Políticas de empleo juvenil en España

AutorManuela Durán Bernardino
Cargo del AutorDoctora en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, con mención internacional
Páginas71-96
CAPÍTULO III.
POLÍTICAS DE EMPLEO JUVENIL EN ESPAÑA
1. SITUACIÓN LABORAL Y FORMATIVA DE LOS JÓVENES EN ESPAÑA Y
EN EUROPA
Conocer la situación laboral y formativa de los jóvenes en España en comparación
con la Unión Europea resulta fundamental para poder identi car las debilidades exis-
tentes en nuestro sistema de educación y en las políticas de empleo juvenil atendiendo
igualmente a las nuevas exigencias de nuestro mercado laboral, que demandan cambios
que deben ser adoptados para reducir el desempleo y acabar con la precariedad laboral
que se ha hecho crónica en las personas jóvenes en las últimas décadas104.
Aunque el desempleo juvenil ya era una problema estructural en España, se ha visto
agravado por las dos últimas recesiones económicas, que han tenido una especial inci-
dencia en el empleo juvenil y en las condiciones laborales de este colectivo. La recesión
económica de 2008 tuvo un gran impacto en los jóvenes ya que en los últimos años se
habían incorporado al mercado de trabajo personas jóvenes y poco cuali cadas que,
mayoritariamente, habían abandonado los estudios para empezar a trabajar105. Ante
la caída de la actividad productiva, se produjo una importante expulsión del mercado
laboral, provocando que creciera el desempleo juvenil y también la tasa NEET (perso-
nas jóvenes que ni trabajan, ni estudian, ni se forman), concretamente, en 2013 ambas
tasas alcanzaron el 41,4% y el 22,5%, aunque a medida que avanzaba la recuperación
económica del país, dichas tasas se fueron reduciendo, de forma que a  nales de 2019
eran de 24,7% desempleo juvenil y 14,9%, la tasa NEET, apreciándose aun así una
reducción de la presencia del colectivo juvenil en el mercado laboral en relación a los
datos anteriores a la crisis. La incidencia fue mayor en aquellos jóvenes que tenían un
nivel de estudio bajo o medio, no obstante, también los jóvenes con un nivel de estudios
superiores se vieron afectados, concretamente un 16,4%.
104 Así lo afirmaba RODRÍGUEZ PIÑERO, M.: “Empleo juvenil y política de empleo, Anuario Jurídico
de La Rioja, núm. 4, 1998, pág. 209.
105 CRUZ VILLALÓN, J.: “Empleo juvenil y crisis económica”, Revista universitaria de ciencias del
trabajo, núm. 15, 2014, págs. 601-605.
MANUELA DURÁN BERNARDINO
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Aquellos jóvenes que trabajaban en 2019 lo hacían en unas condiciones precarias
caracterizada por bajos salarios, contratos temporales y a tiempo parcial involuntario106,
viéndose obligados a aceptar dicha contratación, en la mayoría de las ocasiones, porque
no encuentran otra alternativa laboral107. Concretamente, en lo que respecta al salario,
la remuneración media de las personas jóvenes de entre 25 y 29 años era aproxima-
damente de 7.788 euros anuales en el caso de los hombres y 7.165 en las mujeres. Los
contratos temporales representaban el 77,6% en los hombres, de los cuales un 84%
eran a tiempo parcial y en las mujeres el 79%, siendo el 77% a tiempo parcial. Además,
más de uno de cada cuatro contratos  rmados no sobrepasaba la semana de duración.
En este contexto, los jóvenes encuentran grandes di cultades para desarrollar
su proyecto de vida, lo que se re eja en los datos de emancipación, que tampoco son
favorables, pues solo un 18% de ellos conseguían emanciparse, de los cuales, un 33,5%
fueron hombres y un 48,4% mujeres de entre 25 y 29 años, cifra que está muy por
encima de la media europea, que se sitúa en 26 años108.
Así, la situación laboral de los jóvenes en el año anterior a la Pandemia provocada
por la Covid-19 se caracterizaba por el desempleo y la precariedad aunque se venía
apreciando una considerable recuperación en los datos en paralelo a la progresiva
recuperación de la crisis económica y  nanciera de 2008.
Con la pandemia de covid-19 esta recuperación se ha visto drásticamente transfor-
mada, agravándose aún más si cabe la situación laboral de las personas jóvenes menores
de 30 años, especialmente en aquellos que partían de una posición más débil por tener
contratos temporales y/o una cuali cación menor. Los datos así lo demuestran, un año
después del inicio de la crisis sanitaria se podía apreciar claramente su impacto en la
población juvenil, reduciéndose tanto el número de ocupados menores de 30 años en
241.400, como su presencia en el mercado laboral, que cayó un 1,5%. Las más perjudi-
cadas han sido las mujeres jóvenes, que tienen menor tasa de empleo (34%), mayor tasa
de subempleo (20%), de contratos temporales (55,1%), de contratos a tiempo parcial
(33,9%) y de desempleo (31,3%, llegando al 38,4% si son de nacionalidad extranjera).
A  nales de 2021 se constata una progresiva mejoría en los datos, que re ejan una
reducción en la tasa de desempleo juvenil, que se sitúa en el tercer trimestre de 2021
en un 31%, aunque lo cierto es que continúa liderando la tasa media de desempleo
106 En 2007, a comienzos de la crisis anterior la tasa de parcialidad ya estaba 4 puntos porcentuales
por encima de la de los mayores. En este sentido, véase, CEBRIÁN LÓPEZ, I. y MORENO RAYMUNDO,
G.: “El empleo de los jóvenes en España y los efectos de la reforma laboral”, en VV.AA. ESCUDERO
RODRÍGUEZ, R. (Ed.), Jóvenes y empleo. Una mirada desde el derecho, la sociología y la economía, Centro
Reina Sofía sobre adolescencia y juventud, 2016, pág. 28.
107 Ya se ponía de manifiesto en el Informe del BBVA de mayo de 2015, sobre la formación y el empleo
de los jóvenes españoles. Véase, SERRANO MARTÍNEZ, L Y SOLER GUILLÉN, A.: “La formación y el
empleo de los jóvenes españoles. Trayectoria reciente y escenarios futuros, Fundación BBVA, Madrid,
2015, pág. 102.
108 Según datos de la Oficina Europea de Estadística, Eurostat, 2021.

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