Prólogo

AutorMaría Pilar Ferrer Vanrell/Francisco Lledó Yagüe/José Ángel Torres Lana
Páginas15-17

Page 15

Parece conveniente justificar la presente obra acudiendo a su subtítulo, que denota con claridad la finalidad y el objetivo que pretendemos: "un debate reflexivo sobre el Derecho sucesorio". Se expresa así que se trata de un enfoque ciertamente crítico sobre una materia muy necesitada de actualización y de reforma, exigencias ambas derivadas de la nueva configuración de la familia española.

En orden a ello, se han tenido siempre presentes dos notas sobre las que parecía esencial desarrollar la obra. Por un lado, se ha procurado huir de un tratamiento excesivamente dogmático o conceptual de las cuestiones abordadas que, en caso contrario, quedarían alejadas tanto de la realidad social como de la práctica del Derecho sucesorio en los foros que le son propios, principalmente juzgados y notarías, pues éstos constituyen el espacio natural y genuino en el que se plantean, dilucidan y resuelven las controversias sucesorias. Por otro lado, se ha pretendido en todo momento que las aportaciones a esta obra procediesen no sólo de especialistas de reconocida competencia -propósito totalmente conseguido-, sino que pudiesen aunar el rigor científico y la calidad técnica con el carácter práctico pretendido, buscando siempre soluciones adecuadas, empíricas y realistas.

No hace falta insistir en el hecho de que la distancia que separa la actual realidad familiar española de la contemplada por el legislador decimonónico es grande, por no decir enorme. El modelo familiar, en efecto, ha experimentado un giro copernicano y ha pivotado desde la familia troncal a la nuclear; desde la familia jerárquica, basada en la autoridad del marido, a la igualitaria; desde la familia creada sólo a través del vínculo matrimonial a la familia nacida sin vínculo jurídico alguno, la llamada familia de hecho, o desde la familia basada en el matrimonio indisoluble a la familia basada en un matrimonio disoluble por divorcio. Algunas de estas nuevas manifestaciones fueron recogidas en su día por la Constitución de 1978; así los principios de igualdad entre hombre y mujer, el de no discriminación de los hijos o el de protección general de la familia, abstracción hecha de su forma de originarse. Otras -como el matrimonio entre personas del mismo sexo- son posteriores a ella. En cualquier caso, una fotografía de la actual realidad familiar revela un escenario que hace apenas medio siglo se hubiera calificado no de insólito, sino de patológico, pero que hoy se asume con una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR