Profundización en la calidad democrática. Participación ciudadana y social en defensa del Estado Social de Derecho

AutorVicente Barragán Robles
Cargo del AutorProfesor de Filosofía del Derecho. Facultad de Derecho. Universidad de Sevilla
Páginas167-182
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CAPÍTULO OCTAVO.
PROFUNDIZACIÓN EN LA CALIDAD DEMOCRÁTICA.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y SOCIAL EN DEFENSA
DEL ESTADO SOCIAL DE DERECHO
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1. INTRODUCCIÓN
Hasta hace bien poco las democracias occidentales disfrutaban de un
auge que pareciera que no podía revertirse, pocos son los países que no se
consideran a sí mismo como democráticos, pero que no puedan revertirse esas
democracias puede hoy ponerse en duda. Desde la ciencia política es objeto
de estudio la cantidad y calidad de las democracias, en la mayoría de los casos
se ocupan desde posiciones teóricas desarrollistas, economicista, en otros, se
incorporan los derechos civiles y políticos 2, pero no se encuentran institucio-
nes u organismos que lo hagan desde visiones democráticas y basadas en los
derechos sociales y colectivos. Al hablar de democracia no suele hacerse más
allá de sus aspectos procedimentales dejando al margen lo que intuitivamente
podemos considerar como valores aparejados a la democracia, como podrían
ser el pleno empleo, la redistribución de la riqueza, la participación plena
en la vida política, la igualdad, etc. El pensamiento liberal representativo ha
triunfado por encima de aquel con mayor profundidad en lo participativo, los
Estados Sociales Democráticos de Derecho han priorizado el desarrollo de los
derechos individuales y patrimoniales, dándoles más importancia que a los
derechos sociales.
La necesidad de profundidad en estos aspectos parece ser acuciante, hace
tiempo que lo es. Recordemos movimientos sociales como el 15 M en España,
1 Profesor de Filosofía del Derecho. Facultad de Derecho. Universidad de Sevilla.
2 Para mayor información sobre estas categorizaciones se puede consultar The
Economist, The Freedom House. Sobre el uso de otros indicadores se puede consultar la
siguiente publicación para ahondar en el debate: https://www.celag.org/indicadores-de-la-
calidad-democratica-o-de-la-democracia-mainstream/ visto en línea el 07/12/2021.
Vicente Barragán Robles
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pero también las experiencias en otras latitudes, occupy wall Street, yo soy 132
en México, primaveras árabes… Sus reivindicaciones pasaban por una profun-
dización en los aspectos democráticos de los estados, atendiendo al contexto
de crisis económica que se vivía, en concreto en Europa tras la crisis especula-
tiva de 2008, endurecida con las políticas de austeridad, austericidio (Gálvez,
2013), que imponía en el caso español la llamada troika.
¡Lo llaman democracia y no lo es! Se escuchaba en las calles en mayo de
2011 y, poco después la reforma del artículo 135 se aprobó en el Congreso,
para blindar la obligatoriedad de la estabilidad presupuestaria frente al gas-
to público. Con ello, el pago de la deuda pública era más importante que
cualquier tipo de gasto social, a pesar de las carencias ocurridas por la crisis
económica. Incluso se demostraba que cualquier cambio constitucional es po-
sible siempre que haya voluntad política. Se hizo en un momento en el que
las voces de la calle se relajaron y estaban descansando. El diagnóstico lo te-
nemos, estamos enfermos de desigualdad en nuestra democracia 3. Creemos
fundamental que la democracia, como sistema de gobierno estatal occidental,
permita el proceso de desarrollo de una idea profunda del ideal democrático
y para ello impulse la necesaria participación de la ciudadanía, vista esta no
como una cualidad sino como una técnica de ejercicio de derechos, en defen-
sa de la transformación social e institucional que nos permita gozar de los bie-
nes materiales e inmateriales para vivir una vida digna de ser vivida. Hablamos
de establecer una relación directa entre política y felicidad, entre libertad y
equidad material, entre bienestar y bien común.
la política abre las puertas a la discusión las instituciones establecidas, sobre
las decisiones tomadas, y a este respecto, se somete a reflexión la concepción
de bien común y de justicia. Sin embargo, la felicidad trata sobre el bien vivir.
Ésta última depende de nosotros de manera individual, pero no por eso es
apartada de la colectividad.” (Castoriadis, 1996).
¡Lo personal es político! Los derechos humanos parecen cada vez más ob-
servados como obstáculos que como derechos. En las teorías elitistas sobre la
democracia (Held, 1991), los asuntos relacionados con la igualdad, con lo social
deben permanecer en el ámbito del privado. El Estado no debe entrometerse
en todo aquello que el mercado pueda regular y obtener beneficios. En las pers-
pectivas democráticas participativas el ideal se describe como una tensión entre
el espacio público y el privado donde las acciones de los sujetos han conseguido
trasladar que, en lo particular, en lo privado, se negaba un derecho colectivo.
A lo hora de enfrentar el reto de ahondar en la construcción de un mun-
do mejor, podemos posicionarnos desde diferentes visiones y prácticas, unas
3 El informe de Cáritas y la Fundación FOESSA “Sociedad expulsada y derecho a
ingresos” refleja desde el análisis sociológico los datos y algunas de sus consecuencias.

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