¿Por qué debe utilizarse la perspectiva del desarrollo sostenible?
| Autor | Montserrat Abad Castelos |
| Páginas | 39-60 |
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MONTSERRAT ABAD CASTELOS
CAPÍTULO I
¿Por qué debe utilizarse
la perspectiva del desarrollo
sostenible?
Podría decirse, en síntesis, que el prisma del desarro-
llo sostenible debe emplearse, ante todo, porque ya no
cabe otra alternativa. Pero, como es obvio, resulta ne-
cesario examinar además ciertas claves y fundamentar
adecuadamente una afirmación así, aunque escudriñar
el exacto alcance normativo actual del principio del
desarrollo sostenible exceda del objetivo de esta mo-
nografía. Aun así, cualquier análisis que, como éste, se
proponga averiguar cuáles pueden ser ciertas implica-
ciones del principio de desarrollo sostenible en relación
con las energías renovables marinas, resulta una tarea
enormemente dificultosa por varias razones que se irán
mostrando a continuación.
LAS ENERGÍAS RENOVABLES MARINAS Y LA RIQUEZA POTENCIAL DE LOS OCÉANOS
¿UN MAR DE DUDAS O UN MAR DE OPORTUNIDADES?
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MONTSERRAT ABAD CASTELOS
Pese a que las ideas que subyacen tras el con-
cepto de desarrollo sostenible tenían una larga histo-
ria en el Derecho internacional16, en 1987 el Informe
Brundtland, como es bien sabido, marcó un antes y un
después para la formulación del principio17. Desde en-
tonces, el principio de desarrollo sostenible no ha para-
do de evolucionar. No sólo se ha recogido en numerosas
Cumbres internacionales, sino que se ha desarrollado
también a través de una red de tratados bilaterales y
multilaterales. Entre las cumbres, deben entresacarse,
16 P. Sands, «Environmental protection in the Twenty-First
Century: Sustainable Development and International
Law», Environmental Law, The Economy and Sustain-
able Development, Ed. By R. L. Revesz, P. Sands y R.B.
Stewart, Cambridge University Press, 2000, pp. 369-409;
p. 374.
17 Sobre su origen cercano, véase P. Sands, «International
Law in the Field of Sustainable Development» (1994)
British Yearbook of International Law, pp. 303-381. Sin
embargo, como recordaba Juste Ruíz, el principio pasó
desapercibido en los planos político y jurídico en los textos
que conformaron el «gran intento fallido de establecer un
nuevo orden económico internacional (NOEI)», J. Juste
Ruíz, Derecho Internacional del Medio Ambiente, Mc-
Graw-Hill, Madrid, 1999, pp. 33 y 34.
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