, la policía es una institución del sistema de justicia que, debido a su amplia exposición mediática y al contacto que diariamente mantiene con los ciudadanos en situaciones diversas, puede representar al sistema legal en la vida cotidiana de la gente2. Estas experiencias, ya sean propias o a través de otros, contribuyen a la formación de determinadas creencias sobre la manera en que estas autoridades legales actúan, generando ello actitudes positivas o negativas que influirán tanto en la intención de colaborar con dichas instituciones como en el cumplimiento de las leyes3.

Sin embargo, este proceso es más amplio y en él no solamente intervienen las instancias formales, pues las experiencias socializantes empiezan desde la niñez e incluyen todos aquellos valores y actitudes hacia el sistema legal y las autoridades que el individuo adquiere de sus relaciones con otros agentes informales4. Ejemplos claros de núcleos sociales de naturaleza informal son la familia, la escuela o el grupo de iguales, en los cuales el individuo interioriza normas y actitudes hacia el sistema formal-legal asumiendo los distintos roles de hijo, alumno o amigo.

No obsante su temprano comienzo, el proceso de socialización legal posee una relevancia especial en la adolescencia, puesto que es la etapa en la que se produce un aumento del desarrollo cognitivo de las personas y una mayor probabilidad de contacto directo y vicario con las autoridades formales5. Igualmente, la familia, la escuela o el grupo de iguales también ejercen cierta influencia en las actitudes y el comportamiento de los jóvenes, tal y como han acreditado numerosos trabajos criminológicos6.

Page 180

Todo ello provoca que en este período vital confluyan las experiencias de socialización con los distintos agentes formales e informales, generando ello determinadas actitudes hacia la autoridad legal e influyendo en sus niveles de delincuencia. La importancia de explorar la formación de estas actitudes hacia las instituciones legales entre los menores de edad no se refleja, sin embargo, en la literatura científica, puesto que la mayoría de los estudios llevados a cabo se centran en la población adulta, analizando sólo algunos de ellos el contexto español7.

La finalidad principal de este trabajo es, por lo tanto, asentar las bases teóricas para el desarrollo en España de una línea de investigación relativa a este proceso de socialización legal que ayude a comprender cómo los individuos se encaminan a cumplir las normas voluntariamente ya desde la adolescencia y, sobre todo, cuál es el papel que las actitudes hacia la autoridad legal juegan en este terreno. Primeramente, se detallarán las características del proceso de socialización legal y sus particularidades en el período adolescente con el objetivo de justificar la necesidad de investigación con jóvenes en este campo de estudio. A continuación, se explicarán brevemente los conceptos de actitudes y creencias hacia la autoridad institucional, así como los distintos enfoques de medición adoptados y su relación con el cumplimiento de la ley. Para terminar, se procederá a la revisión de ciertas variables referentes a los agentes de socialización formales e informales, el contexto comunitario y las carac

Page 181

terísticas sociodemográficas y personales de los encuestados, ya que pueden determinar el proceso de socialización legal.

II Socialización legal y adolescencia

Como bien se ha dicho, los individuos adquieren determinadas creencias y actitudes hacia la autoridad formal como parte de un proceso de socialización legal más amplio que abarca, no sólo la comprensión del funcionamiento de las instituciones legales y de las personas que forman parte de las mismas, sino también la asimilación de las leyes existentes en una sociedad8.

Este proceso entra en juego en distintas etapas del desarrollo, siendo la adolescencia una de las más trascendentales para el individuo. Concretamente, en este período suceden cambios significativos en el desarrollo cognitivo de las personas, pues se produce el paso de un pensamiento operacional concreto a un pensamiento operacional formal que permite comparar la realidad con aquello que es posible o que nunca podrá suceder9. Estos cambios psicológicos dan lugar a que los jóvenes logren una capacidad crítica que conduce un razonamiento moral diferente sobre el funcionamiento de la sociedad y de sus leyes.

En este sentido, se puede recurrir a KOHLBERG10y a su teoría del desarrollo moral para justificar el estudio de cuestiones relativas a la socialización legal en la adolescencia. Basándose en el paradigma cognitivo piagetiano, este autor distingue tres niveles de razonamiento moral que se vinculan al desarrollo psicológico de las personas y se subdividen a su vez en seis estadios. El primer nivel preconvencional, compuesto por los estadios uno y dos, se caracteriza por un control de la conducta que todavía es de carácter instrumental. En el primer estadio la moral del niño es externa y está basada en el castigo y la obediencia, mientras que en el segundo la moral gira en torno al interés propio, reconociendo aun así que los demás también pueden tener sus intereses individuales. Las normas y sentimientos grupales afloran en el segundo nivel de desarrollo moral convencional que está integrado por los estadios tres y cuatro. Concretamente, mientras que las expectativas de los grupos más cerca-

Page 182

nos juegan un papel importante en el tercer estadio de desarrollo, no es hasta el cuarto estadio cuando el individuo comienza a entender el orden social, su estructura institucional y sus normas, provocando ello que su moral se adhiera al mismo. El tercer nivel de desarrollo postconvencional se compone por los estadios cinco y seis y se caracteriza por una moral que antepone los principios éticos al orden social establecido. En el quinto estadio existe un compromiso del individuo con las bases morales del contrato social, pero en el sexto y último estadio la moral se hace totalmente independiente y sigue unos criterios de justicia universales que pueden contradecir incluso el contrato social.

La madurez cognitiva y la edad del individuo juegan un papel fundamental en esta teoría del desarrollo moral y en la lógica secuencial de los distintos estadios. De acuerdo con estas reflexiones, solamente se puede hablar de percepciones de legitimidad institucional en los términos definidos por WEBER11a partir de este cuarto estadio del razonamiento moral que aparece en la adolescencia media o tardía12. Así, la conciencia del deber de someterse a las normas y de obedecer a las autoridades legales surge en la adolescencia porque la moral del individuo en esta etapa tiene en cuenta la sociedad y sus estructuras normativas. No obstante, se trata de un período aún en transición en el que la moral todavía no es autónoma y tiene importancia la aprobación de los demás.

Por ello, una segunda razón que otorga importancia al estudio de la socialización legal en la adolescencia es la ampliación de las interacciones sociales que van generando en los jóvenes estas percepciones acerca de la ley y de las autoridades legales, pues los sistemas normativos cerrados e informales dejan también paso a un sistema de reglas más amplio que es similar al del mundo adulto13. Un ejemplo de esta exposición a la normativa formal es la petición de responsabilidad penal a los menores, la cual se exige en diferentes países de acuerdo con sus prácticas legales vigentes. En este sentido, la socialización legal de los jóvenes es un proceso de aprendizaje que puede darse de dos formas distintas que se complementan entre sí. En primer lugar, se produce a través de diversos agentes de socialización como la familia, la escuela o los grupos de iguales que transmiten creencias y actitudes que favorecen la formación de valores

Page 183

en el individuo y, a su vez, toman partido en la experiencia vicaria con las autoridades. En segundo lugar, también resulta de las interacciones personales o directas con las propias autoridades, debido a esa apertura de los sistemas de control social14.

Por lo tanto, los agentes socializadores a los que la persona está expuesta en este proceso juegan un papel importante en la transmisión de valores conformes con las normas y las instituciones que las aplican15y son fundamentales para que los individuos acaben interiorizando esos valores cuando sean adultos. Así, siguiendo a TYLER y JACKSON, las personas toman la decisión de cumplir o violar la ley y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR