La realización de las formas de prevención secundaria y terciaria en el campo de la delincuencia de menores

AutorCésar Herrero Herrero
Cargo del AutorProfesor de Derecho Penal y Criminología
  1. LA REALIZACIÓN DE LA PREVENCIÓN SECUNDARIA

    1. Noción de esta clase de prevención

    Como ya se ha comentado, la prevención secundaria está orientada a intervenir, de forma ordenada, sobre personas o grupos de personas, previamente identificados, afectados ya por factores de riesgo impelentes, por su propia naturaleza o circunstancias, a comportamientos antisociales, para que no caigan en ellos. Hace frente a esos factores de riesgo en el sentido en que se encuentren en las personas o grupos concretos. Sea por vía directa o indirecta. Dentro de su radio de acción se encuentra, también, la protección de las probables victimas.

    2. Metodología operativa

    La prevención secundaria, de acuerdo con su compleja misión, exige, si ha de llegar a ser mínimamente eficiente, seguir, en su realización, alguna forma sistematizada de proceso. Habrá de integrar, al menos, los siguientes pasos:

    1. Delimitar y seleccionar las conductas antisociales a evitar. 2º Definir los probables factores que, en principio, están en la base de tales conductas mediante, sobre todo, "estudios de campo", sin desdeñar la experiencia práctica en torno a la influencia de aquéllos.

    2. Tratar de localizar los factores prevalentes o protagonistas del riesgo, para convertirlos en objeto preferente de debilitamiento o neutralización. (Se trate de factores psicobiológicos, psicomorales, psicosociales, situacionales o de ocasión...)

    3. Identificar y localizar a las personas o grupos que están afectados por tales factores de riesgo (o a los que se están manifestando especialmente vulnerables) para incidir oportunamente sobre aquéllos. Interviniendo no sólo sobre los poseedores de tales factores (delincuentes potenciales) sino, también, sobre las potenciales víctimas.

    4. Concretar los medios y modos (estrategias) de incidencia o intervención, teniendo en cuenta todos los extremos: las conductas antisociales evitables, los factores-base de riesgo, las personas o grupos que los "poseen", las probables víctimas...

    5. Ejecución y posterior evaluación de las estrategias puestas en práctica.1Por tanto, de acuerdo con lo que acaba de exponerse, la prevención secundaria tiene que llevarse a cabo no sólo atacando los predichos factores de riesgo (vía directa de enfrentamiento) sino, también, procurando crear o reforzar, en su caso, respecto de las personas o grupos a atender, contrafactores, o factores de protección, predisponentes a la suficiente e idónea integración social.(Vía mediata de prevención). Con este fin, han de elaborarse y aplicarse, de forma sistematizada y lo más individualizadamente posible, programas destinados a diluir los factores negativos y a crear o fortalecer los positivos.

    3. Programas destinados a esta clase de prevención. La implicación, en ellos, de las fuerzas "vivas" de la comunidad

    Por lo que respecta a la vía directa de enfrentamiento, a hacer frente a los "factores de riesgo", dentro de los que ya se mueven menores o grupos de menores, están destinados, en muchos países (desarrollados y en vías de desarrollo) no pocos programas especializados, patrocinados por la Universidad, las Autoridades sanitarias, las Autoridades responsables de la seguridad ciudadana, la Escuela y las Asociaciones de Padres de Alumnos, Asociaciones Locales y de Vecinos... Con frecuencia, actuando en cooperación. Así, y a modo de ejemplo, pueden indicarse: los modelos de programas orientados a prevenir comportamientos violentos("Model Programs Violence Prevention"). Los orientados a prevenir el consumo de drogas("Midwestern Prevention Projects"). Los destinados a localizar, para incidir, positivamente, a niños, pacientes de situaciones relacionadas con familias rotas o con niveles socioeconómicos bajos o muy bajos ("Montreal Longitudinal Study Preventive Treatment Programs") o en contextos sociales disgregadores (CASASTART, CAR...). Los orientados a fortalecer aptitudes positivas para la vida ("life skills"): aprender a estudiar, a autoorganizarse a medio y largo plazo, a saber elegir oportunidades útiles y constructivas para sí mismos y para la comunidad, a autocontrolarse... (Así, el "Quantum Opportunities Programs")...2

    En algunos países (V.gr., en bastantes Estados de Estados Unidos), vienen cumplimentándose, con éxito notable en relación con el objetivo aquí tratado, programas como los llevados a cabo, durante los fines de semana, por "Monitores Voluntarios Adultos" ("Adult Volunteers Mentoring"), orientados a actividades educativas y de recreo, para niños y adolescentes social y económicamente menesterosos. Programas elaborados para organizar y distribuir el tiempo inmediatamente posterior a la jornada escolar de determinados grupos de menores, que se encuentran al margen del control de los padres durante algunas horas de ese tiempo ("Supervised Recreational Programs").3 Programas para evitar el uso, o disminuirlo, de armas de fuego por parte de los menores, donde intervienen, en colaboración, agentes de policía y los ciudadanos ("Community Policing Programs").4

