República

AutorRosalía Rodríguez López
Páginas155-331
Capítulo III.
REPÚBLICA
Esta forma de gobierno abarca un periodo de tiempo muy amplio (s. V a.C.-
s. I a.C.), y en él se producen muchos sucesos históricos con transcendencia ju-
rídica que afectan directa o indirectamente a la mujer como sujeto pasivo de
la violencia de género; de ahí que parezca apropiado dividir este capítulo en
tres etapas: La primera, con los comienzos de la República (s. V-IV a.C.), don-
de se puede observar una continuidad –en proceso de cambio– para conseguir
asentar la consideración de la ciudadanía romana y la consolidación del siste-
ma político. La segunda, a mediados de la República (s. III-II a.C.), con la expan-
sión territorial, enriquecimiento económico, así como el aperturismo cultural.
Y la tercera, al final de la República (seis décadas del s. I a.C.), cuando quiebra
el sistema político fundamentalmente por continuas vulneraciones a las reglas
de juego, lo que se traslada también a nivel sociológico y moral a la ciudadanía.
Ahora bien, como señalaría siglos después Seneca durante la República cada
casa es como una pequeña República442.
442 Sen. epist. 47,11-14: “Nuestros antepasados … se han preocupado de eliminar cada mo-
tivo de odio en relación con los amos y de ofensa hacia los esclavos. Por tal razón han llamado
al amo pater familiae y a los esclavos familiares, reconociendo la casa (domus) como una pusi-
lla res publica (una pequeña república)”.
Nueva maqueta La violencia contra las mujeres en la antigua Roma.indd 155 08/11/2018 16:40:36
Nueva maqueta La violencia contra las mujeres en la antigua Roma.indd 156 08/11/2018 16:40:36
[A] s. V-IV a.C.
El nuevo sistema político se inicia sin cambios en las élites, que persisten en
sus privilegios; el patriciado ha auspiciado la caída de los etruscos, y con ello ha
contenido y paralizado las posibilidades de integración de los grupos sociales
emergentes. Se produce, pues, una involución hacia planteamientos netamente
gentilicios, lo que inevitablemente tiene su repercusión en la situación jurídico-
social de las mujeres, y en la vertebración manifiesta de la violencia patriarcal.
La sociedad romana necesita aún del acuerdo (foedus) con los pueblos veci-
nos, como muestran las alianzas matrimoniales que siguen celebrándose, y que
periódicamente son renovados. Ejemplo de ello es la decisión del Senado en el
495 a.C., que permite disolver el connubium de matrimonios realizados confor-
me a foedus:
“Sancionaron un decreto del Senado muy razonable: que las mujeres roma-
nas casadas con hombres latinos, y las latinas casadas con romanos fueran
dueñas de quedarse junto a sus maridos si querían o de regresar a su patria;
los hijos varones permanecerían junto a sus padres, y las hijas no casadas
acompañarían a sus madres. Sucedía que por razón de parentesco o amistad
muchísimas mujeres de una nación habían sido dadas en matrimonio en la
otra. Éstas, al obtener garantías por el decreto, mostraron cuán grande era
su deseo de vivir en Roma. En efecto, casi todas las romanas que vivían en
ciudades latinas abandonaron a sus maridos y regresaron a casa de sus pa-
dres; y todas las latinas casadas, excepto dos, despreciaron su patria y per-
manecieron junto a sus maridos, feliz presagio de la ciudad que iba a vencer
en la guerra”443.
Ahora bien, pese a los intentos del nuevo gobierno aristocrático de borrar
los avances aperturistas de la era etrusca, estos calaron en la sociedad romana,
y en menos de medio siglo la presión de la plebe se hace insostenible. Así se
443 Dion. Hal. ant. 6,1,3; al respecto, véase Alonso, A.- Seco, C., Dionisio de Halicarnaso,
Historia antigua de Roma. Libros IV-VI, Madrid 1984, pp. 219-220.
Nueva maqueta La violencia contra las mujeres en la antigua Roma.indd 157 08/11/2018 16:40:36

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR