El reto normativo de la producción de hidrocarburos no convencionales mediante fractura hidráulica en España

AutorDionisio Fernández De Gatta Sánchez
Páginas337-356

Page 337

Dionisio Fernández de Gatta Sánchez

Profesor Titular de Derecho Administrativo

Universidad de Salamanca.

SUMARIO: I. EL GAS NO CONVENCIONAL, LA FRACTURA HIDRÁULICA Y SUS POSIBLES EFECTOS AMBIENTALES. II. LA REGULACIÓN DE LA OBTENCIÓN DE GAS NO CONVENCIONAL MEDIANTE FRACTURA HIDRÁULICA EN ESPAÑA. 1. La distribución constitucional de competencias: la innegable competencia del Estado y las inconstitucionales leyes prohibitivas de algunas Comunidades Autónomas.2. La Ley del Sector de Hidrocarburos de 1998, y su importante modificación de 2013. 3. La incidencia de la Ley 8/2015, de 21 de Mayo, de reforma de la Ley del Sector de Hidrocarburos. 4. Las actividades de exploración y explotación de yacimientos de gas no convencional mediante fractura hidráulica en la Ley de Evaluación Ambiental de 2013.

El gas no convencional, la fractura hidráulica y sus posibles efectos ambientales

Actualmente, en el sistema en red de producción de energía eléctrica tienen un papel importante las plantas de ciclo combinado que utilizan gas natural, ya que su uso presenta indudables ventajas ambientales frente a otros combustibles fósiles 1. Por otra parte, debe tenerse en cuenta el uso del gas natural en la indus-tria y en el sector doméstico-comercial.

El régimen jurídico del sector gasista se regula en la legislación del sector de hidrocarburos y las operaciones de producción de electricidad mediante plantas de gas están reguladas en la legislación del sector eléctrico, sin peculiaridades.

Page 338

No obstante, y a pesar de los avances realizados, p. ej., en el uso de otras fuentes renovables, la dependencia del petróleo continua siendo muy importante; pero los complejos problemas del abastecimiento de petróleo (principalmente, por la situación bélica de las áreas cercanas a los más importantes productores y por la variable ambiental, cada vez más exigente) obligaron, desde hace tiempo, a varios países a buscar fuentes energéticas, entre las que destacó el gas natural 2. El gas convencional es una alternativa energética desde hace muchos años, ya que es una fuente de energía con precios más asequibles, supone un suministro con reservas de garantía a largo plazo, las reservas están geográficamente más extendidas y tiene una menor incidencia ambiental. Teniendo en cuenta los yacimientos convencionales de gas, en la búsqueda de su seguridad e incluso del autoabastecimiento, desde hace décadas, en Estados Unidos se ha desarrollado de forma importante la obtención de gas no convencional o de esquisto mediante la técnica de fracturación hidráulica.

Pero, el uso de esa técnica también ha generado un intenso debate medioambiental y energético, que se ha trasladado a la Unión Europea y a sus Estados Miembros, regulándola algunos o prohibiéndolo otros 3. Por su parte, en España se está produciendo una intensa campaña en contra el uso de tal técnica, con argumentos unas veces más sólidos y otras con ciertos tintes más catastrofistas, e incluso algunas Comunidades Autónomas y algún Ayuntamiento, excediéndose claramente en sus competencias, han intentado prohibir el uso de tal técnica, con leyes propias (que, recurridas por el Gobierno de la Nación, están siendo declaradas inconstitucionales y nulas por el Tribunal Constitucional, de manera rotunda, reafirmando las innegables competencias del Estado en la materia), u otro tipo de actuaciones.

Page 339

Sin perjuicio de tener en cuenta la realidad de los yacimientos convencionales de gas, sobre esa problemática situación han incidido los avances tecnológicos, entre los que destacan los relativos a la técnica de fractura hidráulica, que han propiciado desde los años 80 y 90 del siglo XX el acceso a reservas de gas no convencional cuya extracción resultaba antes compleja técnicamente y muy costosa. Cuestión que cambia, en las décadas señaladas (aunque la primera referencia histórica al empleo de la fracturación hidráulica con objeto de mejorar la producción data del año 1946, y tuvo lugar en el campo Hugoton, Kansas), en los Estados Unidos, concretamente en el área de Forth Worth (Tejas), en la formación geológica Barnett Shale, cuyo éxito ha sido espectacular, y al que han seguido varios procesos de explotación más en otras formaciones, produciéndose un cambio de concepción en los procesos de exploración-producción de este gas, y convirtió las rocas generadoras del mismo en un objetivo de tales procesos, extendiéndose por los Estados Unidos, de tal forma que su producción no ha dejado de crecer desde 2005, pues en 2011 supuso el 34% de la producción total de gas del país, en 2015 ha supuesto alrededor del 43% y en 2035 se prevé que alcance el 60%) 4.

