Los periodistas españoles ante el ombudsman de la prensa: retos y oportunidades

AutorMaciá-Barber, Carlos
Páginas204-214

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Introducción

En los actuales tiempos de severa crisis económica en los que se indaga sobre cuál deba o pueda ser el modelo de negocio de la empresa informativa más viable y conveniente, y en los que la precariedad y la explotación laborales del periodista condicionan y erosionan su quehacer diario, interesa conocer la confianza que los profesionales de la información depositan en un sistema clásico de autorregulación periodística: el que de forma genérica denominamos ombudsman de la prensa, aunque engloba diversa nomenclatura, dentro y fuera de España, y que se ha implantado ya, con mayor o menor fortuna, en los diversos soportes mediáticos.

Hubo una época en España en que la mera alusión al término ombudsman provocaba caras de extrañeza. Y en que la reflexión sobre la posible implantación de esta figura suscitaba serias dudas, porque se antojaba complicado, si no imposible, adaptar una concepción nórdica de rendición de cuentas al espíritu mediterráneo propio de nuestro periodismo (Maciá-Barber, 2006). Con el transcurrir del tiempo, una vez que las experiencias pioneras ya tuvieron recorrido y cierta aceptación entre el público, se cuestionó, con cierta displicencia, su utilidad en la mejora de la calidad del producto informativo y en la defensa de los derechos de la ciudadanía en materia informativa: el mejor defensor del telespectador es el mando a distancia, llegó a escucharse en

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boca de algún afamado comunicador. O que el ombudsman preferible es el no afrontar demandas (EP-T23), simplifica un directivo hoy.

Pese a estos difíciles inicios, paulatinamente fueron implantándose defensores -del lector, del oyente, del telespectador, del internauta, de la audiencia...-, que poblaron redacciones de diarios, cadenas de radio, emisoras de televisión y portales web. Tanto en corporaciones públicas, en mayor número y con mayor consolidación, como en empresas privadas, más volátiles y en menor medida. Incluso con el tiempo, podemos por fortuna aludir a experiencias plenamente consolidadas, respetadas e, incluso, aplaudidas. No obstante, el conjunto del sistema mediático español nunca ha comprometido su empeño en que el ombudsman proliferara y subsistiera. Tampoco desde los foros políticos, las tribunas empresariales ni el tejido asociativo ciudadano existió un apoyo decidido.

Pero no hay que perder la esperanza. Como apunta White (2015: V), "making self-regulation work at enterprise level is perhaps what counts most. Building trust with the audience should be an issue in every newsroom and the growth in the number of in-house ombudsmen or readers' editors is a welcome sign that more media are taking the issue seriously. However, in the face of editorial cuts some managements still question money being channelled into cleaning up the mistakes of the newsroom. But as this report illustrates, keeping journalism honest is money well spent for media and, for the public at large, it's a good investment in democracy".

Hoy, con todo, esta institución es bastante conocida y reconocida pese a que sigue en franco peligro de extinción. La autocrítica no es precisamente una de las principales virtudes de la clase periodística. Precisamente por ello, resulta de interés conocer cuál el parecer del colectivo profesional sobre los retos y oportunidades actuales como sistema de autorregulación del ombudsman de la prensa y sobre su eficacia para implantar y preservar la ética en el quehacer periodístico.

1. Objetivos

El principal objetivo de la investigación es valorar el grado de confianza de la clase periodística en este sistema de autorregulación deontológica, comparándolo con la percepción existente en los profesionales de la comunicación de la Unión Europea. Interesaba conocer la valoración del colectivo profesional con relación a la eficacia del ombudsman en la promoción de la ética periodística (RQ1).

De modo secundario, el valorar, en especial, la postura de los directivos y gerentes de los medios al respecto (RQ2), Por último, el reflexionar sobre las nuevas competencias en su función tras la paulatina integración de las redes sociales en el panorama comunicativo (RQ3).

2. Metodología

Para alcanzar estos propósitos se utilizó un conjunto de técnicas que permitieran trazar con detalle el estado de la cuestión, dentro del marco de un proyecto nacional de I+D+i desarrollado en la Universidad Carlos III de Madrid, denominado "Deontología y excelencia informativa: implantación y consolidación de prácticas

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éticas en la empresa periodística", financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad de España (CSO2010-15575/COMU) (2011-2014).

Resultó complejo abordar una realidad en la que, de entrada, se desconocía la magnitud exacta del colectivo estudiado. La inexistencia de censos actualizados de los medios y la ausencia de una colegiación obligatoria impiden de facto disponer de cifras concretas. A finales de 2011 se estimaba entre 20.500 y 24.500 el número de periodistas ejercientes en empresas informativas y sobre 8.000 los que prestaban sus servicios en gabinetes de prensa de la Administración del Estado. En 2013, el número de licenciados en Periodismo ascendía a 81.002 (Asociación de la Prensa de Madrid, 2014), aunque solo una parte se dedicaba a esta actividad, y parte de quienes se empleaban en la misma, poseían otras formaciones.

Durante el proyecto, el trabajo de campo cualitativo se estructuró en dos fases ejecutadas de forma simultánea: realización de entrevistas en profundidad (n=30) y el desarrollo de grupos focales de discusión (n=6). Para las entrevistas (enero-junio de 2012) se procuró que los sujetos representasen al conjunto de la profesión...

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