Piropos sobre la apariencia física y el cuerpo sexuado: ¿se disfruta o se rechazan?
| Autor | Raquel Lois Gómez; María Lameiras Fernández; Yolanda Rodríguez Castro |
| Cargo del Autor | Universidad de Vigo, Ourense, España/Prof. Titular Universidad de Vigo, Ourense, España/Prof. Contratada Doctora Universidad de Vigo, Ourense, España |
| Páginas | 633-646 |
633
Piropos sobre la apariencia física y el cuerpo
sexuado: ¿Se disfruta o se rechazan?
Raquel Lois Gómez
Universidad de Vigo, Ourense, España
raquelloisgomez@gmail.com
María Lameiras Fernández
Prof. Titular
Universidad de Vigo, Ourense, España
lameiras@uvigo.es
Yolanda Rodríguez Castro
Prof. Contratada Doctora
Universidad de Vigo, Ourense, España
yrcastro@uvigo.es
Introducción
La construcción de la identidad personal es un proceso complejo, en el que
influyen múltiples factores, pero sin lugar a duda la determinación de género es un
elemento clave y determinante sobre el que se organiza la identidad de las personas
(Mayobre, 2006). Este proceso no es neutral ni objetivo, ya que está condicionada por
una serie de estereotipos de como las personas deben ser y actuar que nos preexiste.
Los estereotipos de género son creencias de determinadas características asociadas a
los géneros; a mujeres y hombres, las cuales sustentan la discriminación de género
(Castillo-Mayén & Montes-Berges, 2014).
Se identifican dos tipos de estereotipos de género (Lameiras, Carrera &
Rodríguez, 2013): descriptivos y prescriptivos. Los descriptivos especifican como “deben
ser” hombres y mujeres en relación con características intelectuales, de personalidad y
la apariencia física. En relación con los rasgos intelectuales se contrapone la intuición
femenina a la inteligencia masculina, con relación a los rasgos de personalidad los
hombres son vinculados con la asertividad, actividad, competitividad y agresividad; en
contraposición con los trazos prototípicos de mujeres en los que se consideran la
emocionalidad, ternura, pasividad, ansiedad y sociabilidad. Los estereotipos corporales
femeninos, refuerzan el “cuerpo objeto” de la mujer frágil y pasiva, casi normativamente
descontenta con su cuerpo frente a los estereotipos corporales masculinos, que ponen
de manifiesto un “cuerpo sujeto” que se expresa en la acción y dominación del otro
(Lameiras et al., 2013, p.181).
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