Reflexiones finales

AutorMaría Nieves Alonso García
Cargo del AutorLicenciada en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad de Salamanca
Páginas167-179
167
REFLEXIONES FINALES
Integrar democracia representativa e instrumentos de participación directa es
uno de los retos de los Estados constitucionales en el siglo XXI. La densidad de la
problemática abordada y su transversalidad sugiere la formulación de unas reflexio-
nes que, distanciándose de un mero resumen, persiguen incentivar el debate doctri-
nal y político sobre presupuestos que, hallándose pacíficamente asentados, conven-
drá reformular a la luz de la reiterada crisis de la representación. Para ello nuestra
guía será la estructura a través de la que se ha articulado la investigación sobre la
conciliación de democracia representativa y fórmulas de participación en la democracia
representativa contemporánea.
En los albores del siglo XXI la construcción de la democracia representativa pa-
rece tambalearse atenazada por la crisis.
La cultura parlamentaria española es consecuencia derivada de la posición sobre
el Parlamento de los constituyentes de 1978. La institución parlamentaria se consti-
tuyó bajo unos fundamentos basados en las Cortes franquistas, un pasado no demo-
crático y el conocimiento importado, en ocasiones con desacierto, del derecho com-
parado. Las preocupaciones del pasado se reflejaron en el esbozo de un Parlamento
diseñado para resistir anticipadamente los temores de un fututo que rememorara
aquel precedente de marcado carácter autoritario. La búsqueda de la estabilidad y la
gobernabilidad marcarán la constitucionalización del sistema parlamentario.
El monolitismo de la representación parlamentaria vio forzada su conciliación
con diferentes prácticas de participación ciudadana en el diseño de la Constitución
de 1978. La necesidad de un reforzamiento de la vinculación de los ciudadanos a los
asuntos públicos es su principal razón de ser. Habilitar unos nexos explícitos, que
potenciasen la mediatez de la representación parlamentaria, parecía ser el cauce a la
reconciliación ciudadana de la mano de la democracia constitucional. Se quería traer
y atraer a los ciudadanos hacia una cultura constitucional de la mano de dichas insti-
tuciones participativas.
Desde un halo negativo, el desarrollo constitucional de los instrumentos de par-
ticipación de los ciudadanos en los asuntos públicos respondía a las reticencias a la
participación ciudadana, consecuencia de la utilización de estos instrumentos para
disfrazar de democracia un régimen autoritario, así como, por la necesidad tras cua-
renta años de franquismo de reforzar las instituciones representativas y potenciar

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