Recensiones

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García Berrio, Antonio

El centro en lo múltiple

Barcelona, Anthropos Editorial, 2008-2009

La síntesis de un capítulo universal de la teoría literaria española

La Editorial Anthropos, reconocida por sus publicaciones de ciencias humanas y por editar la revista Anthropos de documentación científica de la cultura, acaba de culminar una empresa singular y trascendente, la publicación en tres volúmenes de ensayos de la producción teórica de Antonio García Berrio, profesor de Teoría de la Literatura y maestro de generaciones, con el título general de El centro en lo múltiple.

Dichos volúmenes abarcan tres períodos cronológicos y temáticos que se ordenan así: I. Las formas del contenido, 1965-1985 (editado en octubre de 2008), II. El contenido de las formas, 1985-2005 (editado en diciembre de 2008) y III. Universalidad, singularización y teoría de las artes (editado en mayo de 2009), recogiendo un elenco de la aportación de García Berrio a la Teoría literaria moderna en la segunda mitad del siglo XX.

Esta compilación de El centro en lo múltiple que ahora queda organizada y presentada en estos volúmenes complementa a las obras teóricas mayores ya publicadas por Antonio García Berrio en su larga y fecunda trayectoria investiga-dora: España e Italia ante el conceptismo (Madrid, CSIC, 1968), Significado actual del formalismo ruso (Barcelona, Planeta, 1973), Introducción a la poética clasicista: Cascales (Barcelona, Plane-ta, 1975), Fundamentos de teoría lingüística (con

  1. Vera Luján, Madrid, Comunicación, 1977), Formación de la teoría literaria moderna (2 vols., Madrid, Cupsa, 1977-1980), La construcción imaginaria en Cántico de Jorge Guillén (Limoges, Trames, 1985), La poética: tradición y modernidad (con M.T. Hernández, Madrid, Síntesis, 1988), Ut poesis pictura: poética del arte visual (con M.T. Hernández, Madrid, Tecnos, 1988), Teoría de la literatura: la construcción del significado poético (Madrid, Cátedra, 1989), Los géneros literarios: sistema e historia (Madrid, Cátedra, 1992) y Crítica literaria: iniciación al estudio de la literatura (con M.T. Hernández, Madrid, Cátedra, 2004).

Junto a todas estas obras mayores por definición, la presente edición de Anthropos constituye un recorrido sintetizado de la producción del profesor García Berrio, y en ella se podrá ver el conjunto de sus aportaciones y el proceso mismo de su evolución, aunque sea esta vez en forma de obras menores por su tamaño y objetivo científico, que no por su valor mismo.

  1. El conjunto de materiales de esta magna edición es variadísimo y ha sido, eso sí, perfectamente organizado, clasificado e introducido por el autor de la edición, Enrique Baena. Al fin y al cabo se trata, nada más y nada menos, de las investigaciones básicas -y seminales- que constituyen el cimiento de las grandes líneas de investigación practicadas por García Berrio y que coinciden a su vez con el diseño de sus obras mayores.

    Aunque no haya sido un efecto buscado, las investigaciones teóricas que contienen los tres volúmenes, organizadas diacrónicamente, representan en síntesis un paralelismo curioso e interesante con no pocas aportaciones de la teoría y la crítica literarias en la segunda mitad del siglo XX, que es como decir la práctica totalidad de la teoría literaria atesorada al día de hoy. Junto a esta virtualidad de las investigaciones de García Berrio, se ha introducido una eficaz dimensión síncrónica de los materiales, agrupándolos por temas debidamente diseñados y estructurados.

    En efecto, el recorrido histórico de las investigaciones aquí presentadas va desde la temprana fecha de 1965 (en plena efervescencia del Estructuralismo francés, una fecha de referencia obligada) hasta hoy, lo que es decir el transcurso de toda la historia de la teoría y de la crítica literarias contemporáneas, salvo el Formalismo ruso y Bajtin por supuesto, que García Berrio conoce tiempo después, por razones obvias de cronología.

    Dentro ya de la clave de comprensión sincrónica, pero como corresponde al proceso mismo de la evolución de la teoría literaria y de la investigación del autor, el primer volumen contiene aportaciones de corte histórico y formalista, cerrándose con el imprescindible artículo titulado «Más allá de los "ismos": sobre la imprescindible globalidad crítica»; el segundo contiene en síntesis una revisión teórica que implica una «teoría ampliada del texto literario» en clave poética, retórica, lingüísti-

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    co-textual e imaginaria, que son a la postre las grandes líneas conceptuales de la teoría de García Berrio; y el tercero abarca una compleja síntesis de aportaciones relacionadas con el comparatismo, la relación literatura-arte y el canonismo, esta última de gran impacto.

  2. Una cuestión fundamental -puesto que de crítica literaria se trata- es la amplia muestra de objetos de investigación que esta antología recoge.

