Pr. Dr. Manuel Ramón Alarcón. In memoriam

AutorRafael Senra Biedma
Páginas4-14
IUSLabor 2/2015
1
MANUEL RAMÓN ALARCÓN
IN MEMORIAM
Manuel Vicent, en su columna de El País de 31 de mayo de 2015, seis días después del
fallecimiento de Manuel Ramón, realizaba una brillante reflexión sobre la condición
humana en los tiempos que corren: “En política, El Dorado también existe. Es ese
sueño de igualdad, libertad, moral pública y regeneración que la izquierda cree poder
alcanzar… En general, para la derecha no es sino la proyección de sus intereses
privados, en cambio, se supone que para la izquierda, la política es un ideal de
limpieza moral y de regeneración públicay expresaba su deseo y esperanza de que,
tras el resultado de las recientes elecciones municipales y autonómicas, las
organizaciones progresistas se sobrepongan a la ambición, codicia y egoísmo de los
mediocres. Es una bienvenida a un ampliamente deseado cambio de ciclo, que Manuel
Ramón había venido comentando con esperanza en sucesivos encuentros y que
comenzó a disfrutar, después del refrescante vuelco acaecido en las últimas elecciones
europeas, de la evolución de las encuestas que predecían la conquista por la juventud
progresista de gran parte de las instituciones y, finalmente, por el resultado de las
últimas elecciones, que ya veníamos saboreando desde las movilizaciones populares del
15 M, que empezaron a generarle las esperanzas durante los últimos cuatro años de su
apasionante y apasionada vida.
I
EL ESTUDIANTE DE DERECHO
Tuve la suerte de conocer a Manuel Ramón en el año 1966, en la facultad de derecho de
la Universidad de Sevilla, en la que había iniciado la carrera de derecho el curso
anterior. Fue un estudiante brillante y conversador genial y, con la misma facilidad que
ordenaba y centraba debates jurídicos, cogía la guitarra y se volcaba cantando o
bailando unas sevillanas. Participando en los debates del cine club universitario o en el
TEU (teatro español universitario), contribuía activamente en la construcción y
desarrollo de los valores de la libertad y de la democracia y en el rechazo de la dictadura
franquista. Estos encuentros generaron la progresiva aparición de, cada vez más,
compañeros universitarios que se apuntaban a las libertades y, muy especialmente, a la
libertad de cátedra, entendida no sólo como un derecho de los docentes, sino también de
los alumnos, ansias que se extendieron poco a poco a profesores y a núcleos de
intelectuales, artistas, y profesionales de la ciudad de Sevilla y de sus aledaños, que se
agruparían en centros sociales y culturales como el Club Tartesos o las tertulias de la
Granja Viena. En ese ambiente de rechazo a la opresión de la dictadura conocí a Manuel
Ramón. En el inicio del curso siguiente, corriendo el año 1967, un grupo de estudiantes

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR