Obituarios
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José Antonio Escudero entró en posesión de la medalla número 5 de esta Real
Academia el 2 de diciembre de 1991, con la lectura de un discurso de ingreso titulado
La abolición de la Inquisición, que fue contestado por Alfonso García-Gallo, también
Director del Anuario de Historia del Derecho Español (1984-1991).
En la Real Academia de Jurisprudencia Escudero desempeñó diversos puestos
durante estas tres décadas: presidente de la Sección de Historia del Derecho, Director
del Archivo y Vicepresidente de la Academia, hasta su elección como Presidente de la
misma, cargo que ocupó entre 2015 y 2019.
Igualmente ha desempeñado la Dirección del Instituto de Historia de la Intolerancia,
entidad adscrita a la Real Academia desde 2007.
Debe destacarse que durante su fecundo mandato como presidente de la Real
Academia se produjo la reforma de sus estatutos, lo que ha permitido la incorporación
desde entonces de cuatro nuevas académicas de número.
Sus responsabilidades como académico de número de la Real de Jurisprudencia y
Legislación de España las ha desempeñado al mismo tiempo que su plaza, también de
académico numerario en la Real Academia de la Historia, a la que pertenece desde 2002.
Doble «militancia» perfectamente idónea para un historiador del Derecho. Incluso,
varios predecesores de José Antonio Escudero en la presidencia se la Real Academia de
Jurisprudencia y Legislación también pertenecieron a la Real de la Historia como aca-
démicos de número; estos fueron: Manuel Seijas Lozano, Pedro José Pidal, Salustiano
de Olózaga, Pedro Gómez de la Serna, Francisco Silvela, Antonio Cánovas del Castillo
y Alejandro Pidal y Mon.
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Vaya por delante, nuestra enhorabuena, reconocimiento y admiración a todos los
galardonados por los excelentes frutos de su trayectoria como Historiadores del
Derecho.
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OBITUARIOS
José Luis Bermejo Cabrero (1937-2020). Un obrero del archivo
Creo que fue hace unos veinte años cuando nos vimos por última vez. La búsqueda
de una copia del Fuero Juzgo en latín y castellano (1815; en realidad salió en 1817) me
llevó a la Real Biblioteca (Palacio Real) y allí estaba Bermejo con lo suyo 1. Así era
como uno se encontraba siempre con José Luis, en alguna biblioteca o –mejor aún– en
un archivo. Ha sido probablemente el colega que más horas ha pasado en el Histórico
Nacional o en el castillo de Simancas.
1 Cf. «Una disertación académica de fines del Antiguo Régimen sobre tortura judicial»,
AHDE 72 (2002), 325-341.
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Condujo Bermejo una vida académica ajetreada por los frecuentes cambios de
disciplina, facultad y sede. Licenciado en Derecho (1959), Ciencias Políticas (1965) y
Filosofía y Letras (sección de Historia, 1968), se doctoró en esta última especialidad
(1971) con Salvador de Moxó 2, defendiendo una tesis de historia institucional (Los
oficiales del Concejo en León y Castilla, de los orígenes al ordenamiento de Alcalá.
Notas para el estudio de la administración de justicia en la Edad Media) que lo habili-
taba tanto en el gremio de los medievalistas como entre los historiadores del derecho 3.
Comenzó su carrera por el primero, como adjunto numerario de «Historia de España de
la Edad Media», en la Universidad Complutense de Madrid. Según el Boletín Oficial,
que publicó la orden de nombramiento (29 de octubre, 1974, BOE de 21 de noviembre),
entró al resolverse favorablemente un recurso contra la resolución que lo había excluido
del Cuerpo de Profesores Adjuntos (resolución de 14 de agosto, 1972, BOE del 22); se
estimó primeramente que carecía de «servicios suficientes», pero dos años más tarde el
ministerio admitió su mejor derecho y finalmente ocupó la adjuntía.
El éxito en un concurso-oposición a plazas de agregado de «Historia del Derecho»
lo llevó definitivamente a nuestra especialidad, en la Universidad Nacional de Educación
a Distancia (orden de 16 de enero, 1978, BOE de 28 de marzo) 4; acababa de doctorarse,
summa cum laude, en Derecho (1977), con una tesis sobre El Concejo de Cuenca a fines
de la edad media 5. En 1981 accedió por concurso a la cátedra de «Historia del Derecho
Español» de Palma de Mallorca (orden de 19 de noviembre, BOE de 1 de enero) 6; un
segundo concurso, ahora de traslado, le permitió ocupar a los pocos meses el mismo
puesto en la Universidad de Extremadura (orden de 10 de octubre, 1981, BOE del 23).
No llegó a estar allí dos años.
Cuando parecía que Bermejo lograba cierta estabilidad al trasladarse de Cáceres a la
facultad de Derecho de Alcalá de Henares (orden de 14 de septiembre, 1983, BOE de 5
de octubre), se abrió la posibilidad de volver a la Complutense. Se trataba de la cátedra
de «Historia de las Instituciones Políticas y Administrativas de España», dotada en
Ciencias Políticas y Sociología y vacante desde la jubilación de Luis García de
2 Nos dejó en esta revista la semblanza de su maestro: Cf. «Salvador de Moxó Ortiz de Villa-
jos (1921-1980)», en AHDE 51 (1981), 825-827. En realidad, esta nota podría comenzar con las
propias palabras que le dedicó José Luis Bermejo: «Resulta difícil trazar en breves líneas una
semblanza de Salvador de Moxó, aun desde el lado académico y profesional. No basta con decir
que fuera jurista e historiador a la par, ni con destacar sus dotes de medievalista: todo eso fue y en
alto grado».
3 Lo mismo cabe decir de sus primeras publicaciones. Cf. «El mundo jurídico de Berceo», en
Revista de la Universidad de Madrid 70-71 (1969), 33-52; «Historia, Derecho y Sociedad», en
Hispania 30 (1970), 169-181; «En torno a la aplicación de las Partidas», ibid. 427-440; «El proceso
sobre Vizcaya a través de la Crónica de Fernando IV», en Estudios Vizcaínos 1 (1971), 7-14, etc.
4 Cf. Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares), Educación, caja 55/2104,
legajo 1051. Convocada por orden 4 de marzo, 1976 (BOE del 27), la oposición se desarrolló entre
los días 26 de noviembre a 22 de diciembre, 1977, ante un tribunal que presidió Manuel Torres
López, con Jesús Lalinde de secretario y Juan Manzano, Ignacio de la Concha, Francisco Tomás y
Valiente, José Antonio Rubio y Joaquín Cerdá como vocales. Todos, salvo Rubio que siempre se
mantuvo en minoría, lo votaron para el segundo lugar; el primer puesto fue para Fernando de Arvi-
zu (Santiago) y el tercero para Juan Antonio Alejandre (Valencia).
5 Defendida el 29 de junio, 1977, de nuevo bajo dirección de Salvador de Moxó, director,
formaron parte del tribunal Alfonso García-Gallo, José Maldonado y Juan Manzano.
6 Archivo Central de Educación (Alcalá de Henares), cajas 92575 y 92495. Salvo Rafael
Gibert, que rompió con Bermejo la unanimidad del tribunal al votar en su contra, apoyaron su
acceso a la cátedra el presidente Juan Manzano, el secretario Joaquín Salcedo y los vocales Igna-
cio de la Concha y José Antonio Escudero.
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