Reflexiones en torno a una historia del periodismo digital

AutorPaloma Rupérez Rubio
Cargo del AutorFundación EFE
Páginas33-58

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"La selección, en su sentido mas amplio, es como un hacha en manos de un ebanista"

Vannevar Bus "Como podríamos pensar"

1. Introducción

El correo ateniense que en el año 490 antes de Cristo recorrió los 40 kilómetros entre Maratón y Atenas, corriendo a toda la velocidad que le permitían sus pulmones, para llevar la noticia de la victoria de sobre los persas, sería en este siglo un blogger. Y el mensaje de la victoria también podría haberse trasmitido mediante el gesto de una conversación con un teléfono móvil.

El joven ateniense murió agotado después de transmitir la noticia. Quizás esta anécdota, que ha dado nombre a una de las más conocidas pruebas de atletismo, pueda ser la metáfora de las viejas y nuevas formas de hacer y comunicar la información.

Tanto tiempo a las espaldas del periodismo contrasta con la escasa historia, o más exactamente con el escaso tiempo, porque no siempre la longitud del tiempo es sinónimo de historia, al que nos tendríamos que referir para hablar de "la historia del periodismo digital".

Señalamos las últimas década del XX y lo que llevamos del nuevo siglo XXI para delimitar el marco temporal en el que se desarrolla ese nuevo periodismo y las nuevas formas de comunicación, para transmitir hechos y acontecimientos informativos de interés general. Con una nueva realidad en la que no sólo van a cambiar los soportes materiales de comunicación, sino también las características de los contenidos y el mismo concepto de comunicación.

La esencia del periodismo, definido en sus líneas más generales como el ejercicio de transmitir una información conocida por una minoría, que se profesionaliza precisamente en adquirir ese conocimiento y en las habilidades para darlo a conocer al resto de una sociedad, va a cambiar drásticamente de la mano de la formidable evolución tecnológica a partir de los años 90.

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El desarrollo de la informática, que encuentra en las redacciones de los medios de comunicación los grandes escenarios para implementar sus posibilidades de una nueva organización del trabajo, y el acceso generalizado de la sociedad a los nuevos sistemas de comunicación, serán los dos parámetros que proyectan el horizonte de la gran evolución de la función de informar.

Todo ello en un mundo globalizado que hace realidad la conocida profecía de Marshall McLuhan, en torno a una humanidad que habita en una aldea global en la que es posible conocer de manera instantánea acontecimientos que ocurren a muchos kilómetros de distancia, como si de una pequeña aldea se tratase.

2. De la escritura a la imagen y a la palabra

Es sabido que como recurso expresivo utilizado por el periodismo, la imagen dio valor y credibilidad a la palabra, al modificar el aspecto de los áridos periódicos decimonónicos que sólo exhibían bloques de textos organizados en columnas. La fotografía permitió que el mensaje periodístico no sólo trasmitiera ideas sino sentimientos a los lectores, que la verosimilitud de las noticias descritas aumentara cuando una imagen acompañaba a la narración de los hechos, y que los periodistas descubrieran que cuando una información fuera asociada a una imagen humana el lector se siente inmediatamente atraído por ella y que aumentan las posibilidades de que éste se interese e incluso se identificara más estrechamente con la información.

La radio empujó a la prensa en esa lucha contra el tiempo para acortar los instantes entre el conocimiento de los hechos y la capacidad de los medios de transmitirlos a un mayor número de personas. No podía ni compararse las posibilidades de comunicación masiva de la radio, con la incidencia de la circulación material de las ediciones de los periódicos que previamente pasaban por las máquinas de los redactores, la composición de los linotipistas, las imprentas, las rotativas para finalmente aparecer colgados en los kioscos con las noticias, que no dejaban de ser las noticias de ayer.

La radio conquistó el "hoy" de la información en una victoria sin parangón sobre el tiempo y a través del oído y del escuchar atento o distraído de la audiencia, la capacidad de llegar a una población numerosa sin ninguna cortapisa espacial, y obviando a través de la palabra, la formación cultural de los receptores de los mensajes informativos.

La Segunda Guerra Mundial fue el momento estelar de la radio. Los países en conflicto descubrieron la eficacia mágica de dirigirse a una ciudadanía aislada por las condiciones penosas de la escena bélica que sólo tenía acceso a esa fuente de información. La veracidad de esa información cayó en muchos periodos a favor de una comunicación que descubría las posibilidades de una propaganda que podía tener la virtud de encender los ánimos de la población aún a costa de esconder la realidad de la evolución de los enfrentamientos.

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La televisión de los años cincuenta del pasado siglo, ofreció un avance tecnológico en la comunicación que sólo se había podido imaginar en las novelas de ciencia ficción de Julio Verne: la imagen y la palabra podían transmitirse al mismo tiempo a través de unas pantallas receptoras que, accesibles a los ciudadanos e instaladas en los salones de las casas, ponían al alcance de la sociedad la información y los actores de ésta en movimiento.

Estos tres soportes informativos han convivido a lo largo de dos siglos, sin que el nuevo medio que irrumpía con todas sus potencialidades acabara por "matar" al otro medio, a pesar de la evolución progresiva en salvar los condicionamientos temporales y espaciales para transmitir la información, y los hechos diferenciales para dar a conocer la imagen fija y en movimiento de los protagonistas y los escenarios de la información.

Cada uno de ellos han encontrado su lenguaje, su audiencia y su contenido, acompasados los tres medios con la propia evolución social. Es aceptado de manera general que el siglo XIX fue el del gran desarrollo de la prensa escrita, de la circulación de los grandes rotativos y la consagración del periodismo gráfico.

La primera mitad del siglo XX consagró la presencia de la información radiofónica y en su segunda mitad la nueva estrella informativa de la televisión.

Al mismo tiempo los países del llamado primer mundo, Europa, América del Norte, experimentan una evolución positiva de sus economías, de su bienestar y de su formación cultural, con importantes avances sobre el analfabetismo.

La información se entremezcla con la opinión, los grandes grupos económicos ambicionan en sus emporios la posesión de empresas de comunicación que junto al gran negocio económico, proporciona una capacidad de influencia sobre una sociedad de consumo en la que el tercer elemento de esa ecuación sería la publicidad que actuaría como mecanismo indispensable para permitir la viabilidad de las empresas de comunicación.

Los regímenes democráticos nacidos tras la II Guerra Mundial, reconocieron la importancia de los medios de comunicación como elemento para sustentar los principios de una sociedad democrática. Una información homogéneamente distribuida sería un importante elemento para la construcción de una identidad social y de una opinión pública que se elabora a partir la información y de la interpretación.

Y finalmente, los partidos políticos incorporaron a sus acciones de proyección social la utilización de los medios de comunicación como elemento esencial para hacer llegar sus mensajes a la ciudadanía, influir sobre sus tomas de posición y ayudar a inclinar las decisiones en las elecciones que periódicamente permiten el acceso al poder de unas u otras formaciones.

Es cuando se habla "del cuarto poder" detentado por la prensa, cuando Orson Welles nos ejemplifica con sus películas "Ciudadano Kane" (1941) la capacidad de influencia de los medios de comunicación y cuando a través de una cadena de radio, Welles

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transmitiendo lo que quería ser la dramatización radiofónica de "La guerra de los mundos", fue capaz de provocar el pánico en buena parte de la sociedad neoyorquina que se creyó víctima, la noche del 30 de octubre de 1938, según narraba la ficción literaria, de una invasión de extraterrestres.

La Organización de las Naciones Unidas, ONU, reconoció en su Declaración de Derechos Humanos de 1949, el derecho a la información, y consecuentemente con ello los estados democráticos recogieron en sus textos constitucionales este derecho ciudadano. Para salvaguarda y protección de este derecho, los estados crearon o apoyaron la existencia y viabilidad de las grandes agencias de información nacionales mediante ayudas económicas directas o indirectas, a través de las cuotas que los medios de comunicación abonaban a estas organizaciones.

3. Las agencias de noticias

Las agencias, en lenguaje actual economicista de nuestros días, se convertirían en mayoristas de la información, con oficinas repartidas en las áreas de interés informativo para el país, tanto nacionales como internacionales, con el compromiso de suministrar a todos los medios de comunicación, sobre todo en la segunda mitad del siglo pasado a grandes rotativos y cadenas de radio, un flujo de información continuo y en tiempo real del acontecer de la...

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