Prólogo

AutorLuis María Mirón
Cargo del AutorDirector del Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la Universidad Nebrija
Páginas23-27

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El periodismo atraviesa una de las peores crisis de la historia. De las épocas doradas del Watergate se llega ahora al profundo descrédito de los medios de comunicación y de sus profesionales; todo ello, acompañado de las fuertes presiones que reciben los periodistas ante la nueva situación económica que vive el mundo globalizado de principios del siglo XXI y de la que sólo el tiempo nos dirá su alcance.

Los motivos de esta crisis del periodismo son claros y se centran fundamentalmente sobre tres ejes: aparición de Internet, pérdida de credibilidad de los medios de comunicación, y fuerte desaceleración económica, que se registra desde mediados de 2008. Todo ello, conlleva que el Derecho a la Información se vea fuertemente castigado y en muchas ocasiones conculcado, lo que hace que el ciudadano pierda uno de sus referentes. Además, los medios de comunicación, en lugar de ser los garantes de las libertades y ejercer un contrapoder, no pocas veces se unen con los distintos poderes, asfixiados por su mala situación económica.

En situaciones como la actual, por encima del ordenamiento jurídico, se hace necesario un rearme ético en el que la sensación de mercantilización de la información quede superada por valores más elevados y la servidumbre a los intereses políticos o empresariales deje de ser un lastre para los medios de comunicación. Donde los que dirigen las empresas de comunicación no piensen que todo vale con tal de que venda y, además, no cedan a las frecuentes presiones de políticos, banqueros y empresarios.

Aparición de Internet

Esta visión tan pesimista se ve claramente superada, sin embargo, si se aíslan cada uno de los motivos de la crisis. Así, al analizar el caso concreto de Internet no se puede pensar que, en sí mismo, sea un factor negativo para la comunicación, sino todo lo contrario: debe ser objeto de nuestra felicitación. El nacimiento de este fabuloso medio de comunicación, sin embargo, sí que supone un replanteamiento ante el nuevo panorama.

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De la misma manera que el nacimiento de Internet ha supuesto un terremoto en la comunicación, la aparición de la radio y de la televisión también significaron un cambio profundo en la manera de hacer periodismo. Pero, no es necesario que ningún medio tenga que desaparecer, aunque, sin lugar a dudas, sí lo será que cambien sus formas de hacer. Así, toma nueva fuerza la ya conocida teoría de que si la radio es inmediatez, la televisión es imagen y la prensa es análisis. Y al ciudadano ya no le valdrá que no se cumplan con estas premisas tan básicas y exigirá que, efectivamente, cuando compre un...

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