Oportunidad de una visión de conjunto de la historia constitucional cubana (1811-2002)

AutorAntonio-Filiu Franco Pérez
CargoProfesor Asociado de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo y Secretario adjunto de la Revista electrónica Historia Constitucional

Antonio-Filiu Franco Pérez: Profesor Asociado de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo y Secretario adjunto de la Revista electrónica Historia Constitucional. Es asimismo Investigador Titular del Seminario de Historia Constitucional "Martínez Marina", de la Universidad de Oviedo, y Secretario de la Biblioteca Virtual de Historia Constitucional "Francisco Martínez Marina", integrada en el Seminario homónimo. Ha publicado diversos estudios sobre esta disciplina, los últimos de los cuales aparecen en el volumen que codirigió con el profesor Ignacio Fernández Sarasola, Asturias y los orígenes del constitucionalismo en España (1808-1814), Seminario de Historia Constitucional Martínez Marina, Oviedo, 2008 (ISBN: 978-84-612-5131-5).

I

  1. En momentos de incertidumbre política -como el que hoy por hoy vive el pueblo cubano respecto de su futuro- debe prevalecer la reflexión serena, el análisis crítico y, qué duda cabe, también la mirada retrospectiva sobre la historia. Tras casi medio siglo de totalitarismo, y del consecuente menoscabo para las libertades públicas de sus nacionales, repensar la historia de Cuba desde diferentes perspectivas parece ser un ejercicio intelectual necesario y oportuno con el fin de atisbar su imprevisible futuro político.

  2. Quizás sean dichas razones las que han condicionado que en los primeros meses de 2008 hayan visto la luz, casi de manera simultánea, dos obras que justamente tienen por objeto el estudio -desde perspectivas diversas y poco comunes- de la memoria histórica de Cuba: me refiero a los libros de la profesora Beatriz Bernal Gómez1 y del historiador y ensayista Rafael Rojas,2 ambos escritos en México, donde residen y profesan sus autores. El primero forma parte de una ambiciosa colección que -siguiendo la línea de la dirigida hace más de medio siglo por Manuel Fraga Iribarne-3 tiene por objeto el estudio de los textos constitucionales -históricos y vigentes- de los Estados hispanoamericanos; en tanto que el segundo estudia la historia de los conceptos de patria y nación en Cuba desde la perspectiva de la historia intelectual. Aunque ambas obras revisten especial interés para comprender los orígenes y la evolución de la actual "cuestión cubana", aquí nos interesa reflexionar sobre la primera.

    II

  3. Si bien en el prólogo a la obra de la profesora Bernal Gómez el coordinador de Constituciones Iberoamericanas -Diego Valadés- apunta que dicha colección no pretende ser un estudio de historia constitucional comparada de Latinoamérica (p. XVIII), no cabe duda de que el libro que nos ocupa insufla un oportuno impulso al macilento panorama de la historia constitucional de Cuba, otrora con singular vigor. En efecto, resulta incontestable que el momento de mayor esplendor de esta disciplina en la Isla tuvo lugar cuando se creó -en 1951- la Cátedra de Historia Constitucional de Cuba (segregada de la de Derecho Constitucional) en la Universidad de La Habana, resultado de que desde 1943 los planes de estudio de la Facultad de Ciencias Sociales y Derecho Público reconocieran la importancia de esta materia.4 Una asignatura que de manera sucesiva explicaron los profesores Ramón Infiesta (1943-1947) y Enrique Hernández Corujo (1947-?), autores de obras de obligada referencia en dicha disciplina.5

  4. No obstante, sería injusto dejar de reconocer que el precursor de lo que pudiera denominarse la "Escuela de Historia constitucional cubana", e impulsor de la creación de la referida asignatura autónoma, fue el profesor Juan Clemente Zamora,6 que desde mucho antes le prestó una especial atención a esta materia, particularmente desde que publicara su clásica colección de documentos para el estudio de la historia política de Cuba,7 y dedicara una lección con este objeto en el programa de Derecho Constitucional que explicara en la Universidad de La Habana. Ahora bien, aunque la citada obra del profesor Ramón Infiesta, Historia Constitucional de Cuba (cuya primera edición vio la luz en 1942), puede tomarse como incuestionable partida de nacimiento de esta disciplina en la Isla, el grado de madurez que alcanzó en la Cuba prerrevolucionaria puede apreciarse en la también citada obra homónima del profesor Hernández Corujo, que por vez primera intentó sistematizar la concepción epistemológica de la referida "Escuela de Historia constitucional cubana".

