Recensión 1. REDES. Número 16
| Autor | Agustin Luna Serrano |
| Cargo | Catedrático de Derecho Civil Universidad de Barcelona |
| Páginas | 376-386 |
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R.E.D.S. núm. 16, Enero-Junio 2020 ISSN: 2340-4647
pág. 376!
GIUSEPPE CAPOGRASSI, La experiencia común (trad. y
ed. de Ana Llano Torres y prol. de Miguel García Baró),
Madrid, Ediciones Encuentro, 2020.
Agustín Luna Serrano
Catedrático de Derecho Civil
Universidad de Barcelona
Ediciones Encuentro viene difundiendo entre nosotros el pensamiento de un
notable filósofo católico del derecho, no precisamente de tendencia aristotélico-
tomista según ha sido tónica tradicional entre nosotros, como es Giuseppe
Capograssi, del que la misma editorial ya publicó, en 2015, El individuo sin
individualidad y, en 2017, La vida ética, según algunos la mejor obra de
nuestro autor –publicada por entregas en la turinesa revista “Filosofia” de su
amigo napolitano Augusto Guzzo–, dos de las más conocidas obras dentro de
su abundante producción científica, recogida en diversos tomos de obras
completas publicados por la milanesa Casa Editorial Giuffrè (vols. I-VI, 1958-
1960, y vol VII, 1990), además de haberse publicado en numerosas ediciones
muchas de sus obras concretas por otros editores. La obra aquí presentada se
encuentra, además, incorporada, juntamente con otras de las publicaciones
más destacadas de este importante jusfilósofo, en un relativamente reciente
volumen titulado, como uno de sus estudios más significativos, La vita etica
(al cuidado de F. Mercadante), Milano, Bompiani, 2008. La obra ahora
traducida por la profesora de la Complutense Ana Llano Torres, mayor
estudiosa entre nosotros de la filosofía jurídica de Capograssi –que promueve
además, con pasión, el conocimiento de su obra en España–, se presenta en
esta versión conteniendo algunas acertadas acotaciones de la traductora, en
forma de pequeños subtítulos divisorios del contenido del libro, que facilitan
su lectura y comprensión para los no acostumbrados a obras de las
características de la presente.
Puede considerarse, sin duda, a Capograssi (Sulmona 1889 – Roma 1956)
como un filósofo personalista del derecho, bastante alejado en su madurez de
las doctrinas imperantes en su país y en su tiempo, cuyo devenir teórico se
asienta sobre todo en la intuitiva reflexión en torno a un sentido antropológico
de la vida corriente del hombre común, del homo aequalis; es decir, en cuanto
concierne a sus incertidumbres, necesidades e inquietudes, que se examinan
no tanto sobre planteamientos propios del idealismo o del, a su juicio, ya
trasnochado naturalismo acrítico cuanto sobre una reflexión de dimensión
providencialista anclada en la realidad, esto es, la propia del realismo
cristiano, posicionamiento doctrinal que resplandece de manera bien
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