La responsabilidad civil en tiempos de la ia y los robots

AutorIñigo A. Navarro Mendizabal
Páginas197-237
LA RESPONSABILIDAD CIVIL
EN TIEMPOS DE LA IA Y LOS ROBOTS
I A. N M
Profesor Propio Ordinario de Derecho civil
Facultad de Derecho ICADE
Universidad Pontificia Comillas
Sumario: 1. Contexto.- 2. ¿Qué es la IA y qué son los robots?.- 3. La necesidad de principios
éticos y de una normativa europea en la materia de RC de la IA y los robots.- 4. Hay
elementos de la posible RC de la IA y de los robots que no encajan en la RC que
tenemos.- 5. Los posibles responsables: la RC propia de los robots.- 6. Los posibles
responsables: la RC del fabricante, del formador, del usuario, del poseedor del que se
sirve de él: 6. 1. La RC del fabricante; 6. 2. La RC del Formador; 6. 3. La RC del usua-
rio, del poseedor o del que se sirve del dispositivo.- 7. Conclusiones.- Referencia
bibliográfica de Documentos europeos.- Abreviaturas.- Conclusión.- Bibliografía
1. CONTEXTO
Se ha convertido en tópico decir que vivimos en un cambio de época, más que
en una época de cambios y creo que es verdad. No es este el momento, ni está la obra,
ni yo el autor para argumentar esta situación. Sin embargo, todos somos conscientes
que más que un mundo VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) se está parien-
do un mundo nuevo, que será diferente y que todavía no podemos vislumbrar. Y para
colmo la pandemia de la COVID-19 está acelerando todos los cambios y generando
una niebla tan espesa que ya no podemos ver ni la realidad más cercana. Efectiva-
mente la pandemia e incluso los sucesos climáticos que estamos viviendo nos han he-
cho darnos cuenta de la impresionante tecnología que ya teníamos a nuestra disposi-
ción, pero desconocíamos. El avance ha sido extraordinario en un muy poco tiempo.
Cuando se habla de un mundo VICA1 se está haciendo referencia a un mun-
do inundado de volatilidad (porque todo es mudable, inconstante, volátil e inesta-
ble), incertidumbre (no hay un conocimiento seguro y claro), complejidad (porque
1 Definiciones basadas en el DRAE
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se compone de elementos diversos e interrelacionados) y ambigüedad (porque casi
cualquier fenómeno se puede entender de diversos modos o se pueden hacer diversas
interpretaciones). La tecnología sin duda está contribuyendo a esas cuatro caracterís-
ticas.
Los mapas envejecen extraordinariamente y quedan obsoletos con tremen-
da rapidez. No me refiero a los mapas geográficos, sino a las representaciones que
tenemos de la realidad, que es la que varía constantemente. Por ejemplo, ¿alguien
se atrevería a profetizar cómo va a ser el mapa de los bancos en España dentro de 5
años? ¿Cuántos de los que conocemos existirán tal y como están en la actualidad?
Y véase que me refiero a empresas como los bancos, que antes eran el paradig-
ma de la estabilidad. Como sabemos los que nos dedicamos a la formación, si los
mapas envejecen no tiene mucho sentido que la formación consista en memorizar
los actuales, porque sería un conocimiento caduco ya cuando se adquiriera. Por el
contrario, cada vez hace más falta ser capaz de utilizar instrumentos de navegación
sobre terra incognita: aprender a usar la brújula es más importante que saberse el
mapa de memoria.
Se está produciendo lo que el novelista HOULLEBECQ puso como título de una
de sus inquietantes y provocativas novelas: una Ampliación del campo de batalla2.