    La dedicación teórica del autor no le impide investigar a pie de obra con autores concretos, con los cuales -y entre otros- se puede construir todo un canon. Destacan en el ámbito hispánico, y mayoritariamente, la poesía: Manrique, Garcilaso, Góngora, Gracián, Calderón, el gran Cervantes, Quevedo, Zorrilla, Galdós, Clarín, Valle-Inclán, Azorín, Lorca, el poeta predilecto Jorge Guillén, Cernuda, Unamuno, Pérez de Ayala, Claudio Rodríguez, Gil de Biedma, Valente, Cela.

    Y en el ámbito internacional: Shakespeare, Eco, Sontag. A todos ellos cabe añadir una no menos importante lista de autores plásticos: Velázquez, El Greco, Miró, Saura, Kiefer, Lüpertz, Chillida, Palazuelo, Berriobeña, Ciria, Sanleón, Tàpies.

    En perfecta conjunción con lo anterior, no es menor la importancia de los temas literarios tratados en sus artículos, entre otros: el mito de Don Juan, el conceptismo, el ut pictura poesis, la tópica, la paráfrasis, la poética clásica, la estética barroca, los fundamentos de la retórica, la mimesis, el Siglo de Oro, la savia del Formalismo ruso, el inmanentismo, literariedad y poeticidad, la forma interior (innere Sprachform), la definición de la poesía, la definición de la ciencia literaria, los géneros literarios, la singularidad creativa, el carpe diem, la tipología textual, la consistencia del arte, el canon literario, la universalidad artística, la interpretación y sus límites, la imaginación poética y la poética de la imaginación, la centralidad canónica del Quijote, la pintura como lenguaje, el imaginario espacial, la inversión semiótica del ut poesis pictura, el problema de la modernidad y la postmodernidad, el concepto de influencia, el arte moderno y el arte contemporáneo, retórica de la imagen plástica, el clasicismo.

    Ni tampoco los autores de teoría que -entre otros- le acompañan en sus recorridos investigadores, desde Aristóteles, Horacio, Quintiliano y Cascales hasta su muy admirado Bloom (con quien reconoce coincidencias canónicas), pasando por Bajtin, Spitzer, Barthes, Todorov, Van Dijk, Petöfi, Saussure, Harris, el maestro Baquero, Kayser, Dámaso Alonso («el mayor crítico literario español del siglo XX»), Genette,

    Claudio Guillén, Eco, Schmidt, Humboldt, Steiner, Vattimo, Weinrich, Fumaroli, Kant, Ortega.

  3. También resulta capital tener en cuenta las metodologías críticas en las que ha venido trabajando García Berrio durante todos estos años, ya que entroncan con teorías y metodologías reconocidas mundialmente. En principio deja claro que su posición, como veremos, es sintética y no ecléctica, y su objetivo «una explicación total del hecho literario» (de ahí su enfoque eminentemente teórico). A ello se añade una actitud antidogmática, de la que resulta una productividad mediadora, de vías integradoras.

    Tras unos comienzos de corte historicista, el mismo autor se reconoce a sí mismo como un investigador que bebe en las fuentes del Formalismo ruso. Sus maestros españoles habían sido Valbuena Prat, Muñoz Cortés y sobre todo Baquero Goyanes. Como es en cierto modo lógico, continúa su actividad en el ámbito del Estructuralismo (del que no reniega su aportación sustancial a los fundamentos de la teoría literaria moderna) a lo largo de todo su desarrollo hasta llegar incluso al Postestructuralismo, momento en el cual se decide por «una opción personal». Eso sí, no ha abandonado nunca el concepto de forma, aunque lo ha ido articulando con otros, de modo que llega a decir, avanzado el proceso, que la forma «no reside en estructuras sintagmáticas breves, sino en textos extensos».

    Por tanto la semántica literaria, sin perjuicio de la sociocrítica y de la lingüística textual, se relaciona posteriormente con aspectos psicológicos, la teoría de la imaginación y también del sentimiento, completando un espectro de análisis globalizador. En este sentido sobresale quizá su reciente atención a la antropología del imaginario y a la crítica americana (el controvertido Bloom sobre todo).

    En el ámbito del comparatismo encontramos una idea-proyecto importante: hay que apostar por «el comparatismo bien fundado en la teoría», que es como un legado que deja a las nuevas generaciones de profesores e investigadores. Junto a ello, no resulta de menor importancia la idea de revisión del canon con la incorporación de Cervantes a esa centralidad que Bloom había fijado únicamente en Shakespeare y que luego ha modificado, coincidiendo con las tesis de García Berrio.

    Además, como extensión del comparatismo literario, García Berrio ha dedicado en los últimos años una especial atención al estudio del arte, sobre todo en su relación con la crítica literaria, cuyos principios retóricos y estilísti-

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    cos ha aplicado a las obras pictóricas en busca de una «globalidad de los lenguajes artísticos».

  4. La síntesis de las principales aportaciones de García Berrio a la teoría de...

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