  5. En efecto, en su afán por delimitar el objeto de estudio de dicha disciplina, Hernández Corujo dedica el primer capítulo de su obra a definir qué entendía por Historia constitucional, y a contrastarla con otras disciplinas científicas afines ya consolidadas (Derecho constitucional; Historia general; e, Historia de las ideas políticas), para finalmente calificarla como una ciencia política descriptiva, matizando de este modo la postura doctrinal propugnada por Juan Clemente Zamora, que -dentro de las ciencias políticas- la consideraba como una rama de la historia política que tenía por objeto el estudio de la evolución histórica de las instituciones y de los pueblos.8 Esto es, a juicio de Hernández Corujo en la Historia constitucional prevalecía el elemento político sobre el histórico, de ahí que también considerase esta disciplina como una ciencia política,9 aunque no del mismo modo que el precursor Zamora. Así las cosas, el citado Hernández Corujo consideraba que el objeto de la Historia constitucional de Cuba debía ceñirse al estudio de la evolución del constitucionalismo en la Isla, desde sus primeras manifestaciones a principios del siglo XIX, hasta 1959, año en el que cierra los períodos históricos en que articula su obra.10 Era una "Escuela", pues, que propugnaba una Historia constitucional de evidente orientación nacionalista, habida cuenta de su confesada pretensión de exaltar "la doctrina y los medios políticos de los que forjaron la conciencia nacional."11

  6. Sin embargo, el comienzo del último período histórico delimitado por Hernández Corujo, que se iniciaba a raíz del triunfo de la Revolución de 1959, condicionó un brusco giro socio-político que truncó el promisorio desarrollo de la disciplina Historia constitucional en la Isla, sumiéndose en un estado agónico como resultado del aniquilamiento de la tradición liberal presente en Cuba desde el primer tercio del siglo XIX. La instauración de un régimen totalitario en la Gran Antilla cercenó el espíritu de constitucionalismo que había brotado -y tras no pocas vicisitudes arraigado con bastante fuerza- en la cultura política de los cubanos,12 de ahí que desde entonces la Historia constitucional se sumiese en un profundo letargo en Cuba hasta la fecha.13 Resulta obvio, pues, que siendo el fin último del constitucionalismo asegurar la garantía de la libertad de los ciudadanos frente al Poder Público, la construcción de un régimen totalitario en la Gran Antilla desvirtuara dicho objetivo garantista, circunstancia que en no poca medida explica la preterición de la Historia constitucional de Cuba en esta etapa que se extiende hasta el presente.

  7. No obstante, a pesar de la dramática situación anteriormente descrita, la tradición de los estudios de historia constitucional cubana no murió del todo, pues aunque no se ha cultivado de manera sistemática, sí se ha mantenido viva fuera de la Isla gracias a la inquietud intelectual y la perseverancia de unos pocos estudiosos cubanos en el exilio,14 entre los que, como se verá, destaca especialmente la profesora Bernal. De ahí que resulte grato encontrarse con obras como la que aquí nos ocupa, por la incontestable voluntad de recuperación de los estudios de historia constitucional cubana que encierran sus páginas.

    III

  8. Es incuestionable que la formación científica de los investigadores que se ocupan de la historia constitucional se refleja de un modo u otro en las diversas perspectivas desde las que estudian sus particulares objetos de investigación.15 Como no podía ser menos la profesora Bernal no escapa a este singular influjo académico. Discípula del profesor Alfonso García-Gallo (aunque en el ámbito mexicano también se reconoce discípula de los profesores Guillermo Floris Margadant y Wenceslao Roces), se especializó en Historia del Derecho Indiano, si bien inicialmente su labor docente e investigadora en la Universidad Nacional Autónoma de México se centró en el ámbito del Derecho Romano. Una vez doctorada sus inquietudes investigadoras se dividieron entre la Historia del Derecho, el Derecho Romano, los Derechos de la mujer y, más recientemente, la Historia constitucional de Cuba, disciplina esta última en la que su obra se ha convertido en un obligado referente.16

  9. Aunque actualmente se desempeña como Investigadora Titular del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y del Sistema Nacional de Investigadores de México, hasta diciembre de 2005 ocupó la plaza de Profesora Titular de Historia del Derecho y de las Instituciones en la Universidad Complutense de Madrid, disciplina que en no poca medida constituye el eje de su rica trayectoria docente e investigadora, desarrollada a caballo entre México y España.17Obviamente, esta singular formación pluridisciplinar se refleja, como no podía ser de otro modo, en la multifacética obra de la profesora Bernal, y particularmente en sus estudios sobre la Historia constitucional de Cuba.

  10. En su último libro Constituciones Iberoamericanas. Cuba, la profesora Bernal Gómez escruta con solvencia la Historia constitucional de Cuba, aunque no puede ocultar que sus 160 páginas sean un pretexto para pensar en la Cuba del futuro: una Cuba que en su frontispicio republicano pueda desplegar con orgullo las banderas de la libertad, la democracia y la tolerancia, arropando a la de la estrella solitaria. Cuanto escribe la profesora cubano-hispano-mexicana trasluce su más profundo pensamiento y su más hondo deseo para con el futuro de su tierra natal.

  11. La profesora Beatriz Bernal articula la estructura del libro en tres partes: una primera en la que realiza un extenso estudio preliminar sobre...

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