Radio en línea
| Autor | Koldobika Meso Ayerdi |
| Cargo del Autor | Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea |
| Páginas | 285-320 |
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"Posiblemente estamos ante el conflicto más complejo de los vividos hasta hoy por la radio y por todos los medios de comunicación, sin excepciones. El actual es un cambio radical".
Esta es la opinión del ex-presidente del INA francés Francais Beck -y recogida por Ángel Faus Belau (2001)-, que afirma que "ve la radio hoy con la necesidad de ser imaginativa, innovadora y flexible para conducir los cambios del momento actual".
En términos parecidos se expresa Mariano Cebrián al afirmar que la radio se halla en una encrucijada.
"Se generan cambios internos de grandes dimensiones, se modifica su entorno y entra en una situación de convergencia multimedia. Los desarrollos internos se producen por el paso de la tecnología analógica a la digital, por la experimentación de nuevas vías de expansión como Internet, satélite, telefonía móvil" (Cebrián, 2002).
En la actualidad, la radio, al igual que otros muchos medios, asiste a numerosos cambios sociales, tecnológicos y económicos, que están produciendo cambios sustanciales en la misma y repercuten en el modelo de comunicación, en los contenidos y en su relación con la audiencia. Se trata de factores externos al medio que causan inquietud en la empresa radiofónica ya que escapan a su control y comprensión, señala Faus Belau: los analizan desde sus perspectivas económicas o técnicas y no desde parámetros propios del medio o de la comunicación. Pero también hay factores internos, como la digitalización de las redacciones que modifica los modos de elaborar la radio. Tal y como manifiesta Rosa Franquet,
"la transición de lo analógico a lo digital, ya no puede contemplarse sin comprender la naturaleza de los cambios que se están produciendo como consecuencia de todas las tecnologías disponibles. El panorama a principios de la década de los noventa era muy distinto a la situación actual, donde nuevas prácticas comunicativas se han desarrollado al calor de las redes y de los periféricos" (Franquet, 2002b: 209).
En este contexto de continuo cambio, Internet se convirtió en un auténtico revulsivo para muchas industrias culturales y entre ellas la radiodifusión, que encontró en la Red
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una nueva vía para la distribución de las señales radiofónicas. Sin embargo, no sólo se utiliza como un mero soporte para la distribución de contenidos, sino que surgen nuevos servicios como hemerotecas, búsquedas, mayor interactividad, etc.
Con relación al resto de los demás medios convencionales -radio y televisión-, la prensa ha aventajado a éstos en su presencia y protagonismo dentro de la red, donde goza de cierta primacía. De cualquier manera, a pesar de la mayor experiencia de la prensa en Internet, en la actualidad la radio comienza una nueva etapa dentro de la dinámica digital y lo mismo se podría decir de la televisión, lo que ha obligado no sólo a la prensa sino también al resto de los medios convencionales a mejorar su presencia en Internet, apostando por la mejora y ampliación de los contenidos y servicios. Para John Birt, ex-director general de la BBC, la era digital "se caracteriza por una radiodifusión que precisa poner en antena una infinidad de servicios que deben estar a disposición de los oyentes en cualquier momento".
Sin duda, las nuevas tecnologías y los nuevos canales de distribución vinieron a incrementar de forma notable tanto la cantidad como la calidad de los servicios, los contenidos y la distribución convencional. En definitiva, mayor competencia para los medios actuales. Tal y como apunta Mª Ángeles Cabrera González, "la penetración definitiva de la radio y la televisión en la red harán más necesaria la apuesta por un modelo de presentación multimedia de los contenidos informativos, hacia el que tiende la prensa en línea actual" (Cabrera González, 2001: 74).
El despegue de la radio en Internet -conocida también como webcasting radio, cybercasting o web radio- fue rápido. Pese a la existencia de varios intentos por lograr emitir radio por Internet, el paso decisivo se dio en 1995 con la aparición de Real Audio, el software que hacía posible la emisión en tiempo real. Una de las primeras experiencias de radio exclusivamente por Internet se produjo en Hilversun, en Holanda, en donde la emisora XR Radio fue pionera en emitir a través de la red.
En un primer momento, la radio por Internet se desarrolló como redifusión de las ondas hertzianas, si bien poco a poco se fueron incorporando nuevos servicios, aunque no grandes innovaciones. El ya mencionado Mariano Cebrián (2002) critica que a la difusión de la programación añade información sobre los programas, resúmenes, biografías de presentadores, sin apenas originalidad.
