Ejecución de los Planes de Urbanismo, de Miguel Angel Núñez Ruiz.

AutorJosé Antonio Gonzalo Rodríguez
Páginas771-772

    NÚÑEZ RUIZ, MIGUEL ANGEL: Ejecución de los Planes de Urbanismo. Ministerio de la Vivienda, Secretaría General Técnica, Servicio de Publicaciones. Madrid, 1974.

Con esta obra se inicia el Tratado de Derecho urbanístico, patrocinado por el Ministerio de la Vivienda. Su titular, don Luis Rodríguez de Miguel, en el prólogo afirma que el Tratado se integrará con monografías que Page 772 contemplen la legislación urbanística española en bloque partiendo de la propia Ley del Suelo de 1956 y de sus precedentes, de las disposiciones legales posteriores y complementarias, de la jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo y de las soluciones preconizadas en el Proyecto de Ley sobre Reforma de la Ley del Suelo, hoy ante las Cortes Españolas.

El Tratado-dice el prologuista-«se encamina a proporcionar un medio que facilite la comprensión y recepción de las medidas e instrumentos ya existentes y de nueva creación en el apasionante y complejo recinto del Derecho urbanístico patrio, llamado cada vez más a configurar una rama jurídica de trascendente significación normativa social».

En este sentido-añade el Ministro de la Vivienda-«pensamos que la obra emprendida puede contribuir a reforzar doctrinalmente la vigente y la nueva legislación urbanística; explicar y desentrañar su sentido, principios y objetivos a funcionarios, autoridades y servicios, y ofrecer un corpus interpretativo a cuantos profesionales se ocupan y preocupan por los problemas jurídicos del urbanismo».

Consideramos encomiable esta ambiciosa labor asumida por el Ministerio de la Vivienda. Si se nos permite expondremos un solo reparo: el orden lógico de aparición de las monografías debiera haber sido otro. Iniciar esta magna obra por el estudio de la ejecución de los Planes es dar por supuestas muchas cosas a los que se acerquen a esta parcela jurídica con ilusión discente confiados en la rúbrica de Tratado de Derecho urbanístico.

Tal vez esta posibilidad se previó cuando en el prólogo se dice: «...Si el título de la obra puede parecer algo presuntuoso sólo cabrá achacarlo al escaso tiempo con que estos temas llevan siendo estudiados con la necesaria autonomía y especialización», y más adelante añade que «se concibe así el Tratado como una sucesión abierta de monografías», ya que no estamos ante «un temario de laboratorio, un muestrario de cuestiones bizantinas y artificiales, sino ante una realidad viva, que palpita y cambia sin cesar».

Núñez Ruiz divide su obra en tres partes, cuyo...

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