Prevención del acoso y violencia escolar a través de la creación teatral y el juego dramático

AutorJuana María Serrano/Roberto Moreno/Santiago Gutiérrez
Páginas201-212

Page 201

1. Introducción

Este artículo narra una experiencia que tiene lugar en el CEIP Calypo de Toledo dentro de la asignatura de valores. A partir del texto “Las Sandalias de Manuel”, los alumnos de 6º curso ponen voz a los personajes adaptando el texto narrativo al teatral y adoptando sus propios criterios para la planificación y estructuración de la obra teatral. Esta creación dramática permite a los alumnos conocer las graves consecuencias que puede acarrear el acoso escolar o maltrato entre iguales. Vivenciar la situación de cada personaje en primera persona junto con la creación de la escena dramática de manera cooperativa, favorece el desarrollo de la empatía y valores de tolerancia, solidaridad, entendimiento y respeto, herramientas imprescindibles para tomar conciencia de la importancia de la aceptación de la diferencia y del trabajo cooperativo como vehículo para la mejora de la convivencia y sobre todo, del daño que pueden producir conductas asociadas a la burla, el insulto, el rechazo o la agresión física.

Los primeros estudios en relación al acoso escolar aparecen en los países nórdicos en los años setenta acuñando Lorenz por primera vez en 1963 el término

Page 202

“mobbing” para denominar aquellas conductas de ataque de un grupo de individuos hacia otro de su misma especie. Posteriormente en 1980, Dan Olweus estableció el término “bullyng para denominar a este tipo de conductas dentro del entorno escolar. En España este término se traduce como”violencia escolar”, “acoso escolar” o “maltrato entre iguales” (Collell & Escudé, 2014).

En los últimos años se ha producido un incremento de la percepción de la violencia escolar como una lacra de las sociedades actuales lo que ha provocado una mayor atención por parte de las instituciones educativas. Por esta razón, la Consejería de Educación de Castilla la Mancha ha publicado en el año 2017 un protocolo de actuación ante situaciones de acoso escolar, en donde establece una serie de actuaciones impulsadas desde el propio centro con el común objetivo de la promoción de la convivencia escolar. Esta resolución define el acoso escolar como:

aquella situación en la que alumnos o alumnas, individualmente o en grupo, están expuestos, de forma repetida y prolongada en el tiempo, a través de diferentes formas de hostigamiento intencionado por parte de otros alumnos o alumnas; de manera que el alumnado acosado está en situación de inferioridad respecto al alumnado acosador. Dicho acoso escolar produce un desequilibrio en el alumnado acosado que le impide salir por sí mismo de la situación

. (Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla la Mancha, 2017: 1179)

Las últimas investigaciones realizadas en torno al acoso escolar se centran en la búsqueda de aquellos factores que pueden estar relacionados con estas conductas centrándose en diversos aspectos como la gestión de la convivencia dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje que los docentes realizan en su aula; el proceso de socialización de los niños o adolescentes a través de la familia, grupo de iguales o la institución escolar; el desarrollo de la empatía y la inteligencia emocional.

En relación con la gestión de la convivencia por parte de los docentes, los resultados de las investigaciones han revelado que una gestión interpersonal positiva por parte del docente influye tanto en el ajuste normativo del alumnado como en la calidad de las relaciones interpersonales en la red social de los iguales. (Ortega-Ruiz, Del Rey, & Casas, 2013).

Entendiendo la socialización como un proceso a lo largo de toda la vida por el cual cada persona aprende a interiorizar los elementos de su entorno para poder adaptase al mismo, los vínculos afectivos que en la infancia establecemos con nuestros padres, hermanos o amigos, constituyen una de las bases más sólidas de nuestro desarrollo social. No podemos perder de vista que en la actualidad, la escuela no es el único ámbito socializador de niños y adolescentes, sino que éstos están sometidos a múltiples agentes socializadores. Desde esa perspectiva, un área de estudio importante en el acoso escolar continúa siendo la búsqueda de aquellos factores que actuarían como protección/riesgo en los ámbitos culturales, sociales, personales, escolares y familiares. La investigación “Estilos de socialización en víctimas de acoso escolar” llevada a cabo por Polo del Río, León del Barco, Gómez Carroza, Palacios García, & Fajardo Bullón (2013) introducen la socialización como variable relacionándola con diversos factores relativos al acoso escolar. Los

Page 203

resultados confirman que niveles altos de victimización en el acoso escolar, estarían caracterizados por puntuaciones altas en ansiedad social/timidez y retraimiento social. Los autores concluyen que es necesario implementar programas de prevención del acoso escolar en todos los centros educativos desde las primeras etapas educativas junto con el desarrollo de valores de respeto, empatía y no violencia.

Por otro lado, Nolasco Hernández (2012) define la empatía como la capacidad de sintonizar de una forma espontánea y natural con los demás. Para el autor, esta capacidad puede asumir diferentes grados o niveles que abarcarían la capacidad de identificar las emociones, la habilidad para percibir y responder a las preocupaciones de los demás y finalmente la comprensión de los problemas que se esconden detrás de esos sentimientos. En este sentido los estudios muestran que las personas con menos empatía pueden llevar a cabo con más frecuencia conductas violentas en el ámbito escolar que las personas que tienen más empatía, reflejando que existe una relación inversamente proporcional entre empatía y acoso escolar. Sin embargo es conveniente señalar que esta correlación no es lo suficientemente alta como para determinar una de ellas a través de la otra. (Nolasco Hernández, 2012). Finalmente, otro de los factores objeto de estudio ha sido la Inteligencia Emocional. Los resultados han evidenciado que tanto las víctimas de acoso escolar como los agresores tienen bajo nivel de IE (Garaigordobil & Oñederra, 2010).

Como vemos, todos los hallazgos de las investigaciones tienen implicaciones prácticas y permiten sugerir la necesidad de implementar programas de intervención en contextos educativos que estimulen la empatía, el respeto, la cooperación y la IE (autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales) (Goleman, 1996) ya que tendrán implicaciones positivas de cara a disminuir tanto el número de niños y adolescentes que sufrirán situaciones de violencia o acoso por parte de los iguales, como de aquellos que desarrollarán conductas de violencia escolar en sus iguales.

1.1. ¿Por qué nos hemos embarcado en este proyecto?

— Para aprender a vivir con los demás, a respetar a los otros y a saber exigir de forma pacífica y educada el respeto propio.

— Para promover la empatía...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR