Las relaciones colectivas de trabajo en el cambio de época

AutorAntonio Baylos Grau
CargoCatedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. UCLM.
Páginas17-38
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1. LAS RELACIONES COLECTIVAS DE TRABAJO EN EL DEBATE SOBRE EL
FUTURO DEL TRABAJO
Los juristas del trabajo españoles llevan discutiendo sobre el futuro del trabajo
durante un año, impulsados por el debate producido en torno al centenario de la
OIT. Una discusión que tiene muchas aristas, pero en la que destaca la problemá-
tica que se centra en las dificultades para la acción colectiva y sindical organiza-
da ante las nuevas formas de trabajo, atípico y fisurado, en una empresa atomi-
zada fruto de la externalización productiva, y en la huida del derecho colectivo
o incluso el borrado de la dimensión colectiva regulativa en un panorama en
donde la individualización y la negación del conflicto constituyen los nuevos
principios rectores. Como es lógico, este escenario repercute de forma directa
sobre los medios de acción sindicales, la negociación colectiva y la huelga.
Ello conduce a que sean frecuentes los vaticinios sobre un panorama nada hala-
güeño de las relaciones colectivas de trabajo, en donde predominan los aspectos
problemáticos y negativos respecto de los instrumentos institucionales que en
una gran medida están concebidos para supuestos diferentes de organización
empresarial e incluso de modelo de negocios. Desde esa visión desencantada,
implícitamente se va afirmando un enfoque extremadamente preocupante –y
en las contribuciones que lo analizan, también preocupado– sobre el inmediato
desarrollo de la vertiente colectiva de las relaciones laborales, a la que desde
muchos puntos de vista se augura una importancia decreciente ante la dificul-
tad de adaptación a las nuevas realidades del futuro que va ganando presente
por instantes.
1 Se trata de una versión del texto presentado a EL FUTURO DEL TRABAJO: 100 AÑOS DE LA OIT, XXIX
CONGRESO AEDTSS, Salamanca 30 y 31 de mayo de 2019, en la ponencia La autonomía colectiva y sus medios
de expresión, como Interlocución con la ponencia de Carolina Martínez Moreno, Universidad de Oviedo.
Ambos escritos se han publicado en el libro de actas del Congreso de la Asociación.
1. Las relaciones colectivas de trabajo en el debate sobre el futuro del trabajo. 2. ¿Irrupción de la crisis y cambio
tecnológico como discursos legitimadores de un cambio de modelo? 3. Formas de representación y de acción
colectiva en el contexto de la segmentación y fragmentación del trabajo como regla de la organización de
empresa. 4. Formas de expresión del conflicto ante los condicionamientos organizativos y tecnológicos. 5. Una
conclusión provisional.
Antonio Baylos Grau
Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. UCLM.
ESTUDIO
LAS RELACIONES COLECTIVAS DE TRABAJO EN EL CAMBIO
DE ÉPOCA1
ESTUDIO__Las relaciones colectivas de trabajo en el cambio de época
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“En un momento comprendí/que el futuro ya está aquí”, cantaba, en 1980, Radio
Futura. El debate sobre el futuro del derecho del trabajo puede derivar en algu-
nos discursos hacia una descripción de los procesos de juridificación del trabajo
que cambia como una evolución progresiva hacia la desaparición de derechos
y garantías fundamentales para cada vez mayores sectores de la población
que presta sus servicios en un contexto de nuevos paradigmas reguladores de
la inserción laboral y las reglas que la disciplinan. Por tanto es un debate que
tiene mucho que ver con el Angelus Novus de Walter Benjamin, que vuelve sus
ojos al pasado, y con la consiguiente construcción de la historia que mira hacia
atrás más que hacia delante y parece ir demoliendo las certezas sobre las que
se ha edificado institucional y doctrinalmente el armazón de la regulación del
trabajo2.
En efecto, el mundo en el que vivimos no es solo un escenario de metacrilato
y omnipotentes circuitos electrónicos y digitales que acoge una aceleración
frenética del ritmo de las existencias individuales en el orbe desarrollado que
posibilita un mercado laboral líquido y ágil que va a dar mayores oportunida-
des a las personas que en él participen. Aunque eso es lo que percibimos como
“el huracán que llamamos progreso”, estamos ante un mundo profundamente
desigual y escindido entre regiones ricas y pobres y en el que una buena parte
de sus territorios sufren la guerra y la desesperación del hambre y el peligro
cotidiano que les lleva a arriesgar su seguridad, su posición social y su propio
arraigo personal en un territorio determinado. Esta desigualdad impulsa flujos
de inmigración mucho más potentes y multitudinarios –260 millones de emi-
grantes en la actualidad, pero es un fenómeno que se incrementa exponencial-
mente– que a su vez plantea reacciones defensivas de los mercados de trabajo
nacionales y comportamientos xenofóbicos cada vez más influyentes en los
países de destino.
La atención a las “instituciones laborales” que encuadran los fenómenos indi-
vidual y colectivo del trabajo pivota ante todo sobre los nuevos modelos de
negocios y el cambio en la organización del trabajo. Pero la presencia sindical y
la función que estas figuras representativas pueden desempeñar en este nuevo
escenario se considera en los discursos dominantes subsidiaria o impotente.
Sin embargo, el encuadramiento de los rasgos caracterizadores de ese “futuro
del trabajo” no está cerrado. Por eso la OIT en su centenario no se ha limitado a
promover un debate global sobre el futuro del trabajo simplemente. Lo ha pre-
2 “Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se muestra a un ángel que parece a punto de
alejarse de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas;
así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros
percibimos una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la
arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado, pero desde
el Paraíso sopla un huracán que se enreda en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas.
Este huracán le empuja de manera irrefrenable hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras los escombros
se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso” (Walter Benjamin, Tesis
sobre la filosofía de la historia, Tesis IX).

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