Perfil de la familia que sufre violencia

AutorMaria José Azaustre Fernández

Edda Quirós123 expone una serie de características que definen a la familia que sufre el maltrato de alguno de sus miembros. Describe a esta familia como aquella en la que no existen relaciones de igualdad y respeto. Se encuentra aislada, por dos razones, porque la víctima se aisla por la vergüenza ante lo que está sucediendo y porque el agresor pretende evitar que alguien pueda intervenir. Existe una escasa comunicación entre los miembros que componen el núcleo familiar, aplicándose una autoridad mal entendida, donde se incluye gritos, insultos, amenazas, etc. La mujer ocupa una posición subordinada a la del hombre, y su autoestima es muy baja, ya sea madre, hija, hermana o conviviente. Existen antecedentes de maltrato en uno o en ambos padres. La resolución de cualquier conflicto se realiza a través de la violencia.

Se maltrata a la mujer por ser mujer, no se pretende conseguir nada con ello, ni bien material, ni rango social, ni resolver por la fuerza cualquier discusión ideológica, aunque algunas veces ésta sea la excusa. Suele ser una agresión unidireccional, de hombre a mujer, interviniendo ésta, en todo caso, sólo en defensa propia. Mientras estos malos tratos no sean de excesiva gravedad, y produzcan lesiones encuadrables dentro del marco delictivo, son implícitamente legitimados por la sociedad, por lo que la mujer no recibe ayuda de ésta, encontrándose en la soledad más absoluta frente a su agresor, quien la utiliza como descarga de su irritabilidad, para afirmar su autoridad masculino, su derecho de propiedad sobre la mujer124.

En opinión de Strauss (1980)125 las familias que sufren malos tratos generalmente poseen las siguientes características:

— El marido generalmente trabaja a tiempo parcial o está desempleado.

— El marido suele tener un trabajo no intelectual.

— Nivel socioeconómico medio-bajo.

— Dos o más hijos.

— Los cónyuges suelen proceder de familias violentas.

— Generalmente llevan casados menos de diez años.

— Tienen menos de treinta años.

— Suelen ser verbalmente agresivos.

— Frecuentemente el cónyuge es alcohólico.

— No pertenecen a ninguna religión organizada.

— La mujer dedica todo el tiempo a la casa126.

Estas características, en principio, podrían aplicarse a cualquier familia que esté sufriendo malos tratos, salvando el complejo problema intercultural. No obstante, estos rasgos son demasiado generales, y no tienen porqué darse siempre. El maltrato puede nacer en el momento más inesperado, en el lugar...

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