El ejemplo americano, y en particular el cambio de concepción sobre esos procesos de exploración y explotación principalmente de gas de esquisto o de lutitas, ha propiciado admitir que dichos procesos pudieran ser un éxito en otras cuencas geológicas con formaciones similares.

Antes de continuar, hemos de precisar las definiciones del gas no convencional y de la técnica de fracturación hidráulica 5. Los hidrocarburos no convencionales (destacando el gas, aunque también hay petróleo) no cumplen las características geológicas anteriores. Entre los mismos se pueden distinguir los hidratos de

Page 340

gas (que se generan y almacenan en sedimentos marinos profundos; cuantificán-dose las reservas como muy importantes, aunque su explotación aun no es posible), los oil sand (que son arenas de bitumen, mezcla de hidrocarburos pesados, rellenando los poros, y del destilado del bitumen se obtiene petróleo; destacando las reservas de Alberta, en Canadá), el coal bed methane (que es metano contenido en las capas de carbón; obteniéndose actualmente en Estados Unidos, Canadá y Australia), el tight gas (que es el gas contenido en rocas muy compactas, areniscas y/o calizas, con valores de porosidad y permeabilidad muy bajos, estimándose sus reservas como muy importantes) y el shale gas (que es gas almacenado en la propia roca madre de pizarra, lutitas o de esquisto en la que se generaron, independientemente de su composición litológica, en sus fracturas y diaclasas en forma libre, siendo pues la misma roca el reservorio o almacén; y son estas reservas las que más auge están teniendo actualmente).

Este auge en la exploración y extracción de estas reservas de gas, principal-mente del gas de esquisto, se debe a las innovaciones técnicas que han supuesto la perforación horizontal y la fracturación hidráulica. Los avances en la perforación horizontal de los pozos se han debido a las mejoras e innovaciones que en Estados Unidos, desde los años 80 del siglo XX, se han introducido en los motores de fondo (turbinas hidráulicas movidas por el fluido de perforación, situadas en el extremo de la sarta de perforación, permitiendo no tener que moverla completamente), junto a los fluidos de perforación y las herramientas de corte, y de la telemetría del pozo (que permite conocer con detalle la situación y la marcha de la perforación); a lo que debe añadirse el aumento de la longitud de la sección horizontal del pozo (ensayada en los Estados Unidos en los años 30 del siglo XX), que reduce apreciablemente el impacto ambiental.

Por su parte, la fractura hidráulica 6 es una técnica desarrollada en Estados Unidos desde la década de los años 40 del siglo XX (concretamente en Grant County, Kansas), perfeccionada desde los años 70, en los actualmente muy importantes yacimientos Barnett en Tejas y Marcellus en Pennsylvania. La técnica de fracturación hidráulica consiste en generar uno o varios canales de elevada permeabilidad mediante la inyección de agua a alta presión, con sustancias químicas, de tal modo que realice una fractura controlada en la roca, precisamente en la sección de la roca que contiene el gas. Para evitar el cierre natural de la fractura, una vez que se relaja la presión hidráulica que la mantiene abierta, se bombea con el agua un agente de sostenimiento, generalmente arena, que mantienen la fractura abierta permanentemente, y se permite obtener y bombear el gas La composición más típica del fluido de fracturación suele ser agua (sobre un 94%, y que no tiene que ser potable), arena de sostenimiento (más o menos, un 5%) y productos químicos (sobre un 1%, tales como ácido clorhídrico, bactericidas, salmuera, re-

Page 341

ductores de fricción, gelificantes, inhibidores de corrosión, antioxidantes o controladores del ion hierro), que mantienen las fracturas abiertas, permitiendo así obtener y bombear el gas. Este proceso se ha visto muy potenciado con las pros-pecciones horizontales, actualmente muy desarrolladas. Una vez finalizadas las operaciones de fracturación, la explotación del gas se inicia inmediatamente, al no estar separadas ambas fases, aplicándose los correspondientes procedimientos de seguimiento y control de la explotación, por lo que se genera mucho empleo.

No obstante, y a pesar de las perspectivas tan positivas de su producción, la obtención de gas de esquisto mediante fracturación hidráulica plantea, como muchas otras actividades energéticas, técnicas y tecnológicas, algunos problemas e inconvenientes medioambientales 7, que son los que generan el debate actual alrededor de esta técnica y la revolución que está suponiendo.

La...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR