Responsabilidad social y políticas de igualdad entre hombres y mujeres (en especial el caso de las Fuerzas Armadas )
| Autor | Dra. Carolina Gala Durán |
| Cargo del Autor | Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Catedrática acreditada. Universidad Autónoma de Barcelona |
| Páginas | 177-197 |
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Probablemente, una de las materias que más se ha fomentado -desde diversas perspectivas y a través de distintas vías- en los últimos años a nivel internacional, europeo y estatal es la responsabilidad social empresarial (RSE); pudiéndose afirmar que una empresa o entidad es socialmente responsable cuando responde satisfactoriamente a las expectativas que sobre su funcionamiento tienen los distintos grupos de interés (stakeholders) que se relacionan con ella (empleados, clientes, proveedores, accionistas o inversores, consumidores, comunidad local en la que se ubica ) Ello lleva a declarar que, junto con el puro interés
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económico, las empresas o entidades socialmente responsables también persiguen otros objetivos, de carácter social, laboral y medioambiental.
En efecto, la responsabilidad social empresarial constituye un nuevo modelo de gestión empresarial que integra, en el proceso de toma de decisiones de los temas estratégicos y operativos, los impactos económicos, ambientales y sociales1.
Responsabilidad social empresarial que tiene siempre un carácter voluntario e implica ir más allá de lo que ya resulta obligatorio por la aplicación de la Ley o de la correspondiente negociación colectiva, y que resulta predicable no sólo de las empresas privadas (principalmente grandes empresas o multinacionales) sino también de las Administraciones Públicas (entre ellas las Fuerzas Armadas) y otras entidades, hablándose, incluso, de la "responsabilidad social de las organizaciones".
Pues bien, partiendo de todo ello, cabe afirmar que, tal y como señalan varios textos de la Unión Europea y también estatales (es el caso, por ejemplo, de España, como veremos más adelante), la igualdad entre mujeres y hombres constituye, en estos momentos, una materia a desarrollar y garantizar no sólo a través de las correspondientes políticas públicas sino también mediante la responsabilidad social empresarial, en tanto que aquélla es uno de sus contenidos esenciales; pudiendo manifestarse, incluso, que la responsabilidad social empresarial es una nueva forma de fomentar y avanzar en la puesta en práctica de las políticas de igualdad entre mujeres y hombres a nivel europeo2.
En efecto, en el marco de los textos aprobados por la Unión Europea, la relación entre responsabilidad social empresarial y políticas de igualdad aparece ya reflejada expresamente en dos importantes documentos: por un lado, en el Libro Verde de la Comisión Europea de 18 de julio de 2001 sobre "Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social empresarial", donde se señala que las prácticas de contratación laboral socialmente responsables, en particular las no discriminatorias, podrían facilitar la contratación por parte de las empresas de personas pertenecientes a minorías étnicas, trabajadores de mayor edad, mujeres, desempleados de larga duración y personas desfavorecidas (entre ellas, las personas con discapacidad), añadiendo a ello que: "... dichas prácticas son fundamentales para conseguir los objetivos de reducción del desempleo, aumento de la tasa de empleo y lucha contra la exclusión social previstos en la estrategia europea de empleo...".
Y, por otro lado, cabe citar la Comunicación de la Comisión Europea de 2 de julio de 2002 relativa a la "Responsabilidad Social de las Empresas: una contribución empresarial al desarrollo sostenible", donde se prevé, con claridad, que: "... dentro de la empresa, la responsabilidad
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social afecta a cuestiones como la calidad del empleo, el aprendizaje permanente, la información, la consulta y la participación de los trabajadores, la igualdad de oportunidades, la integración de las personas con discapacidad...", señalando también que la política social y de empleo de la Unión Europea integra los principios de responsabilidad social empresarial, en particular a través de la estrategia europea de empleo, la estrategia europea de inclusión social y las iniciativas encaminadas a fomentar la igualdad y la diversidad en el lugar de trabajo.
Estos textos de la Unión Europea, a pesar de lo genérico de los términos utilizados, ponen de manifiesto varios elementos a tener en cuenta por su propia importancia:.
