La reconquista en la edad media

AutorManuel Valverde Villa
Páginas167-234
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CAPÍTULO II SEGUNDA PARTE
LA RECONQUISTA EN LA EDAD MEDIA
1. LA RECONQUISTA CRISTIANA186
Hacia el año 722 se inició una amplia reacción para superar la situación creada
por la conquista musulmana. Los asturianos, cántabros y vascones mantuvieron su in-
dependencia, a pesar de las escaramuzas e incursiones de saqueos de los musulmanes.
También, los navarros, aragoneses y catalanes, apoyados por los muladíes rebeldes a los
emires cordobeses, crearon condados, fuera de la autoridad cordobesa. El 28 de mayo
del año 722 tuvo lugar la batalla de Covadonga frente a un ejército regular musulmán,
capitaneado por Alqama, y allí se obtuvo la victoria cristiana al mando de Pelayo, úl-
timo jefe del ejército visigodo, cuyos restos de ejército, junto a asturianos, leoneses,
montañeses y mozárabes huidos al norte, comenzando allí la Reconquista que duraría
ocho siglos.
Se formaron tres núcleos de resistencia cristiana: El núcleo asturiano, el nava-
rro-aragonés y el catalán.
Con Alfonso I (739-757) se funda el reino de Asturias, destruyendo las guarni-
ciones bereberes asentadas allí y repoblando la zona, si bien pagando tributo a
los musulmanes. Con Alfonso II (791-842) se aanzó y se independizó el reino,
dejando de pagar tributo a los musulmanes, como el de las ‘Cien Doncellas’.
Alfonso II se anexionó Galicia y la cordillera cantábrica hasta las Vascongadas.
En una ofensiva llegó hasta Lisboa, obteniendo un gran botín, siendo el reino
186 GARCIA GALLO, Alfonso. El Origen y la Evolución del Derecho. Manual de Historia
del Derecho Español-I, Madrid, 1964, págs. 63-79; Cristianos y Musulmanes en la Penín-
sula Ibérica: La Guerra, la Frontera y la Convivencia. XI Congreso de Estudios Medievales.
Fundación Sánchez Albornoz. León, 2009. En torno al feudalismo hispánico. I Congreso de
Estudios Medievales. Fundación Sánchez Albornoz. Madrid. 1989.
LA HIPOTECA EN ESPAÑA Y SU EVOLUCIÓN HISTÓRICA
MANUEL VALVERDE VILLA
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asturiano cristiano el más poderoso. En tiempos de Alfonso III (866-910) se
repobló la meseta del Duero, ocupando el reino de Asturias, entre los años 850
al 900, las tierras al norte del río Duero, estableciendo la corte en la ciudad de
León. Luego, en el siglo X, ocupó el reino de León la zona entre el Duero y la
cordillera central, formando la unión del reino de Castilla y de León en el año
1037.
El reino de Castilla y de León se extendió después por Portugal hasta el río
Mondego, conquistando Braga (1040) y Coímbra (1064); y por la Meseta, hasta
el río Tajo, conquistando Alfonso VI la ciudad de Toledo (1085) y poniendo
en peligro a los reinos de Taifas, que pidieron entonces ayuda a los almorávides.
Navarra, desde la segunda mitad del siglo IX constituyó un reino que vivió con
independencia, si bien tuvo que defenderse de los francos de Carlomagno que
se habían adentrado por los Pirineos. Después, Navarra y Aragón, quedaron
unidas bajo un mismo rey desde 1076 a 1134 y, a su vez, unido este reino con el
de Cataluña desde 1137, se extendieron por todo el valle del Ebro, conquistando
Valencia en 1238 y Mallorca en 1229.
Por tanto, Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco y las zonas pirenaicas de
Navarra y Aragón se vieron libres a los pocos años de la ocupación musulmana.
Carlomagno (768-814) jó la frontera del reino franco en Cataluña, quedando
estabilizada en Manresa y Barcelona (801), anexionando territorios indepen-
dientes de los Pirineos, que luego recuperaron su independencia de los francos
en la segunda mitad del siglo X, formando el Condado de Cataluña al que se
sometieron otros condados hasta ahora independientes. La frontera o marca con
los musulmanes quedó estabilizada al norte del Ebro.
