El papel de las entidades fiscalizadoras en el entorno de la modernización
| Autor | María Ángeles Abellán López |
| Páginas | 59-74 |
Capítulo 3
El papel de las entidades scalizadoras en
el entorno de la modernización
1. El contexto de la modernización en los sistemas de con-
trol público
La gestión pública y los dispositivos de control se están viendo
afectados por las transformaciones procedentes de la globalización
económica, del avance de las nuevas tecnologías, de la rápida imple-
mentación de las innovaciones, de la difusión de las comunicaciones,
de la concentración empresarial, de la interdependencia nanciera,
entre otro fenómenos que han impulsado cambios acelerados.
El advenimiento del Estado de Bienestar ha condicionado la evo-
lución hacia un nuevo concepto de Administración Pública, con prio-
ridades en la redistribución y en la asignación equitativa de recursos,
con una orientación marcadamente social hacia la ciudadanía. El Es-
tado social o welfare state aparece como un actor económico, polí-
tico y social, con gran protagonismo en la economía, con capacidad
de intervención y de regulación multisectorial para el logro de sus
objetivos. Esta situación ha conducido a un aumento cuantitativo y
cualitativo de la intervención pública.
Las enormes dimensiones del sector público, con un rol interven-
cionista y regulador muy activo en la economía nacional y en la que
el poder ejecutivo maneja grandes cantidades de dinero público, para
desarrollar e implementar programas y políticas públicas de gobierno,
hace que uno de los objetivos sea vericar que esas acciones y políti-
cas sean llevados a cabo de forma ecaz, eciente y económica. Estas
capacidades del Estado social y el inmenso volumen de sus adminis-
traciones públicas han de conducir necesariamente a una prolifera-
ción de controles sobre el aparato administrativo (Baena del Alcázar,
1990:348).
Las administraciones públicas desempeñan funciones esenciales
en las sociedades contemporáneas y, como grandes consumidoras de
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María Ángeles Abellán López
presupuesto público, ocupan a un alto volumen de población activa
y una presencia constante en la vida de los ciudadanos. Además, son
las depositarias y representantes de intereses colectivos, desarrollan
actividades orientadas a la consecución del bien común, gestionan el
mandato democrático así como los fondos públicos y han de tomar
soluciones en la resolución de los conictos sociales.
De hecho, cuánto más avanzada, más compleja y más plural sea
una sociedad, más necesidad va a tener de generar mecanismos de
control del poder político, como condición para preservar su carácter
democrático.
La gestión de los caudales públicos requiere un control exhaustivo
sobre los agentes que los manejan y que decidan en qué se han de
gastar.
Si bien la NGP enfatizó la eciencia, la ecacia y la economía co-
mo principios administrativos irrenunciables, también es cierto que
los planteamientos únicamente economicistas son un reduccionismo
pues la gestión privada es diferente de la gestión pública. Si se asume
la singularidad de las administraciones públicas, se podrá compren-
der el alcance que juegan los mecanismos de control en los sistemas
democráticos como elementos legitimadores.
La modernización del control de la gestión pública aparece como
una necesidad para mejorar la calidad democrática y la transparen-
cia. La cuestión que se plantea es reexionar sobre los dispositivos de
control que articulan las democracias, en un escenario crítico con las
instituciones y los representantes políticos.
Aunque existen numerosos sistemas de control en las administra-
ciones públicas, aquí nos centraremos en un tipo de control que se
aplica sobre el gasto público y que se denomina control externo. Éste
es ejercido por un órgano que no pertenece a la entidad controlada,
que en el caso español desarrollan el TCU y los OCEX autonómicos,
dependientes del poder legislativo.
Los grandes desafíos a los que se enfrentan los sistemas de control
sobre el sector público articulan una parte de las reexiones sobre la
modernización de la gestión pública, en general. Además, el control
externo español representa un asunto de actualidad condicionada por
la centralidad de tres elementos en la agenda política española: a) el
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