Propuestas para la acción docente inclusiva del profesorado universitario o cómo desarrollar prácticas interculturales e inclusivas en la Universidad

AutorOdet Moliner García
Páginas139-160
PROPUESTAS PARA LA ACCIÓN DOCENTE
INCLUSIVA DEL PROFESORADO UNIVERSITARIO
O CÓMO DESARROLLAR PRÁCTICAS
INTERCULTURALES E INCLUSIVAS
odet moliner garcía
Este trabajo es una aproximación teórica al tema de la acción docente en las
aulas universitarias. Se plantea el desarrollo de la función docente desde un
modelo de universidad intercultural inclusiva que concibe la institución educativa
como un espacio de participación democrática, valora la diversidad del alumna-
do, y persigue la autonomía personal del alumnado otorgando al profesorado un
rol fundamental desde el compromiso personal y la transformación de sus prác-
ticas educativas. Desde ahí, se proponen recomendaciones para el desarrollo
de buenas prácticas de acción docente inclusivas articuladas en 5 dimensiones:
compromiso y actitud positiva hacia la diversidad, planicación educativa tenien-
do en cuenta las diferencias, desarrollo práctico de la acción docente, gestión
del aula y de los elementos curriculares, evaluación formativa para mejorar el
aprendizaje de los estudiantes y reexión constante y crítica sobre su acción y
sus consecuencias. Cada una de ellas se ilustra con ejemplos e indicaciones
que faciliten la implementación de prácticas inclusivas para todos y todas.
1. UNA APROXIMACIÓN AL ESTADO DE LA CUESTIÓN
“La universidad, si quiere ser inclusiva, no puede dejarlo todo en manos de
la generosidad y el tiempo de su profesorado” decía una profesora en una
reunión.
Hoy en día la inclusión se nos presenta como un desafío para todas las per-
sonas que trabajamos en las instituciones de educación superior. La respuesta
a la diversidad del alumnado en el contexto universitario implica dirigir todos los
esfuerzos hacia una serie de objetivos que incluyen la sensibilización de la co-
munidad universitaria, en particular del profesorado, sobre la necesidad de
respetar las diferencias individuales, incluso cuando éstas requieran unas res-
puestas ajustadas a las características especícas de alguno de sus miembros.
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Desde el enfoque de la inclusión, entendemos la diversidad desde la aceptación
de la amplia gama en que las personas somos diferentes (raza, género, etnia,
edad, nacionalidad, cultura, religión, discapacidad, orientación sexual, estatus
socioeconómico, idioma, estilos de aprendizaje, etc.) y esa diversidad está pre-
sente en todas las instituciones sociales y por supuesto en las universidades. En
este sentido, la Universidad, como promotora de integración e inclusión social,
ha de atender al alumnado de acuerdo con sus capacidades, intereses, motiva-
ciones y entornos socioculturales. La UNESCO, a partir de los informes anterio-
res como el Delors, sitúa la cultura como eje singular del desarrollo y apuesta
por una ética global, comprometida con el pluralismo. Ensalza el respeto a la
diversidad cultural como un imperativo ético ligado a la dignidad de la persona
humana y al deber de proporcionar a todas las culturas cauces de expresión sin
marginar a ninguna de ellas. En este sentido, los procesos de internacionaliza-
ción de la educación superior inciden en los benecios que se derivan de la
creación de campus y aulas culturalmente diversas. Sin embargo, quedan por
explorar, por ser un hecho social reciente, los factores de participación (interac-
ción y colaboración intercultural) y de aprendizaje (resultados y egreso) de los
estudiantes internacionales. Retomando estos planteamientos, proponemos
abordar los apartados de este capítulo tomando como referencia un modelo de
universidad intercultural inclusiva que, inspirado en la propuesta de Sales, Fe-
rrández y Moliner (2012), viene denido por:
a) Ser un proceso de transformación social y cultural, basado en la crítica
democrática del modelo sociocultural predominante.
b) Concibe la institución educativa como un espacio de participación demo-
crática, donde es necesaria la implicación en la toma de decisiones y en
la construcción del conocimiento colectivo.
c) Parte del diálogo intercultural.
d) Promueve la autonomía personal, que permita a cada miembro de la co-
munidad universitaria crecer como persona y transformar el contexto.
e) Requiere un profesorado comprometido con el análisis y la transformación
de sus prácticas educativas.
El reto de conseguir una universidad intercultural inclusiva nos sitúa frente a
la responsabilidad política de la universidad, pero también ante el desarrollo de
unas prácticas inclusivas que exigen el compromiso del profesorado para res-
ponder a la diversidad del alumnado. Este espacio incierto nos lleva a plantear
¿qué papel juega el profesorado a través de sus actitudes, proyectos docentes,
propuestas didácticas y desarrollo de la acción tutorial?, en denitiva, ¿el profe-
sorado universitario contribuye con su práctica docente a la inclusión del alum-
nado?

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