Reflexión final

AutorMyriam Cabrera Martín
Cargo del AutorProfesora Colaboradora Asistente de Derecho Penal de la Facultad de Derecho 'ICADE' de la Universidad Pontificia Comillas
Páginas473-473
REFLEXIÓN FINAL
La victimización sexual de menores, constituye un problema de primera
magnitud merecedor de la máxima atención de los gobiernos, de los organis-
mos internacionales y de todos los sectores de la sociedad civil. Además, se trata
de un fenómeno cuya gravedad lo hace merecedor de persecución y repren-
sión penal, por la vulneración de derechos fundamentales de las víctimas que
supone y por constituir un grave ataque a la convivencia y al bienestar de los
ciudadanos, particularmente de aquellos que, por su edad, se encuentran en
un período trascendental de desarrollo y conformación de su personalidad.
La variedad y complejidad de los factores que influyen en su etiología,
la diversidad de los victimarios, y la multiplicidad de manifestaciones del
fenómeno de la victimización sexual de menores, determinan que también
tengan que ser diversas las estrategias y medidas de intervención dirigidas
a prevenir y perseguir el fenómeno. Consideramos que las directrices in-
ternacionales y las políticas nacionales adoptan una visión reduccionista
del problema, que conduce a perseguirlo centrando la atención, casi en
exclusiva, en los mecanismos del Derecho Penal y del Derecho Procesal. En-
tendemos que resulta, cuando menos ingenuo, creer que el Derecho Penal,
por sí solo o actuando casi en exclusiva, pueda atajar un problema que en
muchos casos se encuentra anclado y escondido en las propias estructuras
familiares y que es manifestación de complejas elaboraciones cognitivas y de
procesos de aprendizaje ya instaurados, frente a los cuales las posibilidades
de actuación del Derecho Penal son limitadas.
En relación con la victimización sexual infantil, como en relación con
otros fenómenos delictivos, se debería de hacer un esfuerzo para contrarres-
tar la sobrevaloración del Derecho Penal como vía de solución a todas las
conductas lesivas o desviadas, que lleva a que la mayor parte de las políticas
internacionales y planes nacionales se dirijan a la reforma del Derecho Penal
sustantivo, sin prestar la debida atención a la necesidad de intervenir con
otros recursos que, a medio/largo plazo, parecen más eficaces para atajar
o controlar el fenómeno. Creemos que, si se activaran todas las estructuras
de control social, fundamentalmente las de carácter informal, y no solo las
del Derecho Penal, los resultados en la lucha contra la victimización sexual
de menores serían mucho más satisfactorios.

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