La participacion como mecanismo de inclusión social

AutorPedro Sánchez Vera
Cargo del AutorUniversidad de Murcia
Páginas71-100

Page 71

1. Introducción

La participación de los mayores está estrechamente vinculada a la contribución de estos a la sociedad y a otros grupos. La participación, la entrega y la realización de actividades de carácter altruista en la última etapa del ciclo vital es un asunto de gran relevancia social, pero sin embargo escasa e insuficientemente abordado (Bazo MT 2.001: 59), lo cual no quita el que cada vez haya más interés y publicaciones sobre esta participación en distintos ámbitos, tales como el voluntariado, la vida familiar, económica, etc (v.gr: Rodríguez Cabrero G 1.997, SECOT 1.995, VV.AA. 1.999).

Vaya pues, desde aquí, mi felicitación al Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas y a la Cátedra Norberto Bobbio de "Igualdad y No discriminación", por dedicar esta monografía a reflexionar sobre el particular. No es un asunto baladí, pues los mayores participan y hacen importantes aportaciones en distintos órdenes de la vida social, muy principalmente en ámbito familiar, tal como ha sido puesto de relieve por muy variados estudios referidos a la sociedad española (v.gr: Rodríguez A 1.994), contribuyendo con esto al buen funcionalmente de la sociedad en su conjunto. Pero sin embargo, lo habitual es encontrar reflexiones y perspectivas que justamente enfatizan una visión negativa de los mayores, tales como los problemas derivados del envejecimiento, de la carga económica y de los cuidados que el incremento de las personas ancianas conlleva para la sociedad, percibiéndose a los mayores másPage 72 como receptores que como proveedores de ayuda, apoyo y cuidados (Bazo MT o.c).

Así, queremos comenzar estas páginas haciendo una llamada de atención sobre lo que de facto es una realidad próspera para la sociedad, la participación de los mayores en la vida familiar, ejerciendo la solidaridad intergeneracional de manera directa. En otros momentos nos hemos referido a las muy variadas aportaciones que la participación de los mayores conlleva en la vida familiar (Sánchez Vera P, 2.003). Así, fenómenos como la inestabilidad en el empleo (sobre todo de los generaciones más jóvenes) a la par que el desorbitado precio de la vivienda, hacen necesaria la solidaridad de los mayores para con sus hijos, hasta el extremo de descapitalizarse a través de las denominadas "herencias negativas" al apoyar los padres a los hijos, la descapitalización que soportan algunos hogares de mayores para adelantar la transmisión del patrimonio, lo cual puede llegado el caso extremo incluso restar independencia económica al sujeto mayor o quedar incluso a merced de la solidaridad filial (Iglesias de Usell 1.998: 451). Unido a lo anterior, y como consecuencia de las dificultades para encontrar trabajo, está la tendencia a postergar el abandono por parte de los hijos del hogar familiar. Esta circunstancia está incidiendo en muchos casos en el empobrecimiento de muchos hogares cuyo cabeza de familia es un jubilado.

Otro aspecto a todas luces interesante, si lo vemos desde la óptica económica, es el del crecimiento del número de ancianos con cargas familiares. Una vez más la contribución de los mayores está teniendo unos efectos favorables para distintas generaciones. Aunque no tenemos muchas investigaciones al respecto, todo hace indicar que sobre algunos ancianos está recayendo una responsabilidad familiar importante que incluye, además del inevitable cuidado del cónyuge en caso de enfermedad o incapacidad, una buena parte del peso de la crianza de los nietos, y, de forma creciente, el cuidado de sus propios progenitores de muy avanzada edad. Según han puesto de relieve diferentes estudios, es creciente el número de mayores que tienen a sus padres o suegros a su cargo.

Frecuentemente pasa desapercibido en los estudios sociológicos sobre familia y también en los estudios sobre mayores, el papel y las contribuciones de los abuelos en la incorporación de la mujer al trabajo y en el despegue de la familia, así como al resto de la sociedad. En países como España, un 8 % de los abuelos cuida a diario de sus nietos y un 35 % de los mayores de 65 años declaraban ayudar a sus hijos con algún tipo de trabajo doméstico y en el cuidado de los nietos. Tal como señala un experto (Iglesias de Ussel J, 1.996: 35): "No se conoce bien en España el papel que están desempeñando los abuelos en la socialización de los nietos. Pero lo que sí es un hecho, es que una parte importante de la de la modernización de la sociedad y de la incorporación de la mujerPage 73 al trabajo, extradoméstico se está realizando gracias al trabajo de los abuelos y abuelas; una especie de trabajo sumergido que permite el funcionamiento del hogar familiar: Ya la emigración de los años 60, hizo recaer la crianza de los hijos por los abuelos. Hoy la atención y cuidado de los niños, así como su traslado a los centros escolares, tareas domésticas, atención en situaciones de enfermedad, custodia de vacaciones, recaen en gran parte sobre las abuelas y los abuelos en la sociedad española, cuando trabajan el padre y la madre".