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) Cabe tener muy presente la referencia que se hace, como contenido de la responsabilidad social empresarial, a las prácticas responsables de contratación laboral en su faceta no discriminatoria3, que favorecerían especialmente, a través de la ejecución de medidas de acción positiva, la contratación de minorías étnicas, trabajadores de mayor edad, mujeres, desempleados de larga duración y personas desfavorecidas Ello supone, a nuestro entender, que sólo serán socialmente responsables, según la Unión Europea, las empresas o entidades que pongan en práctica las citadas medidas de acción positiva y ello con independencia del ámbito geográfico en el que desarrollen su actividad; estableciéndose, en consecuencia, una relación directa entre las políticas de igualdad y la responsabilidad social empresarial, constituyendo ésta última un complemento de aquéllas.
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) Esas prácticas responsables de contratación laboral ayudarían a cumplir con la estrategia europea del empleo en cuanto colaborarían en la reducción del nivel de desempleo de los colectivos citados -entre ellos, las mujeres-, aumentarían la tasa de empleo y facilitarían la lucha contra la exclusión social Se establece, pues, una clara interrelación entre la responsabilidad social empresarial y la estrategia europea del empleo, convirtiendo la responsabilidad social empresarial en un nuevo instrumento -que se añade y complementa los ya existentes- para incitar a las empresas a actuar como verdaderos agentes protagonistas del desarrollo de dicha estrategia.
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) Como hemos visto, para la Unión Europea, la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres constituye efectivamente uno de los contenidos de la responsabilidad social empresarial junto con otros como, por ejemplo, la calidad en el empleo, el aprendizaje permanente de los trabajadores o la información, consulta y participación de los representantes de los trabajadores Como venimos afirmando, la igualdad real entre mujeres y hombres forma parte de la responsabilidad social empresarial y, además, se sitúa en el mismo plano y tiene la misma importancia que el resto de sus contenidos, no tratándose, como a veces parece pensarse, de una materia de segunda
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categoría Por tanto, en opinión de la Unión Europea, una empresa o entidad no puede ser socialmente responsable si, desde la perspectiva laboral de la responsabilidad social empresarial, incide de forma sobresaliente en cuestiones como el aprendizaje permanente o la participación de los representantes de los trabajadores pero descuida las políticas de igualdad.
Y, 4º) en fin, como ejemplo de la clara apuesta que las instituciones de la Unión Europea han hecho a favor de la responsabilidad social empresarial, se afirma que su política social y de empleo integra los principios de la responsabilidad social empresarial, en particular a través de la estrategia europea del empleo, la estrategia europea de inclusión social, las iniciativas encaminadas a fomentar la igualdad y la diversidad en el lugar de trabajo y la estrategia en favor de las personas con discapacidad Ello supone, nuevamente, que para que una empresa o entidad pueda ser calificada como social-mente responsable debe cumplir con los principios y contenidos que impregnan dichas estrategias e iniciativas.
Pues bien, esa misma lógica de necesaria interrelación y complementariedad entre la responsabilidad social empresarial y las políticas de igualdad se ha trasladado a la normativa interna de algún país europeo, y, de forma especial, en el caso de España, donde, como veremos a continuación, la responsabilidad social empresarial acompaña, desde hace algunos años y de una forma decidida, a las políticas públicas sobre igualdad entre mujeres y hombres y lo hace, tanto a través de textos no normativos -incluidos informes de subcomisiones del Congreso de los Diputados y documentos del propio Ministerio de Trabajo- como, especialmente, mediante normas directamente aplicables, y, donde, además se fomenta, a través de medidas de diverso tipo, dicha interrelación y complementariedad Puede afirmarse que, en el caso de España, el legislador considera que la consecución de la igualdad real entre mujeres y hombres no sólo es una tarea de las políticas públicas -estatales y autonómicas- sino también de las propias empresas y administraciones públicas, como manifestación de su responsabilidad social.
En efecto, en el caso de España, la interrelación y complementariedad entre las políticas de igualdad y la responsabilidad social empresarial se manifiesta, en primer lugar y con un especial interés, en textos no normativos y, por tanto, no directamente aplicables, como
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es el caso de un Informe elaborado en el...
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