A partir del siglo XI se aceleró la Reconquista y, en poco más de 200 años (1031-
1252) 187. se reconquistaron nueve décimas partes de la Península, conquistando
en estos años: Toledo (1085), Zaragoza (1118), Lisboa (1147) y, principalmente,
ganando la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) a los almohades, que supuso el
repliegue denitivo musulmán de los territorios hispánicos, derrocando deniti-
vamente el poder musulmán. También, se conquistó Mallorca (1229), Córdoba
(1236), Valencia (1238), Murcia (1243), Jaén (1246), Sevilla (1248) y la zona del
Algarbe (1249).
187 SÁNCHEZ, Manuel. Al-Ándalus (711-1031). La Alta Edad Media. Historia 16. Extra XV.
Octubre 1980. Madrid, pág. 60.
CAPÍTULO II LA RECONQUISTA EN LA EDAD MEDIA
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SEGUNDA PARTE INVASIÓN MUSULMANA Y LA RECONQUISTA ESPAÑOLA EN LA EDAD MEDIA
La frontera entre musulmanes y cristianos estuvo jada en una ancha zona, devas-
tada por unos y otros, en sus continuas incursiones guerreras y, poco a poco, la expansión
y las incursiones hacia el sur de la frontera hizo que se fueran repoblando estos territorios
por los reyes cristianos, bien alrededor de un castillo levantado o una torre forticada, o
una iglesia reconstruida por los obispos y abades, a medida que lo permitía la situación y,
luego, se unían allí las familias cristianas que ocupaban las tierras y edicaban sus casas,
dedicándose a la agricultura ya la ganadería, creándose en estas villas y pueblos el merca-
do medieval que servía para hacer trueques de los productos. Así, quedó repoblada toda
Castilla la Vieja y La Rioja, principalmente por vascones y cántabros; pirenaicos y francos
repoblaron Aragón y Cataluña; asturianos y gallegos repoblaron León; incluso llegaron
francos de más allá de los Pirineos para poblar algunas zonas de Castilla, como en Toledo,
y también en zonas de Navarra y Aragón. Con el tiempo, la repoblación pasó a ser ya de
ciudades y pueblos conquistados, dirigida entonces por los condes y nobles, conviviendo
en estas poblaciones moros y cristianos. Luego, se incorporaron mozárabes que huían de
las persecuciones musulmanas y los judíos, que se dedicaron al comercio y acumularon
grandes fortunas, oreciendo también la artesanía. Los musulmanes que convivían en
estas zonas conquistadas conservaron su religión y su Derecho.
Con la Reconquista la estructura de la sociedad cambió. La tierra de los terrate-
nientes, de los monasterios, de nobles y señores se cedía para cultivo a otras gentes, que
quedaban bajo su dependencia económica y bajo su autoridad y protección, naciendo
entre ellos una relación de delidad y de vasallaje. Y así fue sucediendo este vasallaje
entre los nobles, hasta llegar al rey. Percibían los nobles rentas y prestimonios a cambio
de la delidad al rey. Los comerciantes y artesanos quedaron fuera de esta relación
de vasallaje, pero los condes y nobles quisieron atraerlos favoreciendo a las ciudades
o burgos donde residían y se convirtieron en aliados de los nobles en su lucha contra
otros nobles o señores feudales. Este feudalismo peninsular no fue igual en todas partes,
dependió de la situación especial de cada sociedad, de estar en zonas fronterizas, de la
abundancia o escasez de tierras; existiendo desde señoríos aislados en Castilla, hasta
la organización plena feudal de los condes catalanes, suponiendo estos supuestos refe-
ridos distintas etapas de un mismo proceso feudal188. La lengua hablada por el pueblo
terminó convirtiéndose en el siglo X en la lengua romance.
La batalla de Las Navas de Tolosa, en el año 1212, sobre los almohades hizo po-
sible reconquistar casi toda la península, quedando solamente por reconquistar el Reino
nazarí de Granada, que fue tomado por los Reyes Católicos, el 2 de enero de 1492, al
último emir almohade, Muhammad XII, llamado Boabdil por los cristianos.
188 MARTÍN, José Luis. Reinos y condados del norte. La Alta Edad Media. Historia 16. Extra
XV. Octubre 1980. Madrid págs. 118-126.

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