Para ir concluyendo esta introducción, desde un punto de vista teórico la participación de los mayores está estrechamente vinculada a la capacidad de entrega y de altruismo, y lo que aún es mucho más importante, es básica en la satisfacción y en la autoestima del sujeto mayor. Esta tesis es sustentada por algunos de los principales especialistas en la materia (Midlarsky E, Kahana E 1.994), los cuales mantienen la tesis contrastada de que la orientación altruista de la conducta del mayor ocupa un lugar preeminente en los procesos de adaptación satisfactoria a la vejez.

En cualquier caso -y tal como hemos señalado al principio de este artículo-, la participación social de los mayores y su contribución y efectos favorables para la vida social, va mucho más allá de la realizada dentro del ámbito familiar. Mereciendo destacarse entre otras la creciente participación de los mayores a través de una amplia y diversificada variedad de asociaciones, en una importante proporción de tiempo (v. gr: Rodríguez Cabrero 1.997).

La participación de los mayores es pues una realidad, generalmente olvidada. Dicho esto, queremos también decir que es un reto. No olvidemos que los organismos internacionales han llamado reiteradamente la atención al respecto. La Asamblea General de Naciones Unidas de diciembre de 1991, adoptó la Resolución 46/91 que incluye los Principios de Naciones Unidas en favor de las Personas Mayores para dar más vida a los años que se han agregado a la vida. Entre los cinco principios de las Naciones Unidas en favor de las personas mayores, el de participación es uno de ellos. Estos principios son los de "dignidad", "independencia", "autorrealización", "participación" y "cuidados asistenciales". Referido al principio de participación dice los siguiente: "Las personas mayores deberán permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la formulación y la aplicación de las políticas que afecten directamente a su bienestar y poder compartir sus conocimientos y habilidades con las generaciones más jóvenes; poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicios a la comunidad y de realizar acciones de voluntariado en puestos apropiados a sus intereses y capacidades; poder formar movimientos o asociaciones de personas mayores".

La Segunda Asamblea Mundial de Envejecimiento celebrada en Madrid en junio de 2.002, dentro de la Declaración Política, alguno de los artículosPage 74 hacían referencia igualmente a la importancia de la participación en general o su concreción en distintos ámbitos. A modo de ejemplo destacamos los siguientes:

Artículo 5

Reafirmamos el compromiso de no escatimar esfuerzos para promover la democracia, reforzar el estado de derecho y favorecer la igualdad entre hombres y mujeres, así como promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo. Nos comprometemos a eliminar todas las formas de discriminación, entre otras, la discriminación por motivos de edad. Asimismo, reconocemos que las personas, a medida que envejecen, deben disfrutar de una vida plena, con salud, seguridad y participación activa en la vida económica, social, cultural y política de sus sociedades. Estamos decididos a realizar el reconocimiento de la dignidad de las personas de edad y a eliminar todas las formas de abandono, abuso y violencia.

Artículo 6

Procurar la inclusión y la participación cabales de las personas de edad en las sociedades; permitir que las personas de edad contribuyan más eficazmente a sus comunidades y al desarrollo de sus sociedades, y mejorar constantemente los cuidados y el apoyo prestados a las personas de edad que los necesitan. Reconocemos que es necesaria una acción concertada para transformar las oportunidades y la calidad de vida de los hombres y las mujeres a medida que envejecen y para asegurar la sostenibilidad de sus sistemas de apoyo, construyendo así el fundamento de una sociedad para todas las edades.

Artículo 10

El potencial de las personas de edad es una sólida base para el desarrollo futuro. Permite a la sociedad recurrir cada vez más a las competencias, la experiencia y la sabiduría que las personas de edad aportan, no sólo para asumir la iniciativa de su propia mejora, sino también para participar activamente en la de toda la sociedad.

Artículo 11

Las expectativas de las personas de edad y las necesidades económicas de la sociedad exigen que las personas de edad puedan participar en la vida económica, política, social y cultural de sus sociedades. Las personas de edad deben...

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