Incluso, nacieron emisoras que emitían exclusivamente a través de la Red con una programación similar a la de las ondas hertzianas -haciendo que se simultanearan en los contenidos-, dejando pasar la oportunidad de experimentar con contenidos alternativos. Se trataba de una importante oportunidad para la renovación de la radio, si bien era evidente que mientras las emisoras tradicionales no apreciaran la posibilidad de sacarle una rentabilidad a la misma, no pasarían de ser simples experiencias.
Pese a que, en un primer momento, la radio parecía la hermana pobre de los medios de comunicación y no acababa de despegar en la Red, ya no se la puede calificar así frente a la experiencia desarrollada por los medios impresos nacidos exclusivamente
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en la red. De hecho, se puede llegar a decir que incluso están recorriendo un camino paralelo en cuanto a experimentaciones y renovaciones aún difíciles de dilucidar.
Es cierto que cuenta con ciertas dificultades técnicas para una fácil y rápida difusión -idea sobre la que volveremos más adelante-, pero tampoco son dificultades insoslayables, por lo que también tiene un futuro a su alcance, eso sí, todavía poco estudiado y desarrollado. Tal y como dice Pedro Carreño, de Servicom, ni el vídeo mató a la estrella de la radio, como decía la canción, ni las tecnologías multimedia van a acabar con ella. Más bien al contrario. La radio es un medio ágil y capaz de combinar, si es necesario, las ondas hertzianas con el ciberespacio. Prueba de ello es el estudio realizado por la agencia de mediciones Arbitron, según el cual, más de cien millones de personas escuchan la radio en formato en línea.
Ahora bien, limitar Internet a la transferencia de textos o fotografías era recortar mucho sus posibilidades. El desarrollo de la radio por Internet dependía, fundamentalmente, de la capacidad de generar otras modalidades comunicativas sonoras, apoyándose en la comunicación escrita para reforzar sus ‘atractivos’.
La Red ni siquiera necesita las concesiones de los gobiernos, porque no hay espacio radioeléctrico que repartir. Ello convertía a Internet en el medio complementario perfecto para la radio de cara a la transmisión de sonido; es planetario, es popular y es creativo.
En 1997 se cumplió el centenario de la creación del primer telégrafo sin hilos, que supuso el nacimiento de la radio. Y todo porque un día el inventor Guglielmo Marconi pensó que las señales eléctricas podían viajar a través del aire. Ese mismo año, el Gobierno español dio luz verde a la digitalización de los medios audiovisuales.
En palabras de Nicholas Negroponte (1995), ser digital es poder crecer. La digitalización de la radio no es otra cosa que la posibilidad de que la radio crezca, se haga más importante, de mayor calidad. Las ventajas de la radio digital son muchas. Pero entre ellas destaca que la sintonización de las emisoras es mucho más efectiva; emisoras que pueden estar a kilómetros de distancia del oyente. Además, siempre se podrá escoger el formato de radio que se quiera y recibir datos y servicios añadidos. José Luis Tejerina (1997) también nos enumera otra serie de ventajas y facilidades de la radio digital frente a la radio analógica:
- Una recepción -fija y móvil- de mayor calidad.
Flexibilidad en el uso del canal radioeléctrico.
La oferta de programas aumenta.
Servicios de valor añadido, por los que la audiencia está dispuesta a pagar:
Transmisión de datos.
Presentación de imágenes.
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La digitalización se veía como una necesidad y una ocasión ideal para la reordenación del sector 1. Sin embargo, la digitalización en la radio nació con muchos problemas. Necesitaba una nueva banda de frecuencia, nuevos aparatos receptores, una nueva audiencia, una nueva programación, etc. Y todo ello, en el conjunto de un mercado no muy propenso a arriesgar en exceso. De hecho, los radiodifusores tenían claro que el futuro sería digital, pero no acababan de ver cómo sería ese futuro digital. Ello motivó, entre otras cuestiones, que en el 2005, el sector privado ya hubiera solicitado una moratoria para la implantación de la tecnología digital en el territorio español 2, y que, hoy día, pese a la saturación del espectro radioeléctrico, la radio siga siendo un sistema de transmisión analógico dominado por la FM, a pesar del más que considerable esfuerzo económico realizado en los últimos diez años digitalizando todo o parte de su proceso de producción y emisión.
Se da la paradoja de que el calendario técnico previsto de implantación de la nueva tecnología se estaba cumpliendo, pero no...
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