Perona Tomás, Dionisio A.: Los orígenes del Ministerio de Marina. La Secretaría de Estado y del Despacho de Marina. 1714-1808, Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid, 1998,496 pp.

AutorCarlos Pérez Fernández-Turégano
Páginas643-648

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La obra reseñada se encuadra dentro del amplio e interesante campo del estudio de las Secretarías de Estado y del Despacho que los Borbones introdujeron en España en el siglo XVIII. Instituciones que, en buena medida, sustituyeron al régimen de Consejos propio de los siglos precedentes, al tiempo que la «vía reservada» se imponía sobre el procedimiento administrativo de la «consulta».

Su autor, Dionisio A. Perona, profesor de Historia del Derecho y de las Instituciones, entra de lleno en esta obra en el análisis de una de las cinco Secretarías que vinieron a conformar el aparato ministerial de la Administración española en el siglo XVIII: la Secretaría de Estado y del Despacho de Marina. Viene así a sumarse a un grupo de historiadores del Derecho que, alentados por el profesor Escudero, han dedicado parte de sus investigaciones al estudio del resto de las Secretarías1. A falta tan sólo de un estudio detallado de las Secretarías de Guerra y Hacienda, la obra de Perona completa un valioso conjunto de estudios de la Administración española del XVIII.

Parece obligado mencionar en esta recensión que este trabajo fue la tesis doctoral de su autor, leída en la Universidad de Castilla La Mancha, y que posteriormentePage 644 fue galardonada con el Premio «Virgen del Carmen» por el Instituto de Historia y Cultura Naval.

Se encuentra dividida esta obra en cinco capítulos, dedicados los cuatro primeros al estudio del Ministerio de Marina en cada uno de los reinados habidos en el siglo de la Ilustración. Sigue el autor, por tanto, un criterio puramente cronológico en su exposición. El último de los capítulos recoge un amplio y pormenorizado apéndice biográfico de los secretarios, oficiales, escribientes y archiveros de la Secretaría de Marina.

Después de una breve introducción, el capítulo primero, el más extenso de todos, nos ofrece una panorámica general de la evolución del Ministerio de Marina durante el reinado de Felipe V. El autor expone cómo, a principios de siglo, eran los Consejos de Guerra e Indias los competentes en los asuntos de Marina. Sin embargo, Felipe V y sus consejeros franceses se decantaron inmediatamente por la «vía reservada», y mediante el Real Decreto de 11 de julio de 1705 se dividió en dos la Secretaría de Estado y del Despacho Universal: Guerra y Hacienda, que asumía las competencias de Marina, y otra Secretaría que se encargaba de todo lo demás. A continuación, se recoge íntegro el texto del fundamental Real Decreto de 30 de noviembre de 1714, que es analizado con detalle. La división en cuatro Secretarías (Estado, Guerra, Marina e Indias y Justicia, Eclesiástico y Jurisdicción) supuso, en opinión de Perona, «establecer el sistema administrativo francés en España». No obstante, la existencia independiente de un Ministerio de Marina e Indias fue efímera, pues éste fue suprimido en abril de 1715, pasando los asuntos de Marina a depender de Guerra. Después de diversas vicisitudes durante el gobierno de Alberoni, a quien el autor califica como «fruto tardío» del sistema de validos, en 1721 reaparecía con entidad propia la Secretaría de Estado y del Despacho de Marina e Indias. Junto a ella, las de Estado, Guerra, Hacienda y Justicia.

De conformidad con la acertada máxima de que «las instituciones son también las personas que las encarnan», el autor pasa revista a labor desarrollada por los diferentes ministros de Marina de Felipe V. No realiza sólo un estudio biográfico de éstos, ni tampoco se ciñe estrictamente al análisis institucional, sino que une ambos criterios para estudiar de qué manera los principios y normas de actuación de cada uno de los ministros se dejaron sentir tanto en la planta interna de la Secretaría como en las reformas impulsadas desde la misma. Hace referencia, por ejemplo, a la reforma que Andrés de Pez realiza en 1721 en la planta de la Secretaría, que pasará a contar con cuatro oficiales y dos escribientes, además del personal subalterno. Asimismo, tercia en la polémica sobre quién ejerció el cargo de ministro de Marina desde el fallecimiento de Pez hasta el nombramiento de su sucesor diez...

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