El campo de batalla se ha ampliado en muchas facetas y sentidos y parece que todo es
batalla constante y que todo vale para defender la posición: un político por ejemplo
puede hundirse de un día a otro sin que el bagaje acumulado sirva de nada y además
para mantenerse en su posición no basta con hacer una buena gestión o mantener
una coherencia entre ideología y praxis, quizás nada de lo anterior importe. Así ocu-
rre a muchas personas e instituciones que tiene que esforzarse diariamente como si
nada de lo pasado sirviera y además todo vale para mantenerse: imagen, pose…
El filósofo polaco Zygmunt BAUMAN acuñó el término de la modernidad
líquida queriendo referirse a que todo, desde la realidad social hasta el propio in-
dividuo, está sometido a un constante cambio, en el que no hay nada fijo, perma-
nente, ni sólido. El individuo debe aceptar vivir «surfeando» en su vida líquida de
manera que, los que mejor se adaptan, son los capaces de «surfear» mejor en una
realidad en la que hasta instituciones antaño tan estables como el matrimonio ya
no serán estables, ni el puesto de trabajo que se tenga, ni la ciudad en la que se viva,
ni el entorno, ni las relaciones sociales, ni realmente nada de lo que es importante.
Parece que las realidades, las instituciones y las identidades sólidas van desapare-
ciendo y hay que estar constantemente adaptándose a un entorno cambiante, por lo
que la identidad será maleable o voluble y nos vemos obligados a vivir en un cierto
nomadismo3.
2 HOULLEBECQ, Michel, Ampliación del campo de batalla, Ed. Anagrama, Barcelona, 1999.
3 Cfr. BAUMAN, Zygmunt, Vida líquida, Austral, 2013, ISBN-13 : 978-84-0804-095-8.
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Muchas de las tendencias que he mencionado están siendo amplificadas y acele-
radas por los cambios tecnológico. El cambio tecnológico permanente contribuye a
la volatilidad y es muy difícil predecir hacia dónde avanza, lo que genera incertidum-
bre. Igualmente, la tecnología, al unir tantos nodos y personas, contribuye a la com-
plejidad. En algunas empresas transnacionales tienen un mapa en el que se muestran
globos que aumentan de tamaño cada vez que su marca aparece en un mensaje de
twitter. Esto tiene su lógica, pues la reputación puede verse afectada por cosas que
suceden en los sitios más insospechados. Si en una lata de refresco que se ha vendi-
do en la Patagonia chilena aparece una lombriz y eso se publica en twitter, el suceso
puede llegar a afectar a la imagen global de la marca si se viraliza el mensaje. En fin, la
tecnología y su constante cambio favorecen la liquidez de la realidad y la percepción
líquida de la misma.
Desde el punto de vista económico, estamos en plena cuarta revolución indus-
trial como la denominó Klaus SCHWAB, fundador del Foro económico mundial4.
La cuarta acepción del término revolución en el DRAE es «Cambio rápido y profun-
do en cualquier cosa», y el segundo «Cambio profundo, generalmente violento, en las
estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional». A SCHWAB
le pareció adecuado el término «revolución» por la velocidad de los cambios, por su
amplitud y profundidad y por el impacto en el sistema y creo que es totalmente ade-
cuado. La velocidad, desde luego, está siendo inimaginable: téngase en cuenta la ve-
locidad de la popularización de Internet o que el primer iPhone es solo de 2007. Hoy
en día el Smartphone es un dispositivo sin el que casi no se puede vivir en sociedad.
Esta cuarta revolución surge de la transformación digital, internet y la IA a los
que se le unen factores como la computación cuántica, la secuencia genética, la na-
notecnología, las energías renovables…No es difícil apreciar las similitudes con otras
revoluciones económicas: la máquina de vapor fue la base sobre la que se asentó todo
el desarrollo propiciado por la primera revolución industrial (1760-1840). En la se-
gunda (finales del siglo XIX-principios del XX), los cambios en los procesos de in-
dustrialización, las nuevas fuentes de energía, materiales, sistemas de transporte y de
comunicación fueron los precursores de los cambios en la organización del trabajo,
en el sistema educativo y hasta político y la tercera o revolución científico-técnica
(años 60) se basó en un avance tecnológico avalado por el uso de nuevas fuentes de
energía y nuevas formas de comunicación.
La velocidad del avance de la IA y de la tecnología es vertiginosa. Tanto que
puede decirse que se cumple la ley de Moore según la cual cada dos años aproxi-
madamente, se multiplica por dos el número de transistores en un microprocesador.
Esta velocidad de crecimiento es difícil de asimilar por el cerebro humano. Prueba de
4 SCHWAB, Klaus, La Cuarta Revolución industrial, Ed. Debate, Madrid 2016, ISBN 978-
8499926940.

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