    No escasa importancia, en orden a la prevención secundaria de la delincuencia de menores, posee la atención que debe prestarse al fenómeno del llamado "bullismo", conectado con el problema de los menores "hiperactivos", que tantos conflictos crean en el ámbito de la familia, de la escuela y de los compañeros y que, de no reconducirse, se prolonga y permanece con la mayoría de edad. Se trata, en efecto, de personalidades agresivas, de gran impulsividad, escasísima empatía, inclinados hacia la violencia, afectadas por crisis de identidad personal. Incapaces de mantener la atención e inconstantes en el mantenimiento de las tareas por ellas acometidas. Y, por si fuera poco, proclives a la ansiedad, inseguridad en sí mismas, poca autoestima y cultivadoras del propio victimismo.5

    Naturalmente, ha de irse, para prevenir su casi segura delincuencia, a hacer frente a los factores que están en la base de tales actitudes (sean genéticos, psicomorales, ambientales o psicosociales). Por su relevancia, incluso ya numérica, este problema merece que sea abordado de raíz. 6

    Los niños afectados por esta anomalía suelen "cebarse" con víctimas que adolecen de inseguridad, de baja consideración propia, tendentes al aislamiento y a la timidez. Notas que se acrecientan e intensifican con los ataques permanentes de los "bulli", quienes, en su actuación, les "deshumanizan" mediante el pretexto de que "los débiles merecen ser maltratados". Es éste uno de los plurales mecanismos de naturaleza psicomoral, que actúa en ellos como pantalla de autojustificación, instigado y reforzado por el aprendizaje social, sea directo o vicario. 7

    La trascendencia y actualidad de este problema, tanto individual como social, ha sido percibido ya en no pocos países de nuestra área de cultura, y han nacido iniciativas para afrontarlo y prevenirlo. Las estrategias han de ser interactivas, dando cabida a los afectados (individuos, grupos y contextos, víctimas incluidas) y deben situarse dentro de coordenadas que tengan en cuenta, además de los posibles factores de origen, las vinculaciones próximas con las que se relaciona el problema. Como, por ejemplo, la identidad sexual, la carencia de autoestima, la inadecuada educación de la afectividad...8

    La "prevención secundaria" ha de ser utilizada, incluso, en orden a evitar delitos muy graves (homicidios...) mediante la intervención sobre los correspondientes factores de riesgo, actuantes ya en individuos o grupos delimitados. Ello implica, si se pretende una mínima eficacia, la implicación y el compromiso, respecto a los programas a llevar acabo para prevenir, del entramado vivo de la comunidad. Es decir, de instituciones de gobierno, policía, profesores, trabajadores sociales, de la salud, cooperación voluntaria y decidida de los ciudadanos en general, encarnada, sobre todo, en información concreta, fuertemente coordinados para este fin. Todo ello, además, partiendo de datos, rigurosamente adquiridos mediante investigación, en torno a las conductas a evitar, los sujetos activos sobre los que incidir y las estrategias y medios a emplear. Sin olvidar que esta clase de prevención requiere, de forma absolutamente preferente, el protagonismo del municipio, que es el que ha de prestar el liderazgo y los recursos, así como las pertinentes actividades alternativas destinadas a estos menores en peligro.9

    4. La prevención secundaria en relación con las víctimas próximamente potenciales

    La puesta en práctica de la "prevención secundaria" en su integridad requiere, también, que se efectúe con relación a las personas en riesgo, de alguna manera inmediato, de ser víctimas. Con relación a las personas que, por razón de su estado, de su vulnerabilidad especial, su situación particular, están predispuestas, de forma peculiar, a la victimización por parte de los menores en peligro de delinquir.

    La prevención secundaria consistirá, aquí, en la puesta en marcha, con relación a aquéllas, de programas de información y advertencia ("pedagogía de la víctima), vigilancias zonales... Todo ello, con la finalidad de no ofrecer, a dichos menores, la oportunidad de delinquir, evitando, para ello, la presencia de los llamados factores " situacionales" o de "ocasión". 10

    5. Los contrafactores en la prevención secundaria

    Prevención secundaria de la delincuencia, respecto a determinados individuos o grupos de menores puede hacerse, como ya ha quedado insinuado, enfrentándose a los factores que impulsan a la misma. Pero puede hacerse también (y es la mejor manera) mediante la creación de contrafactores o factores de protección. O sea, actuando en positivo. Es decir, haciendo posible, con relación al menor, la interiorización de recursos (cognitivos, de educación de la voluntad, éticos, motivacionales, asimilación de habilidades constructivas suficientes... ) con los que, desde el principio, sea capaz de hacer frente, por su propia convicción y adaptación social, a los factores de riesgo en los que pudiera...

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