El RDL 32/2021, de 28 de diciembre, una reforma laboral cargada de futuro
| Autor | Ana de la Puebla Pinilla |
| Páginas | 1-7 |
IUSLabor 1/2022
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EL RDL 32/2021, DE 28 DE DICIEMBRE. UNA REFORMA LABORAL
CARGADA DE FUTURO
Ana de la Puebla Pinilla
Catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Universidad Autónoma de Madrid
La necesidad de abordar una modificación de la normativa laboral para revertir los
perniciosos efectos que había generado la reforma de 2012 en la estabilidad en el empleo
y en las condiciones laborales de las personas trabajadoras aparecía ya en el programa
electoral de los partidos políticos que en enero de 2020 constituyeron el gobierno de
coalición PSOE/UNIDAS PODEMOS. El Acuerdo para un gobierno progresista recogía
esos compromisos y presentaba los mismos como un objetivo prioritario e inmediato. La
inesperada pandemia de la COVID-19 modificó la agenda legislativa para atender, como
debía hacerse, a las necesidades inmediatas y urgentes que la situación imponía. Sin
embargo, la voluntad del gobierno de no renunciar a aquellos propósitos determinó que,
en cuanto la situación lo permitió, se constituyera la mesa de diálogo para la reforma
laboral. La apertura del diálogo social dejó claro que el objetivo prioritario del gobierno
era conseguir una reforma consensuada con los agentes sociales, aunque ello supusiera,
como efectivamente ha ocurrido, renunciar a llegar hasta el final de la reforma que
pretendía hacerse. La negociación y el acuerdo implican renuncias para todas las partes
negociadoras, pero garantiza, y ahí reside el valor del consenso, soluciones equilibradas
a la vez que favorece su efectiva aplicación.
Los contenidos y objetivos que se plantearon en la mesa de diálogo para la reforma laboral
se anunciaban ya en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que, en su
Componente 23, referido a las “Nuevas políticas públicas para un mercado de trabajo
dinámico, resiliente e inclusivo”, contemplaba las reformas necesarias para modernizar y
mejorar la eficiencia del mercado de trabajo laboral abordando un conjunto de
deficiencias estructurales y ofreciendo soluciones a las mismas. Se preveía, en particular,
la simplificación de los contratos temporales, la generalización de los contratos
indefinidos y del principio de causalidad en la contratación, así como una más adecuada
regulación de los contratos formativos. La modernización de la contratación y
subcontratación era otra de las líneas de reforma, como también la regulación de un
mecanismo permanente de flexibilidad interna y de recualificación de los trabajadores en
transición. Finalmente, la modernización de la negociación colectiva se contemplaba
también como una reforma imprescindible.
La mesa de diálogo abordó estos temas y sobre todos ellos se alcanzó, in extremis, un
acuerdo a finales de diciembre de 2021, que fue íntegramente trasladado al RDL 32/2021,
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