Los cambios en el modelo económico y productivo y su influencia en la negociación colectiva.

AutorFelipe López Alonso.
CargoSecretario general de la Federación Minerometalúrgica de CC.OO.
Páginas229-238

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En el mundo económico en general, y en las organizaciones sindicales en particular, se están produciendo una serie de debates en torno a los diferentes factores que inciden, cada vez de forma más activa, en nuestra actividad cotidiana. Sin duda algunos de estos factores determinantes son los que hemos venido en denominar como: "Los cambios en la estructura productiva".

En mi opinión resulta tan importante analizar qué es lo que está sucediendo como hacerlo en este momento por la trascendencia que tienen unos cambios que se iniciaron hace algunos años y previsiblemente, se van a prolongar durante alguna década más.

La libre circulación de capitales y mercancías, la ruptura de fronteras arancelarias o, cuando menos, la atenuación de las mismas, ha supuesto una transformación en la configuración de la economía mundial y con ello fuertes presiones sobre el modelo industrial tradicional.

Los países asiáticos que hasta ahora se encontraban aislados por sus regímenes políticos, se incorporan al club de la globalización.

Los volúmenes de crecimiento de China, están demandando grandes cantidades de materias primas para abastecer su consumo interno, pero también para poner sus productos en los mercados internacionales.

Y aunque el sureste asiático es una región aspirante a producir "casi cualquier producto", lo hacen bajo sistemas políticos con las libertades, y muy especialmente las sindicales, cercenadas.

Esto supone que el capitalismo más inmediatista está poniendo parte de sus recur-sos económicos y productivos en esos países, caracterizados por sus paupérrimas condiciones de vida, por tanto por sus bajos costes salariales y por su escasas posibilidades, a corto y medio plazo, de que se desarrolle una fuerza de trabajo organizada.

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Pero, a su vez, los países desarrollados e industrializados, ven en esos países emergentes un factor de competencia imposible.

Algunas de las reacciones más habituales se manifiestan a través de fusiones de grupos industriales entre sí, o de estos con fondos de inversión, etc.

Se producen concentraciones de capitales industriales y financieros pero, a su vez, se producen operaciones de fragmentación productiva en un intento de atenuar riesgos.

Así, los procesos de fragmentación de los centros de producción se realizan por la vía de la deslocalización de actividades intensas de mano de obra, o por la vía de la externalización de bienes y servicios en el entorno fabril.

Estas prácticas determinan un nuevo modelo productivo, y así pasamos de la empresa que integra todo el proceso productivo a la empresa en red, y de las plan-tillas únicas a la participación de diversas plantillas en el proceso productivo.

El proceso productivo es, cada vez más, una red de empresas y de plantillas

Efectos de los cambios de modelo en España

En términos generales, aunque con algunas excepciones lamentables, la penetración extranjera en la industria española ha servido para modernizarla. Ha incentivado cambios positivos en los procesos productivos, la incorporación de nuevas tecnologías y un mayor grado de eficiencia en las empresas. En general, ha mejorado la competitividad de la producción manufacturera española a escala internacional.

La penetración extranjera y la internacionalización de la industria española han conllevado la apertura de mercados y estos, a su vez, han inducido cambios importantes tanto a nivel sectorial como en las empresas, en lo que se refiere al número de competidores, la eficiencia de estos y la organización de las empresas. Estos factores han tenido como resultado un incremento en los niveles de productividad.

Resulta interesante conocer como se distribuye la contribución del sector industrial al empleo y los factores decisivos que las empresas consideran para la localización de sus centros de trabajo.

En síntesis todo indica que las empresas de alta tecnología toman en consideración los factores internacionales, la proximidad al mercado europeo, la existencia de personal cualificado y las facilidades y el nivel de calidad de las infraestructuras de comunicación (conexiones internacionales) además de algunos factores de calidad de vida y de tipo personal.

Las industrias que se corresponden a sectores menos expansivos y con exigencias tecnológicas bajas, valoran mucho más los incentivos concedidos por las administraciones, la disponibilidad de la mano de obra más barata (menor cualificación) las infraestructuras de comunicación y los aspectos culturales.

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El índice de apertura comercial ha seguido una línea ascendente desde 1960. La integración de España en la UE significó una consolidación de la apertura comer-cial, sin embargo el crecimiento registrado por las exportaciones no ha logrado compensar el fuerte aumento de las importaciones, lo que se traduce en un deterioro de los saldos comerciales de España con los países comunitarios centrales y una balanza comercial fuertemente deficitaria.

Uno de los aspectos más negativos de la industria española es el escaso esfuerzo que esta realizando el sector en I+D+i. El gasto medio español no llega al 1% por 100 del PIB, lo que equivale a una tercera parte del gasto medio que realizan los cuatro países más importantes de la UE. Además el grueso de la financiación en este capítulo procede del sector público y no de las empresas. Baste como ejemplo citar que las Pyme´s sólo realizan un 25% del escaso gasto en I+D del país, aunque representen más del 80% del tejido productivo nacional.

Como ya hemos dicho, la fuerte dependencia industrial de la inversión externa, nos sitúa...

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